"Señora, ¿no dijiste que Joaquín no tenía que venir hoy? "
Estefanía se quedó pasmada un momento, y luego bajó la vista hacia Joaquín que estaba a su lado.
Pero Joaquín se hizo el tonto, alzando la cabeza y regalándole a Estefanía una sonrisa tonta.
Estefanía sintió que el asunto se estaba poniendo serio, el niño le había mentido.
Aun así, un niño de tres años también tenía su dignidad, y regañarlo delante de tanta gente lo haría sentir avergonzado.
"Mmm". Ella levantó la mirada, sonrió un poco la maestra y respondió: "Joaquín se aburría en casa y quería sentarse a ver a los demás niños".
"Bueno, eso está bien, hay actividades en las que no tiene que correr y también podría participar". La maestra asintió después de pensar un poco.
Estefanía, llevando un banquito, se sentó con Joaquín a la sombra para ver cómo los otros niños entraban agrupados por clase.
Cuando ya casi no había nadie alrededor, Estefanía bajó la vista hacia Joaquín y le dijo en voz baja: "Joaquín, los niños no deben mentir, ¿tu papá no te lo ha enseñado?"
Joaquín, sin atreverse a mirarla, torció sus manitas en la cintura del pantalón y asintió con un "Sí…"
"¿Ayer tomaste el celular del señor Rafael y me llamaste en video sin permiso?" Ella siguió preguntando.
Joaquín levantó la vista y la miró de reojo. Al ver que Estefanía estaba seria, se quedó callado.
"¿No le dijiste a tu papá que la maestra había dicho que no necesitabas venir al festival deportivo, cierto?" Estefanía continuó presionándolo.
Joaquín seguía sin decir nada.
Estefanía entendió. El niño solo quería engañarla para que viniera al festival.
No sabía si debía pedirle a Rafael que recogiera al niño, pero si ella no decía nada, estaría encubriendo la mentira del niño, y eso estaría mal, podría darle al niño la impresión equivocada de que mentir no tenía consecuencias.
"Es que te extrañaba mucho". Justo cuando ella guardaba silencio, Joaquín de repente agarró uno de los dedos de Estefanía y dijo suavemente.
Cometer una falta a sabiendas era que, aunque ella sabía que Carlos la desprecia y la odia, ella siempre se ablandaba por el niño, apareciendo donde no debería.
Ya que Carlos había llegado, supuso que debía irse.
Inmediatamente puso a Joaquín en el suelo, se giró para tomar su bolso que estaba en el suelo y se preparó para irse.
Sin embargo, apenas había dado un paso cuando Joaquín estiró la mano y tiró del borde de su ropa, abrazando sus piernas con una mirada lastimosa: "No te vayas..."
"Tengo cosas que hacer, ya que vino papá, ustedes pueden irse juntos". Estefanía le sonrió a Joaquín con ternura y respondió.
"Si él quiere participar en el festival, quédate y acompáñalo". Carlos se acercó lentamente y le dijo en voz baja.
"Tengo cosas que hacer". Estefanía respondió fríamente, sin mirar a Carlos.
No discutir con Carlos delante del niño fue una concesión de su parte.
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