El atractivo rostro de Lucien Black, se tensó de inmediato, una descarga eléctrica recorrió todo su trabajado cuerpo, su verde mirada de por sí oscura parecía la de un demonio, un furioso demonio
— ¡No puede ser...! — el asistente Philips, se llevó una mano a la frente tratando de asimilar lo que el niño había dicho, nombre el nombre de Angelina Di Monti, era como soltar una bomba a los ojos de Lucien Black
— ¡Repitelo!
El CEO, que sentía que un rayo lo había sacudido, pedía al niño que repitiera sus palabras
— Ya te dije que mi mami, se llama Angelina Di Monti, acabamos de llegar a los Estados Unidos por qué mamá se volvió el CEO de las empresas del abuelo Angelo porque... por qué está enfermo
mamá, me dijo que el nombre de mi padre es Lucien Black, que me lo iba a presentar antes de irnos de nuevo a Inglaterra, yo lo quiero conocer, le quiero preguntar si le gusta el pequeño Lucien ¿tue creés que le guste yo a papá? — la pregunta del niño oprimió el frío corazón del joven amo Black
Philips, tuvo que sentarse por qué sintió que sus piernas no lo sostenían, Lucien Black, se mantuvo de pié pero estaba petrificado, el hombre observaba fijamente al niño como si en sus ojos tuviera un escáner, comenzó con su vestimenta, el niño vestía como un joven amo de clase alta, tal como lo vestían a él a su edad
Su físico, sus cabellitos lacios cómo los suyos, el mismo tono de ojos verde oscuro como tan iguales a los de él, solo que los del niño estaban más redondos que los suyos, su sonrisa igual a su sonrisa, y ese carácter tan malhumorado...
la secretaria de Lucien Black, los interrumpió — señor Black, afuera está la CEO Di Monti y su asistente, ella está pidiendo verlo con extrema urgencia, dice que es de vida o muerte, ¿qué hago? ¿la dejo pasar? — la profesional asistente de quedó esperando la respuesta de su jefe
—Si, dile que pase, veamos que tiene para decirme esa mujercita — la voz del hombre parecía venir de ultratumba
El sonido de unos tacones se escuchó, y de pronto la bella figura de la hermosa CEO, con su asistente a su lado, entraron a la lujosa oficina del poderoso empresario, los ojos azules de Angelina, estaban rojizos e hinchados, había llorado tanto por su hijo, ella definitivamente no están en su mejor dia
_¡¿Lucien?! — en ese momento ella no lo llamó señor Black o CEO Black, estaba pasando por tanto sufrimiento que lo que necesitaba era el apoyo de todos los que se pudieran unir para encontrar a su pequeño
¡Lucien, me han robado al niño, necesito que me ayudes a encontrarlo, necesito que me ayudes por qué si no lo tengo conmigo pronto voy a volverme loca!
¿Me robaste a mi hijo? Lucien... ¿cómo pudiste ser tan cruel como para robarle un hijo a una madre? ¡eres peor de lo que pensé que podrías llegar a ser! ¡vámonos Jan Pierre! no tenemos nada que seguir haciendo aquí, aquí solo hay un hombre cruel sin sentimientos que solo sabe hacer daño
Angelina, salió hecha una fiera con su hijo en brazos, ni siquiera los altos tacones la hicieron disminuir su paso, tenía una tormenta de emociones dentro de su pecho, la alegría de encontrar sano y salvo a su pequeño Lucien y el dolor de saber y sentir que el hombre que tanto amó le seguía causando daño
— ¡¡¡Robachicos!!!
El buen y leal asistente Jan Pierre, molesto más que nada por la gran preocupación de no saber del paradero del pequeño demonio, los acusó antes de salir de la oficina
¡¡¡Oculta niños!!!
El asistente Philips, le respondió a su asistente rival, no se iba a quedar con la ofensa que le lanzó, así como así
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