Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 169

Ya que había llegado a ese punto, no importaba si ella y Javier se podrían casar en el futuro, él tenía derecho a saber sobre la relación que había entre ella y Carlos. Incluso si lo consideraba sólo como un hermano, como miembro de su familia, él merecía saberlo.

Estefanía se detuvo por un momento más largo de lo habitual, y Javier comenzó a tener una idea de lo que estaba pasando.

Él no quería mencionar a Carlos, pero estaba claro que Carlos se había convertido en un problema entre él y Estefanía.

"Es por él, ¿verdad?". Estefanía habló en el instante en que él tomó la palabra primero.

Estefanía levantó la cabeza y cruzó su mirada con la de él.

"¿Sabías que Carlos depositó tres millones en mi cuenta hace un par de días?". Javier preguntó de nuevo.

De repente, Estefanía recordó aquella noche cuando Carlos le preguntó cuánto dinero le había dado Javier a ella a lo largo de los años, y que él le devolvería a Javier diez veces, incluso cien veces más. ¡No esperaba que Carlos realmente lo hiciera!

Javier notó el cambio en la mirada de Estefanía y agarró su muñeca para echarle un vistazo.

Él ya había observado la muñeca de Estefanía antes.

"Entonces lo que dijo José es verdad". Él miró las ligeras marcas que todavía no se habían desvanecido completamente en su muñeca y dijo con voz suave.

Eran las marcas dejadas por Carlos de aquella noche, cuando la ató con un cinturón.

"Dime, ¿lo que pasó aquella noche fue con tu consentimiento o te forzó?". Él sostuvo la mano de Estefanía con tanta fuerza que casi le aplastó la muñeca.

Estefanía no esperaba que José le contara eso a Javier, eso estaba totalmente fuera de sus planes, se quedó atónita por un momento y luego respondió: "No importa lo que pasó en aquel momento, las cosas ya...".

"Así que él te forzó". Javier interrumpió su respuesta y no la dejó continuar.

En ese momento, Javier estaba reprimiendo su furia para poder estar tan calmado frente a Estefanía.

Él había cuidado de Estefanía con mucho cuidado, como si fuera un tesoro, era alguien a quien no podía soportar ni tocar, alguien a quien respetaba y amaba, pero ese hombre la había pisoteado, había atropellado su dignidad y la había lastimado.

No quería que Javier hiciera tal sacrificio por ella, y mucho menos que él se viera envuelto en problemas por su culpa, como aquella vez que Carlos le cortó el suministro de medicina y casi quedó en estado vegetativo.

"Estefanía, nadie puede detener lo que quiero hacer". Javier la miró fijamente mientras decía cada palabra con calma.

Nunca había visto a Javier siendo tan aterrador, era como si hubiera perdido el control.

"¡Dame tiempo!". Estefanía lo abrazó de repente por la desesperación, enterró su rostro en su pecho y dijo con voz baja: "¡Sólo dame un poco más de tiempo! ¡Tú sabes que es Sofía la que le debe a la familia Mendoza!".

"¿Tú crees que si te doy tiempo Carlos puede cambiar?". Javier no pudo evitar reírse amargamente.

"¡Un año es todo lo que necesito! En un año...".

Estefanía no había terminado de hablar cuando de repente escuchó detrás de ella el sonido de un estallido de cristal en el restaurante.

Se quedó todo en silencio por unos segundos, y de repente, todo se sumió en un caos total.

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