(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 26

Tras despertar me sentía demasiado tranquilo, era como despertar en un sitio donde me sentía 100% cómodo, en efecto era así, me sentía cómodo y bien acompañado; cuando giré mi cuerpo con tal de verlo me sentí feliz, Nathan se mostraba tranquilo y muy sereno, me alegraba despertar junto a él, por ello no tuve prisa en despertarlo a pesar de no saber qué hacer, levanté mi cabeza un poco tratando de ver el reloj ~12:30~ hemos dormido lo suficiente como para recuperar las horas de sueño que nos saltamos en la noche, claro que la idea de levantarme no me provocaba mucha felicidad, al contrario.

Hoy se supone que regresaremos, me gustaría repetir esto, aunque sea una vez al mes, de todas formas, me la he pasado muy bien, he podido jugar, divertirme a su lado y disfrutar de su experiencia ya sea dentro o fuera de la cama, esta escapada me ha encantado lo suficiente como para tenerme encantado de la vida, la sonrisa del rostro no me la puede borrar nadie, aunque ¿Quién podría hacerlo? Estamos a kilómetros del pueblo más cercano, a media hora de la ciudad si es que pisamos el acelerador a fondo, entonces ¿Quién podría borrar mi sonrisa? Nadie, este era el momento más feliz de mi vida y nadie podría arruinarlo.

Recosté mi cabeza en su pecho y comencé a realizar círculos con mi dedo índice mientras Nathan continuaba dormido, su pecho estaba expuesto tras las sabanas mantenerse cubriendo de nuestro ombligo hacia abajo, deposité un beso en su pecho sintiendo como su brazo izquierdo me acercaba a su cuerpo gracias a que su brazo me mantenía envuelto, esto era tan gratificante que no podía volver a dormir, quería verlo descansar, se veía completamente diferente a como cuando está despierto, su rostro es neutral y bastante sereno, su atractivo aumenta de una forma que ante mis ojos lo hace ver tierno, no cabe duda de que me gusta mucho verlo dormir.

Por otro lado, no pensaba moverme, hacia el suficiente frío como para tenerme temblando cuando sacaba un pie fuera, el control de la calefacción estaba encima del mueble que sostenía la televisión, es decir, si quería calentar la habitación debía moverme y justamente eso era lo que no quería hacer. Claro que luego de un rato me entraron ganas de ir al baño, el frío estaba haciendo que tuviera fuertes ganas de orinar, por ello me levanté y cuando puse un pie fuera de la cama sentí como mis pies se congelaban, hacía mucho frío, fuera había un poco de nieve por ello era totalmente normal sentirme de aquella forma, por suerte duró unos tres minutos nada más, ya que, al levantarme pude aprovechar y encender la calefacción de la casa, las paredes y suelos de la segunda planta se estaban calentando, eso me ayudó a permanecer tanto tiempo en el baño, al principio solamente hice mis necesidades biológicas, pero luego me lavé los dientes y hasta tomé un baño, claro que cuando te duchas a eso de las cinco de la mañana no tienes mucho que limpiar, mi cabello estaba perfectamente limpio por esa razón sólo mojé mi cuerpo.

Más tarde me puse algo de ropa, cuando la calefacción está activada se puede andar incluso con short dentro de la casa por ello permanecí así, bajé a la primera planta y encendí la calefacción también, sólo que su control era manejado con una Tablet incrustada en la pared cerca de las escaleras, únicamente teniendo la casa más calentita pude preparar algo de comer mientras Nathan aún descansaba. Preparé un desayuno nutritivo utilizando frutas y tostadas, habría hecho waffles de no ser por la inexistencia de estos, es decir, no había de aquellos congelados, por lo cual no sé hacerlos desde cero.

