DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 100

Capitulo 14

La belleza de Camila era innegable, era una Omega que no tenía más que eso para poder escalar y no seguir la larga tradición de su familia de esclavas.

Cuando llegó a la casa de Bella, se ganó su confianza, sabía que no quería ser parte de la servidumbre, que quería ser parte de las señoras, de la élite.

Bella veía en ella a una amiga, y le dio el título de más confianza dentro de casa, el de niñera de su hijo.

Pero Camila quería algo más, vio en Óscar la oportunidad de ser el lobo que la llevara a la élite, había guardado su pureza para atrapar al lobo que le diera esa salida fácil y hoy lo tenía en frente de ella.

La seducción fue lenta, ropa un poco más ajustada, conversación un poco subidas de tono, en una oportunidad dejo la puerta de su habitación entre abierta sabiendo que Óscar pasaría como cada mañana y la observaria.

Las cosas llegaron a más el día en que Bella no estaba, había salido con unas amigas un fin de semana de campo y con su hijo.

Oscar quería huir de la tentación, amaba a su esposa y no quería seguir pensando en el deseo, pero cuando pasó por aquella puerta entre abierta, ella se tocaba, Camila decía su nombre mientras se acariciaba debajo de las sábanas.

Se quedó inmóvil mientras la sensual loba lo llamaba con su dedo índice, se acercó y se dejó llevar.

— Eres el primero, quiero que lo seas.

Esas palabras lo sacaron de control, la tomo desde ese día como suya, como su amante, y le dio un lugar en su corazón que nunca debió.

Bianca la única en una de las habitaciones de la servidumbre pero Camila de inmediato protesta.

— Entiendo que ustedes son los anfitriones, pero ¿Puede hablar con el señor Óscar? Generalmente yo soy ubicada en un mejor lugar.

Camila se había acostumbrado a una vida de lujos, de joyas y buena ropa, patrocinada por el corazón noble de Bella y el deseo desenfrenado de Óscar.

Oscar le pidió a Bianca que la tratará como un miembro más de la familia y le diera una habitación mejor

— Ella no es un miembro de la familia — responde Bianca algo enojada, las miradas de ellos dos le parecían sospechosas, pero no quería sonar paranoica, ella estaba alterada por sus propias sospechas.

Lucius invita a Óscar a cabalgar, los dos amigos no se ven desde hace mucho, y quiere que recorran la zonas que su padre dejara a su mando.

— No le fallare a Romeo — Óscar ve en las responsabilidades de su suegro, un obstáculo más para divorciarse

Lucius agacha la cabeza, le da una palmada en la espalda a Óscar.

— Le falle a Bianca, no quiero perder mi familia, mi matrimonio y lo que he logrado.

Lucius le cuenta todo lo que sucedió con aquella loba, Miranda, lo que ha cambiado su vida en un par de semanas.

—¿La amas? Sería normal que dejaras a Bianca al sentir algo intenso por otra loba — Óscar hace preguntas pero solo quiere escuchar de Lucius la respuesta a sus propias dudas.

— No, Bianca es mi todo, jamás la dejaría por nada, Miranda es hermosa, es verdad que es pasional, sensual, que le dio un poco de fresco a una vida monótona, pero Bianca es mi mundo, solo tengo que pensar en el día que senti que la amaba, para darme cuenta la gran diferencia de una pasión al amor.

Las palabras de Lucius le llegan en el corazón a Óscar, hace mucho no pensaba en su esposa de esa manera.

La monotonía, quizás la posibilidad de vivir una pasión desenfrenada le habían hecho olvidar lo que era el amor .

Cerro sus ojos, como olvidar la primera vez que le dio una clase, la sonrisa de Bella, como lo eligió, su carácter para enfrentar su amor.

Algo empezó a brillar en su pecho, es como si los recuerdos de su pasado le hicieran sentir la gran diferencia de una pasión al amor.

Al regresar, Bianca y Bella están a punto de irse, dicen que irán de compras pero en realidad visitarán a la bruja que Bella sabe le hará caminar de nuevo.

Oscar le da un beso en los labios, ese beso es tierno, es suave, como hace mucho no se lo dan, Camila abre los ojos enojada al ver esto.

—¿Y ese beso?— pregunta Bella con una sonrisa, por un momento siente que recupero a su querido Óscar.

— Un beso de amor, ese que desde hace mucho no nos damos y que me recuerda porque te elegí.

Las dos lobas de van al bosque, Óscar decide salir al jardín donde es interceptado por Camila

—¿Porque le diste ese beso?¿Es por lástima verdad?— siente celos, no quiere perder lo que avanzo, está tan cerca de su objetivo.

— Bella es mi esposa, y aún no estoy seguro de esta relación y si debo divorciarme — Óscar le habla con sinceridad a Camila, es mejor que sepa de sus dudas y que no debe esperar mucho.

El agua tibia que cae por su cabeza le ayuda a pensar mejor en lo que debe hacer, las palabras de Lucius le han hecho reflexionar todo el día, en especial en un mundo sin su familia, es algo que no había pensado y que no imagina.

Camila entra al baño, se quita la bata y se desnuda entrando a la ducha con el.

— Camila, te pedí que tomáramos distancia, estoy muy confundido — Oscar quiere que Camila le dé esa posibilidad, de elegir lo que sienta su corazón.

— No se que te dijeron, que te ha hecho cambiar de opinión, pero yo tengo derecho a demostrar porque yo soy la mejor opción.

Camila se arrodilla y toma en sus manos la masculinidad de Óscar, la que mete en su boca.

El lobo gruñe mientras se apoya colocando su mano derecha en la pared del baño, es imposible no sentir el placer de aquella Boca suave.

— Camila para ... No me voy a controlar — Óscar gruñe, el deseo sube por su cabeza, quiere más de esto, pero sabe también que este deseo va a traerle consecuencias.

Camila sonríe, se levanta mientras llena de besos su abdomen.

— Tómame, soy tuya siempre.

Oscar la agarra de la cintura y la levanta, no aguanta más y de introduce en su feminidad mientras ella se sostiene de sus hombros.

El vaivén de los cuerpos resbaladizos es excitante, la loba gime mientras le pide no parar pues está cerca del gran final.

Oscar muerde su cuello mientras acelera el ritmo de su cadera, Camila entierra sus uñas en la espalda de Óscar mientras él se derrama en ella al mismo tiempo que Camila siente el orgasmo subir por su espina dorsal.

Se besan mientras recuperan el aire, Óscar siente un nudo de culpa en su cuello, no puede negar que la pasión que vive en el momento lo deja anonadado, pero al terminar solo la tristeza de Bella se refleja en su mirada.

— Te amo — Camila lo besa, piensa que con esto lo trajo de nuevo a su red

Escuchan unos golpecitos en la puerta.

—¿Estas ahí mi amor?— es Bella que acaba de llegar a la habitación .

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