CEO: Matrimonio arreglado romance Capítulo 16

Narra Katherine.

Cinco meses después.

Nos encontramos en la recepción de la boda de mí hermano e Isabela. Ambos lucían felices y enamorados. Estaba realmente felices por ellos.

Liam y yo habíamos estado casados durante cinco  meses y la gente ya preguntaba por los niños todo el tiempo. Él y yo nunca habíamos hablado realmente de niños. Sabía que tomaba la píldora y nunca me había pedido que dejará de tomarla. Supuse que ambos necesitábamos más tiempo para conocernos y disfrutar de nuestro matrimonio. Él me preguntó que deseaba hacer ahora en adelante, la costumbre o tradición era que las mujeres fueran solamente esposas, la mayoría en Jefferson solo se dedicaban a ser madres y constantemente se involucraban en fundaciones sociales.  Muy pocas iban a la universidad, yo no quería seguir esa tradición, quería superarme primero, así que le dije a Liam que ingresaría a la universidad a estudiar Negocios Internacionales, él por supuesto me apoyo, me dijo  que no esperaba menos de mí, que él sabía que no seguiría las reglas de la ciudad y que eso le encantaba de mí. Sonreí ante sus palabras.

Me senté con Cinthia a conversar mientras veíamos a la pareja de ahora esposos bailando. Mí amiga recién se había comprometido con Dylan, estaba muy feliz, nos relajamos   y bebimos  un poco  de champán.

—Tu esposo es un adicto al trabajo. Últimamente no lo veo sin su celular —murmuró Cinthia.

Seguí su mirada hacia Liam que estaba con mí papá, el señor Brown y mí hermano quien ya estaba descansando después de bailar, pero estaba escribiendo en su celular. La piel de gallina estalló en mi piel y mi coño se tensó con anticipación. Liam buscó mi mirada antes de señalar con el dedo su teléfono. Antes de venir a la boda, me coloqué un juguete sexual que recién habíamos comenzado a usar, se trataba de un diminuto dispositivo que se colocaba en la vagina, este era controlado a través de un control remoto o aplicación móvil.

Una suave vibración se extendió por mi coño. Mis músculos se tensaron involuntariamente alrededor del pequeño vibrador de bala a control remoto enterrado profundamente dentro de mí. La estimulación estaba en el nivel más bajo, un sabor dulce de lo que estaba por venir. La primera vez que Liam me pidió que me pusiera un juguete sexual mientras estábamos en una función social, me aterrorizaba que alguien se enterara, pero pronto descubrí las ventajas de nuestro pequeño secreto. El vibrador era tan silencioso que nadie lo notaría en una fiesta ruidosa, e incluso si escucharan el sonido, nunca pensarían que la sofisticada esposa del CEO tenía un vibrador en su coño y que su equilibrado esposo estaba controlando para conducirla al borde de la locura y el placer.

Cinthia me miró interrogante. Me preguntó si estaba bien. Me reí y apreté los puños cuando la vibración se hizo más intensa.

—Lo estoy, iré a buscar a mí esposo —le dije nerviosamente. Él estaba hablando con mí padre aparentemente ajeno a lo que estaba haciendo, pero una de sus manos estaba metida casualmente en sus pantalones, controlando mi vibrador, mi lujuria y con ella todo mi cuerpo—.Cariño vamos a bailar—le dije cuando me acerqué.

Él  me tocó la espalda desnuda y el mínimo contacto de piel con piel intensificó las sensaciones en mi cuerpo.

—¿Estás bien? Te ves sonrojada—preguntó mí padre.

Los labios de Liam se crisparon y, como si fuera una señal, aumentó la vibración. Tragué, mi vientre se apretó. La humedad se acumuló entre mis piernas y mi clítoris ansiaba atención.

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