Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 147

Estaba sintiéndose un poco culpable y además el niño daba pena ese día. Originalmente, había planeado llevar a Joaquín al parque de diversiones ella sola, pero ahora eso no iba a poder pasar.

Benicio le aplicó al niño una inyección para bajar la fiebre y dijo: "Mañana por esta hora volveré, ya con eso debería estar bien. Acuérdate de darle el jarabe para la fiebre cada tres horas hasta que su temperatura baje a menos de 37.8 grados".

"Está bien".

Estefanía se levantó para acompañar a Benicio hacia la puerta, pero justo entonces Joaquín se despertó y llamó a Estefanía: "Señora...".

Desde la entrada, Natalia le hizo una señal con la mirada a Benicio para que saliera.

Después de cerrar la puerta del cuarto de Joaquín, Natalia le dijo a Benicio en voz baja: "Tanto el Sr. Carlos como la señorita están hechos un lío. Llamarla mamá es imposible, tía tampoco es buena opción, pero señora parece que encaja bien por ahora".

Benicio lo pensó bien y tenía sentido. Al final, Estefanía había perdido un hijo y Carlos no había querido saber nada de Estefanía por tres años debido al enojo, la había dejado sola en el extranjero sin importarle lo que le pudiera pasar.

Superar algo así no era algo que se pudiera lograr de la noche a la mañana.

Si ellos dos se reconciliaban o no, eso dependía mucho de Joaquín.

...

Estefanía se quedó cuidando a Joaquín hasta altas horas de la noche. No fue hasta que su temperatura finalmente se estabilizó por debajo de los 37.8 grados que pudo descansar y acostarse a dormir al lado de él.

A la mañana siguiente, Margarita la llamó temprano.

Estefanía se sentía como si le fuera a explotar la cabeza y le dolía todo el cuerpo. Alcanzó su celular y contestó medio adormilada.

"Amiga, ¿acaso olvidaste que sólo tenías una semana de vacaciones? Hoy te toca volver al set". Margarita le recordó amablemente desde el otro lado de la llamada.

Estefanía se quedó pasmada por un momento antes de darse cuenta de que ya era lunes.

Extendió su mano y tocó la manita de Joaquín, ya no estaba caliente y no tenía sudor frío. Luego, tocó su frente y no estaba caliente.

Con eso, se forzó a sentarse y le respondió con voz baja: "Está bien, llegaré antes de las nueve".

Carlos no respondió y se dirigió hacia las escaleras.

"¿Se despertó Estefanía?", preguntó después de un rato con voz baja.

"Ya se fue al set, salió hace unos minutos". Natalia contestó inmediatamente.

Carlos ya estaba en la puerta del cuarto de Joaquín.

Al escuchar lo que Natalia dijo, su mano se detuvo en el pomo de la puerta.

Luego, abrió la puerta para echar un vistazo y al ver que Joaquín todavía dormía, no pudo evitar fruncir el ceño: "¿Por qué Joaquín todavía no se ha levantado?".

Ese día era martes.

"El señor Joaquín volvió a tener fiebre", respondió Natalia en voz baja. "Anteayer en la noche quisimos celebrarle el cumpleaños pensando que usted iba a volver a cenar. Él se quedó esperando en la puerta un rato, le dio el aire fresco y por eso se resfrió".

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