Al volver a casa, Nicole pensó en lo sucedido, lo que la enfureció aún más. «Pensar que todavía se negaba a creerme después de enseñarle mi placa de trabajo».
Al final, sin embargo, decidió olvidar el asunto. Después de todo, volvería a encontrarse con Colton en la cena anual de F&M Apparel varios días después. Con Zachary testificando por ella para entonces, era imposible que Colton siguiera dudando de su identidad.
En comparación con la enfadada Nicole, Hayden estaba hoy de un humor inusualmente brillante. Estaba sentado en el sofá, viendo la televisión con toda la sonrisa en la cara. Curiosa, Nicole lanzó una mirada a su hijo.
—¿Qué pasa? Pareces tan feliz.
-Nada. -Hayden negó con la cabeza mientras cambiaba su mirada del televisor a su madre. «Lo que he dicho hoy hará que Colton se haga la prueba de paternidad de ADN. Así tendré un padre, ¡y un padre guapo y poderoso! Lo más importante es que he investigado las relaciones de Colton en los últimos años. Nunca ha tenido ninguna otra mujer a su alrededor que no sea Queenie Anderson, a la que siempre ha mantenido a distancia sin importar la ocasión. Yo diría que un hombre tan casto apenas es bueno para mamá».
Nicole tampoco pensó mucho en ello; solo supuso que Hayden acababa de ver algo interesante en la televisión. Mirando a su hijo, le preguntó:
-Zachary vendrá en unos días. ¿Quieres verlo? -Recordó que Zachary le había dicho que llegaría al país un día antes de la cena anual, y que Hayden siempre se había llevado bien con él.
-¿Zachary? ¿Te refieres al Sr. Yates? -Los ojos de Hayden se iluminaron y se incorporó de inmediato-. ¿Viene aquí para verte, mamá?
Nicole le corrigió:
-No, no viene a verme a mí; viene a asistir a la cena anual de F&M Apparel.
-Oh.- El rostro de Hayden cayó con una pizca de decepción, y sus ojos negros, en un inicio brillantes, se apagaron. Hundiéndose de nuevo en su asiento, miró a Nicole con las mejillas hinchadas, murmurando-: Todo fue culpa tuya, mamá. Han pasado dos meses desde que el señor Yates se fue después de que lo rechazaras de forma tan tajante la última vez.
Al ver que su hijo hablaba en nombre de Zachary, Nicole quiso reír y fruncir el ceño a la vez. Presionando su mano sobre la cabeza de él, le respondió con toda seriedad:
-¡Eso es una simple tontería! Zachary se fue al extranjero a estudiar el mercado.
Hayden resopló infantilmente antes de susurrar con una voz casi inaudible:
-¡No estoy diciendo tonterías!
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