Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 205

Estefanía se quedó parada mirando cómo la nave pasaba flotando sobre la cima de la empresa.

Una compañera de trabajo no paraba de gritar y admirar: "¡Qué romántico! ¡Es la primera vez en mi vida que veo a alguien proponer matrimonio de esta manera!".

"¿O sea que están anunciando por toda la ciudad que Carlos le va a proponer matrimonio a Fabiola?".

"Pero lo de Fabiola...".

"¡Ay, qué tonta eres! Si eso fuera verdad, ¿la familia Mendoza habría aceptado su relación? ¿Habrían organizado todo este espectáculo?".

Estefanía miró hacia el grupo ruidoso y sintió que su celular quemaba en la mano.

Claro, a la familia Mendoza le encantaba Fabiola y a Carlos también, todo había sido un engaño y Carlos estuvo allí ese día, cualquier persona con un poco de razón se daría cuenta de que ella sólo estaba tratando de incriminar a Fabiola, ¿no?

Él simplemente no lo había revelado, pero eso no significaba que no lo supiera.

Ella sonrió con amargura sin hacer ruido, se dio la vuelta y caminó lentamente hacia su camerino.

Si ese día era el gran día en que Carlos le proponía a Fabiola, entonces ella no iba a interrumpir su felicidad y molestarlo otra vez.

En el futuro, Fabiola sería la Sra. Mendoza y su situación sería aún más embarazosa, se convertiría oficialmente en una amante.

La forma en que él la había tratado en el baño del restaurante el día anterior lo había dicho todo.

"Estefanía, ¿ya entendiste? La hija de una amante siempre será una amante, tú no mereces estar con Carlos". Un mensaje anónimo apareció en su celular.

Con sólo mirarlo, Estefanía supo que era de Fabiola.

Regresó a su camerino, se sentó en el sofá y miró fijamente su mano izquierda lesionada.

Entonces, él siempre había sabido que su relación no podía ser pública, que podía acostarse con ella un día y al siguiente volver con Fabiola. A él no le importaba para nada.

Tomó su celular y le respondió a Fabiola: "Entonces les deseo que siempre estén unidos y que tengan un matrimonio feliz para siempre".

Justo después de enviar el mensaje, recibió una llamada de Carlos.

Estefanía sintió un dolor punzante y frunció el ceño involuntariamente.

"¡Te estoy preguntando! ¿Por qué no contestaste las llamadas?". La ira ardía en los ojos de Carlos.

"¿Qué crees?". Estefanía estaba pálida de dolor, le respondió entre dientes.

Él ya le había propuesto matrimonio a Fabiola, ¿no debería estar con ella en lugar de venir a buscarla a ella?

"¡No lo sabía!". Respondió Carlos con severidad.

"No importa si lo sabías o no, ¿para qué me explicas tanto?". Estefanía no pudo evitar reír levemente: "¿Tienes que informarme para casarte?".

Carlos la miró fijamente y después de unos segundos, le dijo a Aníbal con voz grave: "¡Detén el ascensor! ¡Que nadie lo use!".

"Sí", contestó Aníbal inclinando la cabeza y cerrando las puertas del ascensor para ellos.