(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 24

Me encanta tocarlo, me fascina besar sus labios, cuello, pecho o para decir en palabras simples, me fascina besar cada parte de su cuerpo como también escuchar sus suaves suspiros.

A penas son las cuatro y ya habíamos conseguido acabar con un ambiente dulce, todo gracias a que ahora las mariposas y flores de colores se quemaron por completo, mi cuerpo se sentía caliente, sentía que debía quitarme algo de ropa o me quemaría vivo, sin embargo, se la fui quitando a él primero, ya que él debía estar peor que yo.

Levanté su polera, baje sus pantalones al igual que su ropa interior todo con tal de recostarlo con las piernas abiertas en el sofá, sus mejillas estaban teñidas de rojo tras poner una de sus piernas sobre el respaldar del sofá mientras que la otra se mantenía apoyada en el suelo, yo estaría igual si me tuvieran así de abierto por lo que antes de que cerrara sus piernas, me acomodé entre ellas para repartir besos por todo su cuerpo. Esto lo hacía de forma lenta, yo no tenía prisa a pesar de estarme quemando por dentro, aunque claro, luego de quitarme la camiseta de tirantes que llevaba puesta me sentí mucho mejor o por lo menos había disminuido el calor.

Quizás lo que me vuelve loco no es su cuerpo en sí, más bien son sus suspiros que al incorporar gemidos me vuelven simplemente loco, claro que también tiene una parte de culpa su cuerpo, sinceramente me resulta irresistible la forma en la que su perfecto cuerpo se entrega a mí, por ello me aproveché del momento e hice lo que hasta ahora no me ha dejado devolverle.

Su cuerpo temblaba al nada más mis labios acercarse a su ombligo, claro que también se tensó cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo, pero claro, antes de ser rechazado metí su miembro en mi boca, quería devolverle lo que él me había hecho aquella mañana y esta era mi oportunidad, sus manos no tardaron en enredarse en mi cabello e iba tirando un poco de ellos mientras movía de manera inquieta su cuerpo.

Sus labios suspiraban para mí, estaba temblando y cuando apretaba su erección con mi boca él gemía de forma suave a la vez de preocupada, yo sólo buscaba hacerlo sentir bien por ello jugué con aquella parte de su cuerpo un buen rato, roce mis dientes en la cabeza de su pene notando como su piel se erizaba, esto me resultaba fantástico por ello me detuve para acercar mis dedos a su entrada, claro que primero humedecí mis dedos en mi boca para seguido continuar con la mamada que le estaba regalando, pero también acercaba mis mojados dedos a su agujero.

Al principio sólo me aferraba a su pene, quería hacerle parecer que no introduciría nada por ahora, sin embargo, cuando logró relajarse un poco introduje un primer dedo que realmente logró tensar cada músculo de su cuerpo, lo sé porque apretó mi dedo con cierta fuerza y relajarlo fue un poco difícil cuando estaba a punto de correrse.

–Andrew...– suspiré levantando su pierna derecha para que volviera a reposarla por encima del respaldar, no quería que me cerrara sus piernas aún, por ello debía abrirlo– ufff...– dije acercando mi lengua a sus huevos.

–ngh... Nathan... p-pa...– introduje un segundo dedo que seguía al primero con tal de sincronizar sus movimientos, tenía que abrirme espacio antes de comenzar a conseguir mi premio– agh... ¡Nathan...! – tiró un poco más fuerte mi cabello.

–Dime si te gusta bebé...– dije antes de lamer la punta de su miembro–.

–Sí... s-si me gusta... – acarició mi cabello– ngh... tus dedos...– suspiró– tu boca...– cerró un poco sus piernas, pero luego lo corrigió abriéndolas al instante– sólo contigo me siento tan caliente...– me confesó por lo que me hizo muy feliz escucharlo.

–¿A si...? – pregunté abriendo y cerrando mis dedos dentro de él– dime más, dime todo lo que te gusta.

–hmm... ngh...– gimió mientras mi boca la mantenía otra vez ocupada.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) ¿Enemigos o amantes?