Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 110

Ella agarró a Joaquín sin decir nada, lo apretó contra su pecho y se metió al cuarto de atrás, sin molestar más a Carlos.

Después de lavarse la cara y ponerse ropa de casa, salió del baño y Joaquín ya estaba roncando sobre la almohada.

Estefanía se acercó, le pasó una toallita húmeda por la cara con suavidad, mientras escuchaba la charla que se colaba del estudio de al lado.

"...Si Quiroga lanza su jugada antes de que nuestra empresa salga a bolsa en el extranjero, se van a hacer con un 8 y pico por ciento del mercado, y eso sería un golpe duro para nosotros. Mejor que vayas tú en persona a la sede allá," decía César en la videollamada, preocupado.

"¿Cuándo arrancan?" preguntó Carlos tras unos segundos de silencio.

"Dicen que antes de Halloween, cuando haya más movimiento. ¡Van a abrir seis sucursales alrededor del mundo al mismo tiempo! Se copiaron de nuestra idea de hotel y si encima van a abrir primero, van a afectar nuestro plan de prueba para el próximo año".

"¿Ya tienen una estrategia de marketing sólida?" Carlos miraba un calendario en la computadora, calculando el tiempo, y preguntó en voz baja.

"No, pero mis contactos dicen que ya tienen la publicidad lista para salir el mes que viene. Necesitamos a alguien como Fénix para que nos ayude".

Carlos tamborileaba con el dedo índice sobre la mesa, con la mirada fija en las fechas, sin decir nada.

Esa era su manera de sumirse en sus pensamientos, estaba calculando.

Al ver que Carlos no contestaba, César se quedó callado.

"No te apures, tengo un plan b," dijo al fin, en voz baja.

César siempre había confiado en la habilidad de Carlos, ese genio de los negocios nunca había fallado en tácticas de marketing, pero esta vez, estaba realmente preocupado.

"Jefe, llevamos años agregando miles de millones en el proyecto de hoteles de gama media, es tu foco principal, ¡no podemos fallar ni un poco!" César frunció el ceño al hablar.

Le aterraba que se repitiera lo de hace cuatro años, si surgía cualquier imprevisto, temía que Carlos y Sueños Unidos no aguantaran el golpe.

El proyecto de hoteles representaba casi la mitad de la inversión de Sueños Unidos, y si se descontrolaba, Carlos podría quebrar de nuevo.

Estefanía, en la habitación de al lado, escuchó claramente lo que decía César.

No les había dado una respuesta clara.

Miró la ventana de chat, pensativa.

Después de un rato, escribió: "Lo siento, no puedo con lo que piden".

Y justo después de enviarlo, borró al contacto de Destinos Mágicos.

Un segundo más tarde, se arrepintió.

Lo que Universal Entretenimiento le había dado en medio año apenas sumaba ocho millones.

Estaba loca por haber rechazado esa oferta.

Pero como dice el dicho, no se puede llorar sobre la leche derramada.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Dilema entre el Odio y el Amor