CARIÑO VUELVE A MI LADO romance Capítulo 23

CEO y asistente, se quedaron con un palmo de narices, todavía no salían del shock, Angelina, después de que vió que su hijo estaba en la oficina de Lucien, se había transformado en una fiera y se había llevado a la criatura con ella tan rápido que el Ceo no la pudo detener

— ¿Pero qué carajos fue lo que pasó aquí? ¡esa mujercita tuvo las agallas de perder al niño y después de que yo lo encontré y lo mantuve a salvo, vino aquí a llevárselo como si nada y además me llamaron robachicos!

Lucien, estaba más que furioso, tenía preguntas y necesitaba explicaciones, no para mañana ni para más tarde, las necesitaba para ayer

—¿Robachicos? a mí los niños ni me gustan, son tan molestos y latosos, ¿para que me robaría uno? además sigo sin estar convencido de que sea un niño normal — dijo Philips

Las palabras de su asistente, llevaron a Lucien a recordar

FLASH BACK

_Papá, el pequeño Lucien, es un niño demasiado adelantado para su corta edad — el en ese entonces joven amo Robert Black, le comentaba a su poderoso padre, Luciano Black, lo que pensaba de su hijo

— Eso es por qué por sus venas corre la sangre de los Black, Lucien, jamás será un niño normal, está destinado para grandes cosas, si no fuera como es, tan inteligente, intuitivo y extraordinario, no sería un digno heredero del imperio de nuestros antepasados — dijo el gran magnate mientras despeinaba los cabellos de su nieto, Lucien

FIN FLASH BACK

De regreso al presente, Lucien Black, recordó que escuchó las mismas palabras sobre él, cuando apenas era un niño, apretó los puños con fuerza y salió de su oficina decidido a todo

— Espérame yo voy contigo, ¡ese asistente Jan Pierre, nunca debió meterse conmigo! — Philips, salió también detrás de su jefe y amigo

— Señor, tiene una junta importante dentro de diez minutos, ¿se marcha usted? — la secretaria jamás en lo que llevaba trabajando para el peculiar CEO, lo había visto cancelar una junta , mucho menos sincera tan importante, ella estaba un poco nerviosa, si su jefe se iba, que explicación daría ella, una simple secretaria

— Cancele la junta y cancele todas las juntas del resto de la semana, diga lo que quiera, que he caído en coma, que mi madre está en cama o que el mundo se va a acabar, me importa un carajo — a la sorprendida secretaria no le quedó más que asentir al escuchar la órden de su jefe

— Voy a buscar a mi hijo — susurró el imponente joven amo Black

El buen asistente Philips, lo escuchó, iba muy cerca de él, las palabras de su amigo, aunque él mismo también lo había pensado, lo hicieron más real

Mientras tanto en su penthouse, Angelina, empacaba unas cuantas prendas de ropa para ella y para el pequeño Lucien, se iría de los estados Unidos de inmediato, si por un momento le pasó la loca idea por la cabeza de presentarle a su hijo a Lucien Black, ahora estaba totalmente en desacuerdo, se irían de nuevo a Inglaterra y jamás iba a regresar

Angelina, sabía que había compromisos, que cumplir en la compañía, pero ella no iba a arriesgarse a que su ex esposos la separara de Lucien, el niño era suyo, cómo su madre su lugar era con ella no con él

Después resolvería que hacer, si viajar solo a estar presente en las juntas y firma de contratos, o si regresar pero sin traer con ella a Lucien, y dejar al niño en Inglaterra, protegido en la gran manso Di Monti, así nadie podría ponerle un dedo encima ni llegar a él, ni siquiera Lucien Black

— Angelina, estás segura de ésto, hay miles de compromisos de los que te tienes que hacer cargo aquí en los Estados Unidos, si te vas puedes dejar muy mal parado a don Angelo — Angelo Di Monti, fue quién le asignó a Jan Pierre, a su hija, era de su total confianza y asistente muy leal, comprometido y trabajador

— Jan Pierre, él ya lo vió, si me quedo me estaré arriesgando a qué me separé de mi hijo, Lucien, es todo lo que tengo, ese hombre me ha quitado tanto, me quitó el amor propio por dos años, me quitó la sonrisa de los labios, me humilló cuántas veces pudo, no voy a permitir que me quite a mi hijo, todo menos eso

— Entiendo Angelina, Lucien Black, es el enemigo, debes refugiar al niño en la mansión Di Monti, ahí bajó el resguardo de tu padre, no podrá llegar a él, vamos, tu avión privado ya está listo, el piloto ya está llegando al aeropuerto, debemos darnos prisa — Jan Pierre, tomó las maletas y Angelina a su hijo para salir del penthouse

— ¿A dónde vamos mami? ¿por qué Jan Pierre, lleva esas maletas? ni siquiera me dejaste tomar una ducha, solo me cambiaste el traje

— Pequeño Lucien, vamos a regresar a Inglaterra con los abuelos, fue un error haber venido a los Estados Unidos, casi te pierdo y si te pierdo no voy a poder seguir viviendo en éste mundo, por eso tome la decisión de irnos — Angelina, le explicaba a su hijo

— ¡No, no podemos irnos todavía, no hemos encontrado a papá, espera mamá lo tenemos que llevar con nosotros, no me voy a ir sin él!

— ¡¿Wow... estuviste casado con una joven de la nobleza inglesa y la dejaste ir?! si tu abuelo Luciano, lo supiera, vendría el mismo de Asia a azotarte hasta el cansancio — lo que decía Philips, no era más que la verdad, el abuelo de Lucien, estaba de retiro en el lejano japón, su salud era buena gracias a las medicinas naturales que consumía desde hacía ya varios años en el país asiático

— ¡El no tiene por qué saberlo! te prohibo que hables de ésto con nadie, Phillips, lo voy a resolver, no por el origen noble de Angelina, eso es lo que menos me importa, es por... — el ensimismado hombre ya no dijo más

— ¡Lucien, hay mucho tráfico, no los vamos a alcanzar! no hay manera de pasar por tanto carro, ¿qué vamos a hacer? el niño fantasma ya me estaba agradando y ahora lo vamos a perder

Lucien Black quería poder fulminar con la mirada a su asistente, no lo iban a perder, no podían perderlo, esa no era una opción, si el destino se lo puso de frente fue por algo pero no para perderlo

— Sí, gobernador, necesito de un favor personal — Lucien Black, hacía la llamada a quien debía en ese momento de acciones desesperadas

— Con todo gusto, estaremos encantados de servir a la familia Black, dígame ¿qué necesita? — respondió el gobernador

— Pare todos los vuelos, que ninguno salga del aeropuerto, es de vital importancia uno de ellos lleva algo muy importante para mí

— Pero señor Black, eso es muy complicado

— Lo sé y lo sabré compensar muy generosamente, solo no deje salir a ningún avión por dos horas

— ¿Pero qué es lo que diré? — preguntaba el nervioso gobernador

— ¡Qué hay una bomba, que le robaron el hijo a un padre, que hay mal tiempo, un nuevo virus, lo que se le venga en gana pero actúe ya mismo! — Lucien Black, cortó la llamada, solo esperaba que todo se cerrará a tiempo, tomó su celular y comenzó a checar las noticias, de pronto ahí estaba

El aeropuerto internacional de la ciudad a cerrado sus vuelos durante un par de horas debido a que le han robado un niño a su padre, se revisará a todos los vuelos para evitar que saquen del país al niño, les pedimos una gran disculpa y que empaticen con ese afligido padre que tiene el corazón roto en estos momentos