Nick me toma de la mano y se echa a correr pasando de largo a Sam, cuando llegamos al final de la escalera puedo sentir la furia de Nick sobre mi mano al ver a Corrine prácticamente arrastrando a Luca hacia la puerta.
–¿Que carajo crees qué haces?
Nicholas se impone frente a ella y Corrine aprieta su agarre en el niño, provocando que éste suelte un grito.
–Papi, no me quiero ir.
Nicholas se acerca a su hijo y lo toma en brazos, pero su madre aún lo tiene por el brazo.
–Suéltalo.
–Es mi hijo, Nicholas, así que me lo voy a llevar.
–Lo único que te une a él es la sangre. ¿Tengo que recordarte la orden de restricción en tu contra? No puedes acercarte, ni a mi ni a ningún miembro de mi familia, nunca más.
Hace casi un año, poco tiempo después de haber vuelto de Australia, Luca empezó a venir a casa con algunos moretones en el cuerpo y después de varias sesiones con un psicólogo, por fin nos contó que la pareja de su madre lo golpeaba y ella simplemente lo veía sin hacer nada. Fuimos a juicio por la patria potestad y conseguimos no sólo la tutela de Luca, sino también una orden de restricción para Corrine y varios años de cárcel para el tipo.
–Nick, no puedes hacerme esto...él es mi hijo.
La rabia comenzó a inundar mis venas ante esas palabras.
–¿Y lo que tú le hiciste a él?
Escupí sin más. Puede que Luca no tuviese mi sangre, pero era hermano de mis hijos y el primogénito del hombre que amo, lo quería como a si hubiese salido de mi y un niño tan hermoso como él no merecía haber sido tratado así.
–Dejaste que lo golpearan, Corrine. No sé cómo es que tienes tan poca vergüenza como para venir aquí y hacer esta clase de escenas cuando ya se te han revocado todos y cada uno de los derechos que pudieses tener sobre Luca.
–Cierra la boca, maldita zorra. Este no es tu asunto.
–Se volvió mi asunto hace ya bastante tiempo, la que ya no tiene lugar aquí eres tú.
Corrine por fin había soltado a Luca, así que Nick lo alejo de ella y lo puso en el suelo. Él instantáneamente corrió hacia mi, me tomó de la mano y se puso detrás de la falda de mi vestido.
–No pienso hablar más de este asunto. Lárgate de aquí o llamo a la policia.
Sentencia Nick, su rostro es severo, sus labios están en una fina línea irradiando su molestia.
–Yo no me voy...sin él.
Señala con el dedo a Luca y le lanza una mirada que hasta a mí me hubiera hecho temblar si no supiera qué perro que ladra no muerde.
–Ma, no dejes que me lleve.
Luca se aferra aún más a mi y puedo ver el miedo en su rostro y su cuerpo temblar ligeramente. Solo él sabe por todo lo que tuvo que pasar además de los golpes.
Corrine hace un ademán de avanzar hacia nosotros pero Nick la detiene por el brazo y la arrastra hasta la entrada, justo como ella llevaba hace unos momentos a Luca.
–Lárgate de aquí y no te quiero volver a ver cerca de mi familia o juro que te voy a refundir en la cárcel.
Nick la avienta hacia fuera y cierra de un portazo, camina rápidamente hacia nosotros y se agacha frente a mi para estar a la altura de Luca.
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