CAPITULO 82
****Antepenúltimo capitulo*****
Aurora se siente nerviosa después de la petición del lobo, no quiere demostrar un mínimo gramo de debilidad, tiene miedo pero en este momento no es una de sus opciones.
Víctor tiene esa mirada malévola, aquella que tuvo cuando la tuvo prisionera y la tenía Bajo su poder.
— ¿Cómo puedo creer en ti?— Aurora sabe que es una persona malvada, que no tiene honor y mucho menos palabra.
— Tienes que hacerlo ¿Tienes otra opción? Lo único que tengo claro es que tú eres quien necesita de mi en este momento — Victor le da un beso en el cuello que ella esquiva con asco.
— Lo haré, pero si es mentira lo del antídoto te mataré — Aurora lo mira desafiante, sus ojos demuestran su lucha interna por matar al culpable de sus desgracias.
El solo sonríe, sabe que tiene el poder que ella está a su Merced y que no puede hacer mucho más que mantener el control de la situación.
— No me conviene que Romeo muera, me conviene que el sufra, y que mejor manera que saber que su esposa se acostó con su enemigo — Victor alardeara de lo que pasó, quitarle la dignidad y el honor a Aurora será ese golpe que sabe le dolerá, matar a Romeo jamás fue una opción cuando puede acabarlo de otra manera.
Aurora le da un golpe en El pecho, no quiere verlo de nuevo cerca de ella, le quema el alma.
—¿ Esto acabará después de eso?— pregunta Aurora en un tono derrotista, dando una parte de ella a esta causa inútil, quiere dejar de tener la pesadilla de Víctor cerca
— Si, bueno, me iré con mi hija, espero que no le haya causado tanto daño a tu querido Lucius — Victor sabía que debía vengarse de quién le traicionó, de esa loba que acabo con su confianza y a la que quiso educar como su hija.
—¿Que estás diciendo?— Aurora abre sus ojos nerviosa, las palabras y las acusaciones de Victor son serias, tanto que un escalofrío recorre su piel, intuye de quién está hablando pero no quiere creer.
— Hablo de ella, de tu querida Bianca, la loba que envie para destruirte, y enredo a tu querido Lucius, no hay mejor venganza de mi parte para ti, que ver cómo ella se ríe de él y el futuro Alfa llora por ella — la sonrisa de Victor es de un triunfo inminente.
Aurora se suelta de su agarre, le promete regresar en un par de horas y este jura no moverse del bosque.
La loba llega a casa, toma una ducha, está vez no hay lágrimas en sus ojos, se canso de ser la víctima de una situación que nunca quiso, suspira nerviosa.
Se coloca la ropa que Victor dejo en su habitación, está enojada al ver que ese lobo en verdad estuvo en la intimidad tan cercana de su casa y que Bianca abuso de su ser.
No quiere ser de nuevo la damisela en peligro, se canso de ser quien sufra, que este lobo hága lo que se le de la gana con ella y que nadie lo detenga, es su hora.
Romeo firma unos papeles con ayuda de Rogelio, con estos le da la libertad a su hijo de casarse con quien desee.
— No te vas a morir, no debes firmar eso, los dos hablaremos con Parker — Lucius siente que es una manera de Romeo de despedirse.
— Mi amado hijo, no te preocupes, se que tenienes miedo, yo también lo tendría, pero no moriré, solo sacaré ventaja de una situación buena para los dos — Romeo sabe que al estar tan enfermo sus indicaciones deben ser respetadas como si se tratara de su última voluntad.
Parker no se puede oponer, es una voluntad de un Alfa enfermo y el concejo le dará el aval a Romeo, si puede liberar sus errores del pasado y darle la felicidad que Lucius merece, lo hará.
Lucius le da un beso en la frente a su padre, con este gesto a pesar de las desavenencias, su padre acepta a Bianca, siente una enorme alegría pues no debe enfrentar a su familia por ella.
Aurora entra en la habitación del Alfa, le da un beso a Romeo en la mejilla, se siente como un fuego ardiente en su piel.
—¿A dónde vas?— pregunta Romeo que nota la extraña actitud de su esposa, la única verdad es que reconoce en el olor, el temor de Aurora.
