(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 27

*Por la mañana*

...Narra Nathan...

Ahora que tengo una razón para asistir al instituto, no me despierto tan somnoliento, cuando escucho la alarma sonar inmediatamente abro mis ojos sabiendo que podré estar con mi novio, por ello llego más temprano de lo normal notando que todo el mundo está muy cansado, he visto a varios alumnos bostezar en los pasillos y a otros arrastrando sus pies a medida que caminan, supongo que no tiene una razón como yo, por eso no están animados ante la idea de ser lunes. No sé desde cuándo me gustan los lunes, pero ¡Qué felicidad! Andrew estaba en el salón hablando por teléfono con alguien, sin embargo, cuando me vio me dedicó al instante una sonrisa, yo me acerqué a él esperando a que finalizará su llamada antes de besarlo, pero él me besó de forma dulce antes de continuar hablando ¿Cómo no habría de sonreír como idiota? Apoyé mi codo en la mesa observándolo embobado, no dije nada, solamente observé cada detalle de su rostro diciéndome una y otra vez un "Es perfecto" sus facciones, la suavidad de su piel, la calidez de sus labios, el brillo de sus ojos, todo aquello es perfecto y consigue gustarme mucho más de lo que yo puedo soportar, me encanta la idea de ahora poder decir con seguridad un "mi novio".

–No lo sé, bueno, pero...– iba diciendo mientras yo lo observaba, me miró de reojo sonriéndome– ok, debo irme, sí, yo le digo, bye– colgó, ahora toda su atención la tenía yo.

–Buenos días, señorito– dije acercándome a sus labios notando como al instante sus labios dibujaban una sonrisa–.

–Buenos días...– suspiró sobre mis labios con la respiración un poco agitada–.

–¿Con quién hablabas? – le pregunté a medida que pasaba mi mano por su mejilla, me encanta la sensación que me da al tocarlo, es tan suave...

–Con mi padre– respondió con una sonrisa– ¿Quieres venir a cenar? Papá ha hecho unas reservaciones en un restaurante para esta noche, me ha dicho que te invitara.

–No lo sé...– dije agobiado ante la idea de molestar a sus padres.

–Quiere que te integres más, eres mi novio por lo cual te consideran parte de la familia– le sonreí– además– se levantó de su asiento para sentarse sobre mis piernas, mis manos inmediatamente se posicionaron en sus nalgas, me encanta apretarlo con mis manos, sobre todo porque sólo yo tengo el derecho de hacerlo– yo quiero que estés ahí...– envolvió mi cuello con sus brazos– ¿Qué tal si mis ojos se desvían hacia otro lado?– lo miré divertido– puede ser considerado como infidelidad.

–Supongo que tendré que ir...– dije introduciendo mis manos dentro de su pantalón, su cuerpo estaba a la temperatura perfecta para calentar mis manos, aunque claro, Andrew se sonrojó por mis acciones, además que estamos en el salón, ahora mismo no hay nadie, pero en cualquier momento alguien podría entrar.

–P-Para... aquí no...– dijo casi en un suspiro.

Lo miré de forma neutral, solamente quería mirar como sus mejillas estaban rosadas de la vergüenza, además de aquella sonrisa que me dedicaba, era extraordinario ver cómo sus pupilas se dilataban, yo podía verme reflejado en ellas y me resultaba raro, me gusta mucho, Andrew tiene una mirada que me derrite por dentro, es una dulce, una que sólo él puede dedicarme con aquellos ojos que brillan casi tanto como el Sol. Por supuesto que al quedarme quieto y en silencio lo preocupó un poco, Andrew acarició mi mejilla pregúntame si todo estaba bien, yo le sonreí tranquilizando sus inquietudes, pero no sólo hice eso, también lo besé utilizando mi lengua, Andrew suspiraba dentro de mi boca, aún más si mis manos continuaban apretando su trasero como si ambas nalgas fueran una pelota antiestrés.

Su cuerpo se estremecía, tenía miedo de ser descubierto por alguien más, pero aun así Andrew me dejaba besarlo y tocarlo más de la cuenta. Mi corazón saltaba de alegría, me siento afortunado de haber logrado cumplir mi mayor sueño que consideré imposible, estaba teniendo en mis brazos lo que había añorado por años, estaba lleno de felicidad, sentía que esto era demasiado bueno para ser real, cuando corté el beso un hilo de saliva nos unía, Andrew jadeaba sonrojado aún sobre mis piernas, corté el hilo con mi lengua consiguiendo que bajara la mirada, avergonzado, es tan lindo...

–Nathan...– insistió por lo cual lo abracé subiendo mis manos hasta un lugar más moderado, quería sentir su cuerpo cerca del mío por ello no quería que se levantara de mis piernas, me sentía en las nubes cuando él estaba cerca de mí rozando mi piel o directamente chocando su acelerada respiración con la mía.

–Te quiero...– le susurré al oído mientras lo abrazaba, sus brazos me apegaron a él con más fuerza.

–Yo también te quiero...– me respondió, podía sentir los latidos de su corazón sincronizarse con el mío, sus latidos eran casi tan rápidos como lo eran los míos.

Creo que podría pasar horas abrazándolo, pero claro, llegamos a un punto en donde debía separarme por culpa de los terceros, aquellos que interrumpían mi momento con mi novio, además una inspectora de pasillo nos obligó a separarnos tras no estar cumpliendo las normas del establecimiento, no podíamos estar tan apegados por lo cual Andrew volvió a su asiento y yo continuaba con ganas de tocarlo.

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