Estefanía y Jacinta se miraron.
"¿No puedes?". Al ver que Estefanía no parecía muy convencida, Jacinta le preguntó.
"Es que me podría matar". Estefanía pensó un momento y respondió en serio: "Mi hermano es demasiado estricto, siempre es muy duro conmigo, no me atrevo".
Era la verdad lo que decía Estefanía, Carlos siempre era serio y a la mínima te lanzaba una mirada que te hacía temblar.
Si se enterara de que le había dado su número privado a un grupo de chicas, cuando volviera a casa, podría terminar de rodillas como castigo, y ni siquiera era descabellado pensar que la pudiera llegar a golpear.
"Qué tacaña...". Jacinta no pudo evitar fruncir el ceño y murmuró.
Estefanía se dio cuenta de que Jacinta estaba molesta y estaba a punto de decir algo para calmar las cosas, pero Jacinta ya se había marchado sin mirar atrás.
Era la primera vez que Jacinta se iba tan enfadada sin decir nada.
Estefanía tenía la intención de decir que quizás cuando regresara a casa podría preguntarle a Carlos si estaba de acuerdo, y si lo estaba, le pasaría el número.
Mientras miraba cómo Jacinta se alejaba, Estefanía se quedó un rato sin decir nada y luego caminó hacia su clase.
Jacinta no era muy buena estudiante, había elegido humanidades cuando se dividieron los cursos, mientras que Estefanía había elegido ciencias, así que ya no estaban en la misma clase.
Ese día, Estefanía se cruzó con Jacinta tres veces, en el camino y en la cafetería. Jacinta actuó como si Estefanía no existiera, ni siquiera la miró y pasó a su lado agarrada del brazo de otra chica.
Desde que Estefanía había empezado la secundaria, Jacinta era su única amiga para compartir secretos. Se habían hecho amigas durante el entrenamiento militar de la escuela, cuando Estefanía tuvo un golpe de calor porque le había venido la menstruación, fue Jacinta quien se preocupó por ella.
Estefanía tampoco era de hacer amigos fácilmente, y algunos que sabían de la situación de su familia incluso la despreciaban y le hacían la vida imposible, por lo que siempre había valorado mucho su amistad con Jacinta.
No pudo evitar sentirse herida por cómo había actuado Jacinta.
Ella se giró hacia él: "¿Qué pasa?".
"Mañana es tu cumpleaños, ¿verdad?". El chico parecía un poco avergonzado, pero también estaba intentando reunir coraje para hablar con Estefanía.
Estefanía no dijo nada.
"Muchos compañeros de clase vendrán mañana, alquilamos un gran lugar junto al lago para hacer una barbacoa por la noche, ¿vendrás?". Mientras hablaba, el chico rápidamente le pasó a Estefanía una nota de color rosa.
"También podemos quedarnos hasta tarde, para ver el amanecer al día siguiente". El chico pensó un poco y añadió: "Dijiste que querías ver si el amanecer era tan hermoso como decían los libros, ¿verdad?".
Estefanía bajó la vista hacia la nota doblada en un pequeño cuadrado en su mano y frunció ligeramente el ceño.
Pero ya había quedado con Carlos para comer juntos al día siguiente.
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