(COMPLETO) My F*ucking Hot Boss romance Capítulo 44

Despierto gracias a los rayos del sol que entran por una pequeña abertura en la cortina y dan directo en mi cara. Mi cuerpo se siente tenso, por todas las vueltas que di sobre la cama la noche anterior sin poder conciliar el sueño. Estiro mis brazos y piernas para aliviarlo un poco y me siento sobre la cama. Miro a mi lado, Nicholas no está.

–¡Despierta y brilla, solecito!

Dice Sam entrando de golpe a la habitación.

–Buenos días torbellino.

Ella se acerca hacia mi y se deja caer sobre la cama, a mi lado.

–¿Lista para él gran día?

Hoy, es el día de mi boda. Hoy me casaría con el hombre de mi vida.

–Más que nunca.

Le guiño un ojo y me quito la sabana de encima para dirigirme al baño. Me despojo de mi pijama y abro el agua de la regadera para que comience a caer sobre mi cuerpo, llevándose cualquier rastro de los nervios que pase toda la noche.

Cuando salgo con mi cuerpo envuelto en una toalla, Sam está sentada sobre la cama junto a la gran bolsa que contiene mi vestido. Ella saca de detrás suyo una pequeña bolsa de plástico y me la entrega. La curiosidad me gana y termino por abrirla en cuanto llega a mis manos, descubriendo que se trata de un conjunto de lencería blanco en su totalidad.

–¿Esto es una broma?

Ella me sonríe con una chispa de travesura en sus ojos.

–Será una noche de bodas para recordar.

Me guiña un ojo sin que su sonrisa desaparezca.

–¡Por supuesto! Todos recordarán la boda en la que la novia llegó cortada en trozos por su propia lencería. ¡Esto es diminuto, Sam! Y luego, ¿que es esto?¿por qué la panti tiene un maldito agujero?

Analizó la prenda con un gesto extrañado, realmente no quiero ponerme esto.

–Aaay no seas exagerada, Alyssa. Te quedará increíble y Nick va a volverse loco.

Bueno, eso es seguro.

–De acuerdo.

Termino por acceder y comienzo a colocarme el conjunto seguido de un camisón.

–Bien y ahora...manos a la obra.

Frota sus manos y su sonrisa de diablo aparece en su bello rostro. Me toma de la mano y me arrastra hasta el tocador y me sienta en el banquillo frente al espejo. Cepilla mi cabello y luego lo seca con el secador, lo cepilla nuevamente y pasa el alisador. A través del espejo veo sus manos moverse rápidamente y con agilidad, ella está extremadamente concentrada en su obra maestra.

–Yyyyyy...¡listo!

Sam ha atado mi cabello en un chongo bajo inclinado hacia mi lado derecho, dejando unos cuantos mechones sueltos, haciéndolo ver casual. Saca una gran bolsa con cosméticos y la miro con los ojos bien abiertos.

–Sam, ¿no quedamos que seria algo sencillo?

La veo rodar los ojos por el reflejo del espejo.

–¡Y lo será!, ¿podrías confiar en tu querida cuñada, por favor?

No, no puedo.

La quiero demasiado pero en cuanto a gustos...ella es muy extravagante, le gusta llamar la atención y aunque sé que hoy es un día especial y debo brillar como nunca antes, no sé si quiero hacerlo al estilo de Samantha Lowel.

Verifica el captcha para leer el contenidoVerificar