Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 44

He intentado entrar en absoluto silencio a la casa, pero ni mis mejores esfuerzos han sido suficientes cuando al entrar me encuentro a mi padre sentado en la sala mirando televisión —Hija, ¿dónde has estado? — pregunta al verme y entrecierra sus ojos –te has bronceado... ¿estabas en la playa? — continúa indagando.

Me acerco a él, le saludo rápidamente y sonrió –sí papá, estaba en la playa con algunas amigas y me he bronceado más de la cuenta. — miento y pongo mi mejor cara de póker —iré a ducharme y luego a dormir; estoy muerta. — me invento.

— ¿Ya has cenado? — me pregunta antes que pueda subir la escalera hacia mi habitación.

— Sí, hemos ido a un restaurante en la playa. — invento y comienzo a subir –que tengas buena noche — grito desde la mitad de la escalera y subo el resto con más prisa antes de que él pueda volver a preguntarme algo.

Cierro la puerta de mi cuarto al entrar y me quedo allí un instante intentando recuperar el aire. Debo admitir que odio mentirle a mi padre, pero tampoco puedo decirle todo lo ocurrido con Lucas, sé muy bien que él no lo entendería y que mucho menos aceptaría que volviésemos a tener una relación después de todo aquello. Mucho menos puedo contarle cuales son mis planes con Raúl Sandoval, eso definitivamente haría que mínimo me enviase a trabajar a Australia con tal de hacerme cambiar de parecer.

El ruido de mi celular me interrumpe y al sacarlo de mi bolso y ver la pantalla, no puedo evitar reír. — Pero, ¿qué haces llamándome ya? — pregunto entre risas al responder después de ver que era Lucas.

— Apenas me he ido y ya te echo de menos... — me dice y aquí estoy yo derritiéndome por él.

— Me haces las cosas muy difíciles. — me quejo y río.

— Eso lo haces tú... yo por mi te hubiese propuesto matrimonio nuevamente y estaríamos planeando nuestra boda, los hijos que tendremos, y mucho más... pero, tú quieres ir y acercarte a ese imbécil que tanto daño nos ha hecho. — se queja.

— Por eso mismo debo hacerlo. Luego y tú y yo haremos lo que quieras. — propongo.

— ¿Lo prometes? — me pregunta con gran entusiasmo y ni siquiera quiero imaginarme lo que le está pasando por la mente.

— Lo prometo. — respondo entre risas nerviosas.

— Quiero verte mañana — dice con seguridad.

Debo admitir que me encanta esta versión de Lucas, pero también tiene que entender que nos toca disimular, aunque sea por un tiempo — no sé si pueda escaparme un domingo de casa... — explico.

— Bella, no me hagas concretar una reunión de trabajo con tu padre mañana por favor. — me pide haciéndome reír.

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