Cuatro días antes del incidente.
Llevaba puesto un vestido rojo, parada en la callejuela temblando de frío.
"Sé natural", en mi auricular, la voz de Renán me daba instrucciones. Caminé de un extremo al otro de la callejuela varias veces, sin ver a ninguna figura sospechosa.
"Renán, ¿será que al asesino no le interesa ella?".
"Jajaja, ni un asesino la quiere".
En el auricular resonaban las risas burlonas de los amigos de Renán. Me senté en el suelo, con los ojos enrojecidos, y por un momento, quise romper en llanto, y esa noche no logré atraer al asesino, pensé que me dejarían en paz luego de eso, pero no fue así.
La noche antes del tercer día, me hicieron caminar de nuevo por el mismo callejón de las Palmas, pero tampoco apareció la persona que buscaban.
La noche antes del segundo día, Yuria me encontró.
"Nayra, lo siento, me equivoqué, parece que no era en el callejón de las Palmas donde alguien fue perseguido, sino en el callejón al final de la calle. Renán dice que vayas allí después del trabajo, nos esconderemos con anticipación, si pasa algo, solo grita muy fuerte".
Le creí y después del trabajo fui al callejón al final de la calle. Esa vez, realmente había alguien siguiéndome.
"¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Parece que alguien me sigue", estaba nerviosa y asustada, llamando a través del auricular.
"¿Hay alguien?".
Se oían voces juguetonas en el auricular, pero nadie me respondía. Sentí que algo no estaba bien, así que llamé a Renán una y otra vez. Pero cuando contestó, éste me gritó con impaciencia: "Nayra, ¿cuándo vas a parar? ¿Por qué no te mueres de una vez?".
"¿Fuiste tú quien buscó ayer a Yuria, diciendo que teníamos un compromiso, pidiéndole que me dejara? Ya te digo, si algo le pasa a Yuria, ¡te lo haré pagar!".
Ese hombre era un loco, un pervertido. Mi conciencia se desvanecía, hasta que la sangre se secó y mi corazón se detuvo. Ahí pensé que la muerte era tan tranquila.
...
En casa de Renán.
Mi alma siguió a Renán hasta su casa, rara vez volvía a la residencia principal de la familia Hierro, y la mayoría del tiempo vivía solo. Muchas veces había querido visitar su casa, pensando que sería nuestro hogar después del matrimonio, estaba llena de ilusión por ese lugar.
"Renán, ¿encontraron a Nayra?", apenas entró, Yuria se lanzó a abrazarlo. Ella llevaba puesto un pijama, claramente había estado viviendo allí por mucho tiempo.
Renán la abrazó con ternura, tratando de calmarla: "No sé qué nueva artimaña estará planeando ahora, qué ridícula".
No pude evitar soltar una risa burlona mientras observaba la decoración de lugar. Así que ese era su nido de amor, el lugar donde había escondido a su querida Yuria. Ya desde hace tiempo, él había estado viviendo aquí a escondidas con Yuria.
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