Angelo todavía se estaba alojando en la casa de Rocío, su convalecencia había sido larga y por otro lado su princesa Angela no lo quería soltar, ella penas llegaba de la escuela corría a buscarlo para contarle lo que había hecho en clase
La relación de padre e hija era bastante unida, para la niña el CEO era su héroe, el padre le ayudaba con las tareas, veían series juntos, Rocío se ponía un poco celosa pero al final recordaba que cuando era niña ella también fue muy apegada a su padre
La futura madre tomó un baño y se alistó para salir a la oficina de su esposo, aunque ya no estuvieran casados tenía el derecho de saber que sería padre de nuevo, Rocío tomó la prueba de embarazo para mostrársela, ella no tuvo problema alguno para llegar hasta su ex marido, solo que momentos antes alguien más había llegado al mismo lugar, Rocío sin querer estaba escuchando una conversación entre Angelo y su ex amante
— ¿Qué es lo que haces aquí, Rachel? pensé que la última vez que hablamos te lo había dicho todo, no pensé que volvería a verte, ¿por qué has venido?
— Angelo, sé que estuve mal en haberle enviado esas fotos a tu esposa, pero... fueron los celos lo que me orillaron a eso, tu nunca me amaste como la amas a ella, te gustaba sí, era una novedad, un juguete nuevo pero nada más
— y me disculpo por eso, ninguna mujer merece ser tratada de esa manera, Rachel, me equivoqué en pedirte tener una aventura conmigo, me equivoqué en no valorar la maravillosa mujer que tenía en mi casa, por qué ahora muero por tenerla entre mis brazos
— Pero tú me decías a mi que te encantaba como mujer, que me deseabas y parecías disfrutar cada vez que estábamos juntos, sé que no soy la mejor mujer pero te amo, yo... quisiera que nos dieramos otra oportunidad, yo puedo hacerte feliz, Angelo
— Era lujuria, Rachel, solamente el estar con una mujer bella e inflar mi ego de macho, pero nunca, nunca, tuve sentimientos por ti, el único amor de mi vida a sido Rocío, ahora la he perdido por serle infiel, la he perdido por ser un maldito traidor, yo he sido aquí el único culpable de todo, no voy a tener una relación contigo por que ya no soy el mismo hombre de antes, no voy a cometer los mismos errores, lucharé hasta mi último aliento para que Rocío me perdone y vuelva a mí
— ¡Ella no te va a perdonar, Angelo, apenas se enteró que la engañabas ella tramitó el divorcio, no se va a quedar contigo, ya hasta tiene otra relación con un hombre muy atractivo y elegante, te perdió la confianza, nunca podrá entregarse a ti de nuevo, ya déjala ir, ella no v a volver!
— No me voy a rendir, tú no conoces a los Black, nosotros no somos hombres comunes, de hecho tu conociste la peor versión de ellos, tuve que perderlo todo para darme cuenta de lo equivocado que estaba, pero aprendí la lección, aprendí que si no soy un hombre digno de que Rocío me ame entonces no tengo manera de llamarme un Black, es por ella que jamás regresaré a ser lo que fuí
— ¿Qué hay de mí? ¿de lo que siento por ti? quédate conmigo, tu ex esposa no te quiere a su lado, ella no te ama como yo
— Por supuesto que no, ella me ama con todo su corazón e incondicionalmente, Rocío dejó todo por mi, confió ciegamente en mi amor, ¿y qué hice yo? la traicioné de la peor manera, juro por dios que si pudiera regresar el tiempo jamás la engañaría, así que vete Rachel, aquí no hay nada para ti
— voy a irme, pero yo tampoco me rendiré contigo, si ella no te quiere yo sí te quiero — Rachel, abrió la puerta para salir encontrándose de frente con la azul mirada de Rocío y chocando al paso
— Yo he venido a decirte a mi ex esposo que seremos padres de nuevo, solamente eso, no soy yo la que está aquí rogándole por otra oportunidad que claramente no te va a dar, es a ti a la que te dijo que no te ama, que no siente ni a sentido nunca amor por ti, aquí la patética eres tú
— ¿Te crees mucho solo por qué Angelo se siente culpable de engañarte contigo y quiere reparar el daño que te hizo? ¿pero como sabes que eso que hace es por amor?
— Si no lo sabe se lo diré de nuevo, Rocío, no hay un solo día que mi corazón no muera por estar lejos de ti, te ruego, te suplico que perdones mi grave error, jamás he dejado de amarte, ni de desearte, eres tú el gran amor de mi vida y aunque no sea digno de una mujer tan maravillosa como tú, aún así no puedo dejarte ir
— ¡Angelo no le ruegues! ella no quiere perdonarte, entiende que no te ama lo suficiente, si así fuera entendería tu corazón y que tus palabras son sinceras, quédate conmigo, yo puedo darte la felicidad que necesitas
— Rachel, Angelo no necesita nada de ti, él lo que necesita es... una oportunidad para demostrar que es un hombre diferente y que en adelante será mejor esposo y padre, yo... la mujer que él ama, le doy otra oportunidad, será la última y espero que sea para que estemos juntos hasta el final de nuestros días, por qué.. yo también te amo tanto, Angelo Black...
Nota de autora: Queridas lectoras empezamos con el primer capítulo del segundo libro, gracias por su gran apoyo, espero que lo sigan disfrutando tanto como yo disfruto escribirlo para ustedes...
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