CARIÑO VUELVE A MI LADO romance Capítulo 2

Dimitri dejó todo lo que él estaba haciendo en Alemania a su mano derecha, le advirtió que no podía descuidarse de absolutamente nada, que quería que todo marchase como un reloj, en Alemania era costumbre ser asi de estrictos y exigentes

Mientras tanto en el centro comercial, el CEO Alemán llegaba como siempre vestido a la perfección de pies a cabeza, se robaba las miradas a su paso pero el iba concentrado solamente en encontrar a su mujer, Juliana ya tenía una hora de aquí para allá a sus casi siete meses su barriga estaba enorme, se había cansado muy pronto y ya sus pies estaban hechos dos bolas de carne

— ¡Me vas a escuchar apenas te encuentre esposa rebelde y malcriada, si tengo que agarre a la cama para que no te escapes lo voy a hacer, no entiendo cómo mi suegro puede ser tan duro e inflexible en tantas cosas y contigo ser un pan de dios, él tiene la culpa de que siempre quieras hacer lo que se te canta por haberte consentido tanto! — los pulcros zapatos negro del hombre caminaban por todo el gran lugar, iba con mirada de águila buscando su objetivo cuando vió a su hermosa Juliana sentada en una banca lloriqueando y masajeándose los pies

La embarazada se quejaba de dolor, en ese momento se arrepentía de su arrebato, el peso que cargaba era más del que podía para andar caminando de compras como antes, se sentía inútil, el embarazo había resultado más difícil de lo que pensaba que sería, le quitó demasiadas cosas en su vida, la escuela, el movimiento libre, el simple poder salir a pasear, ella no pudo más y se echó a llorar sin importarle que la gente que pasaba la viera

Lenitzer se conmovió al encontrarla así, quería poder abrazarla a su pecho y consolarla, se acercó a ella llamándola

— Pero Juliana, ¿qué haces aquí pasando dolor? tu condición es delicada cariño, no debes esforzarte de más, noble vuelvas a hacer esto, no vuelvas a preocuparme así, te amo tanto que no quiero que nada te pase — el hombre la abrazó a su pecho, la embarazada se soltó a llorar en los brazos de su esposo

— No puedo con esto, mira mis pies, ya desaparecieron, son dos bolas de carne, estoy hinchada como una pelota de playa gigante, estoy horrible a tus ojos y a los ojos de los demás, ni siquiera salir al centro comercial de compras, soy una inútil, Lenitzer

— No pequeña, no, lo que estás es embarazada, dios nos ha mandado tres bebés, fuimos bendecidos en exceso, llevas mucho peso en tu barriga pero eso no quiere decir que seas inútil, lo estás haciendo muy bien, mi amor, serás una excelente madre, es normal que te sientas abrumada

— ¿De verdad? ¿lo dices en serio? ¿creés que seré una buena madre para nuestros hijos?

— Oh, por supuesto, serás la mejor, eres la mejor ahora por qué cuidas de nuestros hijos en casa mientras tu esposo trabaja arduamente para que no les haga falta nada

— Pero... hoy me escapé, fui impulsiva, me sentí ansiosa y abrumada, sentí que no me vez hermosa como antes y que ya no te gusta pasar el tiempo conmigo — Juliana hacía un lindo puchero

— Nunca pienses eso, te amo Juliana, todo lo que hago es por ustedes, hoy toca trabajar duro para que en un futuro puedan tu y mis hijos vivir sin preocupaciones, tienes que entender que no puedo estar contigo todo el día en casa, debo trabajar por qué ese es mi papel en el matrimonio, nunca he sido un zángano, soy muy trabajador

Julien fue avisado de la ausencia de su yerno en la supervisión del proyecto, le dijeron que salió muy aprisa y dejó tirado todo, se preguntó que estaba pasando, llamó a la residencia de su hija y fue allí que le avisaron que ella se había salido de la casa con el chófer, al parecer de paseo y fue que comprendió que su yerno había ido a buscarla para regresarla a descansar, conocía a Juliana y sabía que no era mucho de estarse quieta, se llevó dos dedos al puente de su nariz, sabía que la había consentido bastante

Con la llegada de Dimitri a los Estados Unidos, Lenitzer podía llegar más temprano a su casa, de pronto un día se presentó sin avisar para darle la sorpresa a Juliana, ella estaba acomodando la ropa de los bebés asegurándose de que cada uno de los tres tuviera los mismos juegos de mamelucos, habían comprado todo triplicado, pañales, camisetas, gorritos, calcetas

— Hola amor, ¿que hace la mujer más hermosa de mi vida?

