CARIÑO VUELVE A MI LADO romance Capítulo 5

Angelina, había ido a estudiar a los Estados Unidos desde muy joven, ella misma se lo pidió a su padre cuando en un intercambio estudiantil, conoció por primera vez a Lucien Black, desde entonces se enamoró de él y lo persiguió hasta conseguir convertirse en su esposa, quién iba a pensar que las cosas resultarían tan mal

Angelina era la adorada hija de un matrimonio acaudalado inglés, ella era su princesa y su única heredera, pero ella se reveló a ellos cuando se opusieron a su matrimonio con el segundo joven amo de la familia Black, los Black eran muy adinerados eso era verdad, pero los Di Monti, poseían títulos nobiliarios desde sus antepasados, su gran fortuna y su alto prestigio estaba por encima de la familia estadounidense a la que su hija se había unido

Angelo Di Monti, era un hombre maduro con un temple de acero, el elegante hombre era estricto en cuanto a la integridad moral y sus responsabilidades como el cabeza de familia que era, si por él fuera, su amada hija jamás se habría involucrado con esa familia mucho menos con ese hombre inmoral cómo lo era Lucien Black

— Cariño, vendrás a casa ¿cierto? mi avión privado ya está en camino por ti, tu madre y yo... tú madre y yo — al frío Ceo, se le hizo un nudo en la garganta, recién estaba enterado por las noticias parte de la cruel vida que su hija había estado padeciendo en la familia Black — te estaremos esperando en casa, Angelina, recuerda que ya no tienes nada que temer, papá está aquí para defenderte... ¡si yo hubiera sabido antes lo que esos miserables te hacían vivir... los habría destrozado por haberse atrevido a maltratar a mi adorada hija!

Al día siguiente, Angeline, ya tenía listo el poco equipaje que llevaría al vuelo hacía Inglaterra, observaba todo despidiéndose del lugar, más los timbrazos de su amiga Diana Foster, la sacaron de sus pensamientos, ella era siempre tan ruidosa

— ¡¿Cómo que te vas a Inglaterra y piensas abandonarme aqui?! !tú si que eres una mala amiga! ¡¿no se te ocurrió pensar que tal vez querría acompañarte?! — Diana, cruzó los brazos y bufó molesta

—Diana, sabes que eres mi mejor amiga y te quiero, pero tú tienes tu vida y tu negocio aquí, sé que te a costado mucho esfuerzo posicionarte, por eso no puedo ser tan egoísta y arrastrarte conmigo, además, necesito estar con mis padres y reponer estos dos años que hemos estado separados, los he extrañado muchísimo ¿sabes? además no creo que quieras estar presente cuando le de la noticia de mi embarazo a mi padre ¿verdad?

— ¡Ay noooo, el señor Di Monti, es tan aterrador e intimidante! —dijo la bella empresaria — que los angeles te bendigan y desde aquí te echo porras, solo cuídate mucho sí, te prometo que pronto te iré a visitar a ti y a mi sobrino

Las amigas se despidieron con un abrazo, Angelina jamás iba a olvidar lo que había echo por ella, el Uber ya la estaba esperando, subió al auto y respiró hondo, su nueva vida estaba comenzando

En menos de nada se encontraba volando en el lujoso avión de su padre, dónde era atendida como una reina, tuvo tiempo de de sobra para recapitular su patetica vida al lado de Lucien, cómo el amor que sentía por el la había cegado hasta tal punto de permitir ser lastimada emocional y físicamente

Después de un largo vuelo, Angelina llegaba por fin a su país natal Inglaterra, al bajar del avión un lujoso auto ya la esperaba para llevará a casa, ella recorría con la mirada las calles que la habían visto crecer, hasta el aire que respiraba se sentía diferente

Media hora después, en una de las zonas más exclusivas de la ciudad, el coche se detuvo frente a una enorme mansión que tenía todo lo que te podías imaginar y hasta más, el lujo aquí era impresionante, Angelina, recorrió su hogar con añoranza, de pronto en la puerta de la entrada principal, sus padres estaba ahí esperándola

La bella joven, corrió hacía ellos, los tres se fundieron en un fuerte abrazo, por fin volvían a estar juntos cómo la familia que eran, cuando el padre de Angelina, la vió llorar tan desgarradoramente, el la besó en la frente y la abrazó con fuerza

— Ya todo está bien, cariño, ya estás en casa... aquí estás a salvo