Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 77

Sus ojos azules igual que el mar me miran una y otra vez como cerciorándose que no soy un espejismo. Hay un manto de lágrimas en ellos y es la evidente muestra de lo preocupado que ha estado durante, lo que para mí, ha parecido una eternidad, pero que en realidad fueron algunas cuantas horas —dime por favor que te encuentras bien... que no te ha pasado nada a ti o al bebé— me pide sujetando mi rostro con delicadeza.

—Estamos bien, Alejandro y su equipo han llegado a tiempo para rescatarme — explico y miro a Alejandro que está parado a pocos metros detrás de Lucas.

—Gracias — le dice Lucas y voltea a verle —te debo la vida de ella y de nuestro hijo— continúa diciendo y verle así de conmovido me hace saber que todo lo que siente por mí es demasiado fuerte al igual de lo que yo siento por él.

—No ha sido nada, era mi deber... ahora, si me disculpan, debo irme y asegurarme de que mi padre y todos los que trabajan para él se refundan en la cárcel — explica y me sonríe —Sienna, cuídate y cuida a ese pequeñín — me pide y sin más se da la vuelta para salir de la casa.

No sé muy bien cómo explicar lo que me sucede por dentro... la manera que me ha mirado me hace sentir algo de culpa, quizás porque él lo está perdiendo todo y yo en cambio estoy ganando lo que creía perdido.

—Ven bella, te llevaré al baño para que tomes un baño de inmersión y así puedas relajarte un poco— propone rodeando mi cintura con su brazo y así va guiándome por la casa.

—Tiraré toda esta ropa a la basura, está toda manchada de sangre — explico mientras observo el desastre que soy.

—No quiero hacerte hablar de lo sucedido... sólo quiero que lo olvides todo y estés tranquila para que nuestro hijo lo esté también — explica y supongo que además de que quiere que me olvide de todo, Alejandro ya le ha comentado lo sucedido en algún momento.

—¿Crees que este ya sea el fin de todo?— cuestiono mientras abre la puerta de nuestra habitación para que entremos.

—Pienso que sí, no creo que haya manera que Raúl pueda librarse de todo lo que le espera — explica y sólo puedo esperar que lo que él dice sea cierto...

—Ojala que sea así — sentencio apoyando su opinión.

[...]

Nunca me habían consentido de la manera que él lo ha hecho hoy. No sólo me ha preparado un baño de inmersión con esencias florales y aceites especiales; sino que me ha traído la cena a la cama. —no sabía que eras así de romántico. — comento divertida cuando ahora entra a la habitación un pedazo de pastel de chocolate que se ve delicioso.

Lo deja sobre la mesita de noche y sube a la cama de rodillas hasta llegar a mi lado —digamos que las circunstancias no me han dejado serlo mucho, pero ahora que todo está regresando de a poco a la normalidad; creo que puedo darme el lujo de ser romántico contigo — explica divertido y toma el plato con el pastel —pruébalo — me pide cortando un pequeño trozo y acercándolo a mi boca.

—¿Me darás de comer como a un niño?— cuestiono divertida.

—Y... debo ir practicando, ¿no? — se defiende haciéndome reír y sé que está haciendo todo esto para que yo me olvide de lo sucedido. Lo bueno es que está funcionando.