— ¡Lenitzer, llegaste! ¿qué haces tan temprano en casa? — Juliana le sonrió a su atractivo marido, él estaba vestido en un traje hecho a medida y se veía increíblemente apuesto

— Vine a pasar tiempo con mi familia, mi mano derecha a llegado y él se quedó trabajando y supervisando el proyecto, yo necesito estar más tiempo con ustedes, estamos recién casados prácticamente, no hemos tenido oportunidad de conocernos mejor como pareja

— Es lindo que te preocupes por esas cosas, estoy acordando la ropa de los bebés, el tiempo de que nazcan se acerca, debemos estar preparados

Luciana recibió una llamada de la clínica por la madrugada, le avisaron que Dayse ya estaba dando a luz, en el transcurso de los meses le habían informado que en el primer descuido la mujer trataba de hacerce daño, tuvieron que tenerla muy vigilada

Julien y Luciana salieron para la clínica, ambos llevaban el corazón acelerado, tenían la esperanza de que ese hijo no fuera de Julien, que Deyse solamente los hubiese estado torturando estos meses en venganza por haberla internado

El matrimonio Torrenegro llegó en menos de nada al sanatorio, ambos fueron dirigidos al área de hospitalización, se podía escuchar los gritos de dolor de la mujer dando a luz, Luciana buscó la mirada de su esposo, él la tomó de las manos en silencio, no tenía palabras para agradecer a su mujer por su apoyo incondicional

Una hora después el médico salió para avisar que el bebé ya había nacido, era una niña, el matrimonio se quedó inmóvil por unos momentos

— Señor Torrenegro, debe entrar para que conozca al bebé, se le practicará una prueba de ADN para comprobar si usted es el padre o no — fueron las palabras del doctor

La bebé no era suya, le dió la hoja a Luciana para que también lo leyera, al imponente hombre se le aguaron sus azules ojos, Luciana no se contuvo y dejó salir todo lo que había estado guardando, la pareja se abrazó por fin había terminado la pesadilla y la nube negra que se había pasado sobre sus cabezas se iba y daba paso a un día soleado

— En vista de los resultados, ¿que es lo que hará, CEO Torrenegro? — Preguntó el médico

— Lo que corresponde, dejaré que mis abogados de hagan cargo de que esa mujer se pudra en una cárcel por habernos hecho tanto daño, jamás la perdonaré, ahora nos retiramos, gracias por sus servicios, pero espero nunca más regresar aquí

Un mes después, Lenitzer estaba revisando unos contratos que le había dejado pendientes el CEO Torrenegro, apenas era media mañana, él y Dimitri estaban bastante concentrados en ello cuando el mayordomos lo llamó

— ¿Qué pasa? ¿todo está bien en casa? habla Joseph, ¡¿pasó algo con mi mujer?!

— Señor, el chófer de acaba de llevar a la señora a la clínica, ella rompió fuentes, la señora no quiso esperarse, ella ordenó que subieramos las maletas al auto, me pidió que lo llamara para avisarle

— ¡Gracias Joseph, salgo ya mismo para allá!

— ¿Qué pasa Lenitzer? ¿le sucedió algo a tu esposa?

— ¡Rompió fuentes, ella ya está camino a la clínica, tengo que irme, te dejo a cargo Dimitri, carajo, voy a ser padre! — Lenitzer salió apurado de la compañía, tenía que estar cuánto antes con Juliana, no quería que pasara por eso del parto ella sola, había estado trabajando duro para cuándo nacieran sus hijos el pudiera quedarse unos días con ellos

Mientras tanto en la clínica, Juliana era pasada de urgencias al quirófano, los bebés venían complicados y no había tiempo que perder, pronto ella fue llevada a practicarle una cesárea de emergencia

— ¡Llamen a mi esposo, avísenle que sus hijos ya van a nacer! — Juliana quería tener a Lenitzer con ella en estos momentos tan importantes

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