Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 76

Todo está oscuro a causa de la venda que han colocado en mis ojos, me tienen amarrada a una silla, y aún no sé qué es lo que quieren de mí. Sólo les escucho murmurar y un gran eco cada vez que algo se mueve... tengo miedo, demasiado miedo. Tengo temor de que me puedan hacer algo que dañe a mi bebé o mucho peor aún; que me maten.

—Jefe, la princesita Di Marco ya está con nosotros, ¿qué quiere que le hagamos? — le escucho que pregunta a uno de ellos y con sólo hacerlo una sensación de escalofríos recorre todo mi cuerpo.

«¿Me han secuestrado por dinero? ¿Y si ha sido Sandoval? ¿Y si ha descubierto quien soy en realidad?» Mi corazón late con fuerza, me sudan las manos y por más que intento moverlas para desamarrarme, es imposible.

—Entiendo perfectamente, será como usted diga — le vuelvo a escuchar. —Bueno M5, ha llegado la hora... el jefe quiere que nos deshagamos de la princesita para que no pueda abrir su preciosa boquita...— explica y le escucho caminar.

Oigo otros pasos acercándose a mí e intento no llorar, pero el miedo realmente me está ganando. Quisiera gritar, pero me tienen amordazada —bueno muñequita...— escucho decir al otro y acaricia mi rostro con sus asquerosos dedos —el jefe quiere que pases a mejor vida...— me explica y siento su aliento en mi cuello. Me muevo para evitar que me toque, pero me sujeta del mentón para mantenerme quieta —no te resistas... será peor para ti — me susurra al oído y siento como su otra mano toca mi cuerpo de la manera más asquerosa posible.

—M7... no te distraigas, sólo tenemos que dispararle en la cabeza y ya — escucho decir al otro.

—Déjame divertirme un rato; no todos los días se encuentra uno a una mujer como esta — responder y no quiero volver a pasar por algo así.

Lo de Lucas ha sido completamente diferente... en medio del odio que me hizo sentir aquel día y de la manera que todo sucedió había algo de amor de mi parte hacia él y de la misma manera de él hacia mi... fue horrible lo que me ha hecho, pero esto no podría resistirlo... esto es completamente diferente.

—Eres preciosa muñeca. — continúa diciendo y me besa el cuello para luego bajar hacia mi hombro y comenzar a bajarme el tirante de la blusa que traigo puesta.

Estoy desesperada, sólo estoy esperando lo peor, pero el ruido de un disparo me deja en estado de shock. Siento el cuerpo de quien supongo que me estaba besando caer sobre mi... —¡suelta el arma o te disparo a ti también!— escucho gritar.

« ¿Alejandro?»

—¡Suéltala tú!— grita el otro.

Puedo sentir sobre mi cuerpo un líquido que comienza a empaparme e intento moverme, pero me es imposible.

—¡Qué la sueltes ya!— vuelve a exigirle quien creo es Alejandro.

—Aléjate o la mato.— le rebate y puedo sentir como me sujetan del cuello y colocan la punta de la pistola sobre mi sien.

—Sienna, no tengas miedo... te sacare de aquí — me dice Alejandro y no sé cómo pretende que no tenga miedo cuando me están apuntando.

No escucho nada... ninguno de los dos pronuncia una sola palabra. Son segundos... minutos... no lo sé...De repente escucho otro disparo, pero este viene de otro sitio completamente diferente y no se a quien le han disparado hasta que el arma que me apuntaba se aleja y escucho el ruido de un cuerpo cayendo cerca de mí.

—¡Llévatelo! ¡Está vivo!— exige Alejandro ya más cerca de mí y me quita ese peso que estaba sobre mí y me quita la venda de mis ojos. —¡Sienna! ¡¿Estas bien?!— me pregunta mirándome a los ojos, pero el verme envuelta en sangre y con ese hombre muerto a mi lado me hace entrar en crisis.

—Señor — interrumpe uno de los agentes.

—Dígame agente González.— Le pide Alejandro mirándole.

—Hemos encontrado el depósito de droga que sospechábamos que tenía Raúl Sandoval.— explica y la mirada de Alejandro cambia por completo.

—De acuerdo, incauten todo lo que haya allí y avisenle al comando que está en las oficinas de Raúl Sandoval que lo arresten ya mismo— les pide y en sus ojos está reflejada esa encrucijada entre lo que es correcto hacer y lo que también duele.

—Sí señor — responde de inmediato y Alejandro me mira.

—Se ha terminado todo Sienna... vamos que te llevo a tu casa.— me dice como si nada.

—¿No irás? has estado esperando por este momento mucho tiempo... ¿Y si se escapa? — cuestiono.

—Le he prometido a Lucas que yo mismo te llevaría a la casa y que nada malo te sucedería. Ya tendré tiempo de ver a mi padre tras las rejas y que pague por todo el daño que ha hecho.— Sentencia y como si nada da la vuelta al auto para subirse al lado del conductor con una templanza que jamás había visto en nadie

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Atrapada en la Venganza de un Millonario