Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 162

Carlos cerró la llave del agua y se volvió a vestir con calma, ella borró la conversación con Estefanía como si nada hubiera pasado, bloqueó la pantalla y dejó el celular en su lugar.

Al salir del baño con el cinturón de su bata atado, Carlos frunció el ceño al ver que Fabiola aún no se había ido.

"Carlos...". Fabiola lo miró de nuevo con cuidado.

Carlos ya había perdido la paciencia, la miró fijamente y dijo con voz grave: "Tienes dos opciones. La primera es seguir disfrutando de todas las comodidades que la familia Mendoza te ofrece y disfrutar del cariño que la familia Mendoza te tiene".

"Y la segunda, yo realmente te considero como una hermana, y si tú insistes en cruzar esa línea y subirte a mi cama, de acuerdo, pero después de esta noche, a partir de mañana, no quiero verte nunca más".

"Ahora llama a tu guardaespaldas, compra pastillas anticonceptivas, tómate una caja entera, quítate la ropa y báñate diez veces. En dos horas volveré".

Al escucharlo hablar, el rostro de Fabiola se volvió pálido.

¡Fabiola no quería sólo una noche, sino toda una vida!

Ella sabía muy bien cómo era Carlos, siempre cumplía su palabra.

"Lo siento...", respondió ella asustada y arrepentida: "Lo siento, no te molestaré más. Hoy Emilio, él...".

"Si él te dijera que comieras mierda, ¿lo harías?". Carlos le preguntó con el ceño fruncido y tono severo.

Fue entonces cuando Fabiola entendió cuán terrible podía ser enfurecer a Carlos. Él nunca antes había sido tan duro con ella y nunca había dicho que no quería volver a verla.

Carlos no dejó que se acercara más y dijo: "Tienes un minuto para tomar tu tarjeta de acceso y desaparecer de mi vista".

Esa era la última oportunidad que le daba a Fabiola. Si ella se atrevía a más, él haría que lo lamentara.

Él la veía como un reemplazo de Estefanía, pero nunca la tocaba. Podía darle a Fabiola todo lo que quisiera, menos su corazón.

Él creía que siendo una chica tan inteligente, Fabiola debería entender que había sido tan consentida estos años debido a que estaba bajo la luz de Estefanía.

Nadie más podría reemplazarla.

...

Estefanía descubrió que Carlos le había enviado un video. No fue hasta que terminó los trámites de alta y se sentó en el asiento trasero del auto de Rafael que vio que él había respondido a su mensaje.

Ella abrió el video sin saber qué contenido era.

Sin embargo, al abrirlo, la pantalla mostró un hombro desnudo y blanco con el baño de fondo y alguien duchándose.

Aunque la figura estaba detrás de un vidrio esmerilado, ella reconoció el cuerpo del hombre con el que había estado la noche anterior.

Carlos había estado con Fabiola otra vez.

Ella miró fijamente la pantalla con un breve vacío en su mente.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Dilema entre el Odio y el Amor