Soñó de nuevo con aquel día de hace tres años, cuando el suelo estaba cubierto de su sangre y escuchaba el llanto ronco y débil de un bebé.
"Ya casi aterrizaremos, pórtate bien...". No muy lejos, una mamá pasajera estaba intentando calmar a su bebecito que lloraba con la voz ronca.
Estefanía miró hacia allí un par de veces y no pudo evitar reírse de sí misma con un poco de ironía. Ya ni podía distinguir entre la realidad y sus sueños.
El avión estaba aterrizando y Estefanía sacó su celular para mirar la hora. Era temprano en la mañana en la República de Soléa, llegó justo a tiempo para la cirugía de King.
El mayordomo Emilio ya la estaba esperando. Se saludaron de manera simple y, sin decir más, se apresuraron hacia el hospital.
Justo en la puerta del quirófano, vio a alguien apoyado en muletas y custodiado por guardaespaldas pasando por el pasillo, tenía unos ojos de halcón ligeramente estrechos y una mirada fiera, le estaba susurrando órdenes a sus subordinados.
Estefanía quedó atónita por unos segundos, luego exclamó con sorpresa y emoción: "¿¡King?!".
El hombre se detuvo y se giró para mirar en su dirección.
Sin entender qué estaba pasando, Estefanía corrió hacia él y lo abrazó sin pensarlo: "¡Me alegro mucho de que estés bien!".
King se quedó perplejo unos segundos, miró a la mujer que estaba llorando de alegría en sus brazos, después de un momento, sonrió sin hacer ruido y la rodeó suavemente por la cintura con su mano libre.
"Me tenías muerta de miedo...". Estefanía estaba sollozando sin control en su abrazo.
Era la primera vez que Estefanía lloraba delante de él, y la primera vez que lo abrazaba con tal impulso. Él había pensado que nunca lograría derretir su corazón.
"Ya pasó". Él bajó la mirada y le besó la frente.
Los subordinados y Emilio que estaban cerca se apartaron discretamente.
"Te lo explicaré con detalle más tarde". King vio al doctor esperando en la puerta de la sala de exámenes y le respondió en voz baja.
Cuando Estefanía entró en Ángel Guardián, había adquirido algún conocimiento médico después de tres meses de entrenamiento intensivo.
Revisó las radiografías de King varias veces y sólo cuando se aseguró de que el sangrado en su cerebro se había reducido a una sombra leve y que no habría más complicaciones, pudo tranquilizarse.
El clima estaba hermoso afuera, así que empujó la silla de ruedas en la que King estaba sentado y lo llevó a tomar sol.
"Entonces, sospechas que alguien te traicionó". Estefanía comentó en voz baja después de que King le explicara todo.
La estructura de Ángel Guardián era completamente diferente a una empresa normal, básicamente giraba alrededor de King, Había un segundo nivel de ocho personas que actuaban como cazatalentos y administradores.
Cada vez que alguien nuevo era reclutado por Ángel Guardián, sólo el cazatalentos y King estaban al tanto. Luego, basándose en las habilidades de la persona y tras discutirlo con el cazatalentos, King y Emilio decidían cómo organizar y asignar las diferentes responsabilidades.
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