Contra El Mundo Por Ella romance Capítulo 13

A Nicole se le congeló todo el cuerpo. «¿Esto es lo que significa cuando se dice: "El mundo es pequeño"?»

Colton miró a la mujer que tenía delante, que parecía un poco asombrada. Vestida de forma diferente a las dos veces anteriores, llevaba un ligero maquillaje mientras se mantenía elegantemente erguida, con un aspecto algo más refinado que la última vez que se vieron.

-¿Lisa? -Elevó un poco su tono de voz con una nota de interés. «Recuerdo que el niño me dijo que su madre iba a venir hace un momento. ¿Podría esta mujer ser Lisa? Qué interesante. ¡Ahora se han confabulado para intentar engañarme!»

Al oír su voz, Nicole se apresuró a componer sus rasgos.

-Sí, así es. Encantada de conocerle, Presidente Gardner.

Colton se levantó de su asiento. Su figura era alta y esbelta, mientras que su piel era pálida e incluso un poco translúcida a la luz del sol. Curvando los labios en una

sonrisa significativa, respondió:

-No tienes que ser tan cortés. Nos conocemos desde hace mucho tiempo, después de todo. -«Nada más llamar el chico se presentó, haciéndose pasar por Lisa. Bueno, tengo que decir que esta mujer es en verdad muy ingeniosa; ¡no esperaba que fuera capaz de enterarse de que Lisa vendría hoy a la Corporación Gardner!»

«Uh...» Nicole se quedó un poco sin palabras. «No esperaba que fuera el presidente de la Corporación Gardner. ¡Maldición! ¡Debería haber hecho los deberes al volver al país!»

—Has dicho que eres Lisa, pero ¿tienes alguna prueba que lo demuestre? -Su voz era algo fría, y su alta figura le hizo bajar la mirada mientras miraba a Nicole.

Nicole sacó su placa de trabajo del bolso y se la entregó a Colton.

-Esta es mi placa de trabajo. Puedes echarle un vistazo.

Sin embargo, en su interior se dijo una y otra vez: «Es un cliente, y el cliente siempre tiene la razón. Cálmate, Nicole. No pierdas los nervios...»

Cuando Colton vio cómo la guapa mujer que tenía delante se ponía un poco roja con una mirada de ira reprimida, su corazón se levantó de golpe. Bajó la cabeza, lanzando una mirada a la placa de trabajo antes de decir lánguidamente:

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