(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 25

Cuando por fin lo hicimos caminamos juntos hasta el cuarto de baño de la habitación principal para ducharnos juntos, no sobrepasamos las caricias, ahora todo era con delicadeza y ternura por ello no acabamos haciéndolo por segunda vez, simplemente nos besamos y acariciamos con gentileza, así hasta salir de la ducha. Sentí un poco de hambre por ello preparé algo de comer mientras él recogía todo de la sala de estar, preparé una pizza utilizando una masa precocinada, claro que los ingredientes de encima los hice yo logrando sentir mucha más hambre cuando probaba el aliñado, pero logré controlarme hasta que puse la pizza en el horno, caminé hasta la sala de estar viendo como Andrew terminaba de recoger todo, no había rastro de nuestra pasión en el sofá.

–Oye...– dije acercándome a su cuerpo manteniendo la sonrisa en mis labios, no quería dejar de sonreír en un momento tan lindo cómo esté, de todas formas, ha dicho que me quería y eso significa mucho para mí– tu... ¿Quieres dejar de ser mi novio falso?

Andrew rió– pero si de falso ya no tenemos nada– dijo en un tono divertido– aunque sí, me encantaría dejar de decirle falsedad a nuestra relación– acaricié su mejilla–.

–Entonces... ahora eres completamente mío...– dije a medida que rozaba mis labios en los suyos, Andrew suspiró sobre mis labios asintiendo repetidas veces con la cabeza.

–Sí... soy tuyo...–suspiró en un tono excitado, por ello apreté su trasero queriendo hacerlo de nuevo– y tú mío...– agregó mordiendo mi labio un par de segundos mientras sonreía.

–hmm...– lamí su labio inferior– entonces tendrás que satisfacer mis deseos para que no busque en otro lado...– rió y me besó de forma dulce.

–Qué lástima, no pienso hacerlo– me sonrió– así que, si quieres buscar en otro lado, adelante, pero no vuelvas.

–uh... eso no me gusta– lo besé– eres tan lindo Andrew Price...– dije de forma más seria dejando los juegos.

Andrew me sonrió con cierta timidez, los piropos consiguen que sus mejillas se pongan un poquito rosadas, se ve adorable por lo cual me dan ganas de comérmelo otra vez.

–Y tú eres muy sexy Nathan Stewart, además de guapo...– me besó de manera corta– tienes todo lo que me gusta de un hombre.

–Ufff... harás que me sonrojé– bromee por lo que él rió abrazándome, era muy gratificante abrazarlo, me hacía sentir muy bien ser abrazado a la vez que lo abrazaba, estábamos parados en medio del salón simplemente abrazados, esto sin duda no quería cambiarlo por nada en el mundo, me sentía demasiado feliz estando a su lado por lo que no quería pensar en un final para nuestra historia, quería pensar que sólo habrá cosas buenas en nuestro futuro.

¿Por qué habría de pasar algo malo si se veía de sobra que queríamos estar juntos? Por lo menos yo tenía muchas ganas de estar con él, no sé si en el futuro seguiré queriendo lo mismo, pero por ahora sólo quiero poder ver su rostro, tocar su cuerpo y escuchar lo que tenga que decirme. Joder, vaya gilipollas estoy hecho, pero ¿Qué más puedo hacer? No quiero que se aleje de mí, el sólo hecho de pensarlo me provoca terror.

Pero ya basta, cuando lo abrazo no quiero sólo pensar en esto, no va con mi estilo pensar todo el tiempo en estos extraños sentimientos, por ello cuando nos separamos busqué una forma para continuar con nuestros juegos, así hasta que la pizza estuvo lista y mi apetito aumentó de manera considerable gracias a que estaba prácticamente vacío ¡Moría de hambre! Sólo besos y abrazos no me llenarían el estómago, aunque si debo escoger mi muerte espero que sea gracias a sus labios, sería tan romántico -risas internas- lo malo es que me gusta observarlo, no quisiera que por razones inexplicables ya no pueda hacerlo.

–¿No deberías cuidar tu figura? – pregunté viendo como ambos queríamos comernos el último trozo que quedaba, Andrew me sonrió apoyando sus brazos en la mesa– como soy buena persona me lo comeré yo por ti– dije acercando el plato de la pizza más cerca de mí.