Lo cierto es que no sé cocinar, puedo sobrevivir, pero preparo lo básico, además nunca he necesitado preparar mi propio alimento ¿Cómo habría de aprender? Aunque según lo que Nathan ha demostrado tiene talento en el ámbito culinario, después de todo ayer cocinó todo lo que comimos y estaba delicioso, de no ser por mí falta de sueño de seguro él habría preparado algo delicioso para desayunar, aunque ya son casi las 1 de la tarde ¿Deberíamos almorzar? Yo muero de hambre, no creo poder esperar el almuerzo, de hecho, me comí una manzana para calmar mi hambre, pero cuando regresó subí las escaleras corriendo con tal de despertar a Nathan, quiero comer y para eso necesito que despierte.

–¡Venga ya es hora de levantarse! – dije sentándome sobre su cuerpo– Nathan despierta– dije dando saltos– Nathan, Nathan, Nathan– fui diciendo mientras daba saltitos sobre su abdomen, era como montarlo, pero sin tenerlo dentro de mí y sin estar excitado.

–Joder...– se quejó– cinco minutos más, por favor– pidió tratando de ocultarse bajo las sábanas.

–No, nada de eso, tengo hambre– abrió sus ojos y sonrió.

–¿Y...? – fue diciendo en un tono divertido– ¿Quieres comerme a mí? – le sonreí.

–Tentador, pero no, quiero comer algo que me dé energías, no que me las quite como lo haces tú–me quité de encima de él– Venga, rápido...

–Ya voy...– dijo levantándose.

–Te quiero abajo en cinco minutos– dije saliendo de la habitación mientras él entraba al baño aún medio dormido.

La verdad es que el día pasó volando, quizás si nos hubiéramos despertado más temprano no habría sentido que me faltan horas para pasar con él, pero supongo que dos días a solas es suficiente, ahora seguimos estando juntos, sólo que sabemos que mañana ya no estaremos tan apegados como lo estuvimos ayer y hoy, me siento realmente triste por tener que irme de su casa, sin embargo, ya nos veremos mañana en clases, por otra parte ¡Que frío hace! Subirme a mi auto fue horrible, sobre todo por lo frío que estaba su interior, por suerte tras encender el motor pude prender la calefacción y calentar un poco mi auto antes de recorrer todo lo que me deparaba en el trayecto.

Separarme de los labios de Nathan me resultó difícil, sobre todo porque con él me sentía cálido, sus brazos me daban el calor suficiente, pero bueno, no es como si no nos volviéramos a ver nunca más, sólo debemos pasar la noche separados y ¡Boom! Podremos estar juntos de nuevo, no es tan malo, de todas formas, mi cuerpo podría descansar de sus incansables y sofocantes caricias que encendían la llama de mi interior, mi cuerpo se siente un poco cansado por todo lo que nos hemos divertido, no obstante, podría seguir por muchos días más de no ser por mis obligaciones como estudiante.

—Ya llegué ♥—

Le escribí cuando estacioné mi auto en el garaje de mi casa, Nathan insistió en que le dejara un mensaje en cuanto llegara a mi casa, de todas formas estaba preocupando por el tema de los resbalosos caminos congelados, en varias ocasiones mi auto perdía su trayectoria, pero sabía cómo solucionarlo por ello no sentí miedo cuando se giró más de la cuenta hacia la izquierda justo en un peñasco; claro que no veo necesario decirle sobre ese tema, de seguro se preocupa más de la cuenta, de todas formas él fue quien insistió en que me quedara un poco más, lo que consiguió hacerse de noche y es peligrosos salir de noche con un clima bastante malo, sobre todo por la niebla que se formó de la nada cuando estaba conduciendo cerca de los peñascos, la sufrí bastante, pero estoy bien.

Cuando llegué a mi cama me sentí muy animado, sabía que pronto estaría a su lado si es que conseguía dormirme, además Nathan me hace sentir una barbaridad de emociones que me logran mantener feliz, con él me siento bien, ahora más que nunca, de todas formas, somos ¡Novios! Quisiera decirle a todo el mundo que estoy en una relación con el chico más guapo y atento que pueda existir, porque, aunque no lo parezca, Nathan es atento conmigo, sobre todo cuando tenía hambre o cuando tenía frío, qué alegría, quiero verlo ya...

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: (COMPLETO) ¿Enemigos o amantes?