— Solo daré un paseo, necesito un poco de aire, además quiero estar atenta a la llegada de tu antídoto — Aurora le da un beso en los labios a Romeo, le recuerda que lo ama y que no hay nada que no hiciera por el.
—¿ Sabes algo de Bianca?— pregunta Romeo mientras observa a su madre que se nota más nerviosa de lo normal.
— No, por favor quédate con tu padre, hay una larga charla de la que tenemos que hablar — Aurora no sabe cómo tocará este tema con Lucius, es su momento de amor personal y el deberá tomar las determinaciones para su futuro.
Aurora baja al estudio de Romeo, de su cajón escondido saca una navaja, además un frasco de vidrio que guarda en la bolsa que lleva colgada.
Se siente nerviosa, pero es momento de acabar con la escoria que por mucho le hizo daño a su familia, y dejar atrás la pesadilla.
Al salir, escucha el grito de su madre que viene corriendo en un caballo desesperada.
—¡no lo hagas hija!— grita pues después de la advertencia de Silvana supo que su hija necesitaba de su ayuda.
Aurora abrazo a Inés, y está le entrego el antídoto para Romeo, no tuvo tiempo para explicar la historia, solo que una de sus amigas brujas le ayudo.
— Se que algún día tendré que contarte una parte de nuestra historia — Inés sabe que la única manera de liberarse como se lo sugirió ella es decir la verdad y dejar el pasado en ese lugar.
— Ve y deja la medicina, Romeo la necesita, yo tengo una misión que es muy importante para mí — Aurora ahora tiene la certeza que su esposo se salvará, pero eso no significa que el peligro este tras de ellos, por eso debe continuar con su plan.
La loba se sube en su caballo, no le importa la insistencia de su madre por qué se quede.
Inés decide subir a la habitación de Romeo, le da el bebedizo del frasco y decide soltar esa bomba de noticia.
Darío corre tras Victor, se ve las marcas de sus pisadas y de sus heridas que sueltan sangre.
Recibe un golpe en la cabeza que lo desorienta, y cae al suelo por un par de segundos, e intenta levantarse pero sabe que va a ser imposible localizarlo solo en la parte más oscura del bosque.
Tiene una ventaja, esta muy malherido, y tarde o temprano buscará la forma de encontrarlo.
Lucius lleva a Aurora a la casa, los médicos le aplican algunas pociones en sus heridas, no son de gravedad pues logro sumergirse en el agua.
Romeo aún muy débil va hasta la habitación y besa a su esposa, quiere quedarse con ella, cuidarla, estar juntos.
— Te amo, no debiste hacer esto sola — explica mientras le da un beso en la frente y enfurece al ver las cicatrices de sus manos y parte de su hombro por el líquido que cayó.
— Si logré que sufra un poco, mis heridas son mínimas — Aurora se cansó de ser la buena de la historia, es su momento.
Lucius baja a el salón principal para esperar noticias de Bianca y Darío que no ha regresado.
En la puerta está Bianca, la loba no se animaba a entrar, quería decirles la verdad pero el miedo al rechazo era más grande.
— Yo te falle, necesito que me escuches — Bianca abraza a Lucius mientras su voz está temblorosa.
— No importa lo que haya pasado, los dos vamos a superar esto, nos amamos — Lucius le pide perdón, cree que ella tiene miedo por lo que su madre hablo de Víctor.
— Víctor es mi padre, el me envió aquí para enamorar a Romeo y después me dio órdenes de hacerlo contigo y separarte de tu padre — Bianca agacha la cabeza, prefiere ser sincera decir está verdad que la carcome.
Lucius abre los ojos
—¡¿Como pudiste?!— exclama enojado.
— Yo pensé que ustedes eran los villanos, mi padre me lo hizo creer — Ella toma la mano de Lucius necesita que la escuche.
— Jugaste con nosotros, te di mi corazón, mi padre te aprobó para ser mi esposa, mi madre te quería como una hija — La voz de Lucius se quebrada — Vete, no quiero volver a verte, y dile a tu padre que si se acerca lo mataré con mis manos — El lobo agarra del brazo a Bianca y la saca de
la mansión, al cerrar la puerta cae en el suelo y llora desconsolado, lo mismo que hace Bianca que asume su responsabilidad y se marcha.
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