CAPITULO 83
Lucius está destruido después de la confesión de Bianca, un escalofrío recorrió su cuerpo, la ama pero lo que hizo es desleal, cree que lo uso, que ella solo jugó con el.
Se limpia las lágrimas, sube a la habitación donde está su madre algo lastimada.
— Ya se de que querías hablarme, Bianca lo confesó, ella es hija de Víctor — Lucius siente que esto solo le ha marcado más dolor a su vida.
Aurora siente un escalofrío que llena su cuerpo, abraza a sus hijo
— Daría lo que fuera por qué no pasarás este dolor — suspira mientras le da un beso en la frente.
Rogelio es quien se queda helado
—¿Donde está Bianca?— cuestiona con el ceño fruncido.
— Le pedí que se fuera, no quiero verla, me duele — Lucius sabe que su actitud fue fuerte y quizás innecesario, pero el dolor de su corazón es algo que nadie va a aliviar.
— Bianca tiene la misma edad de Lucius, Víctor estuvo empeñado en aquella época en conquistarte y todas las lobas que te mantuvieron apresada se fueron lejos — Rogelio siente que está armando un rompecabezas confuso para los demás pero claro para el.
— Maldición — Romeo se levanta, abre la puerta de la habitación —¡Busquen a la profesora Bianca por todos lados!— exclama esperando que de resultados.
—¿Que pasa papá? Si lo haces por mí, yo puedo estar lejos de esa traidora — Lucius no entiende porque la algarabía que ha creado su abuelo y su padre.
Aurora también entiende lo que pasa y la confusión.
— Antes que todo pasará, no pude contarte el motivo por el Darío buscaba a Víctor con tanto empeño, Víctor mató a su esposa y se llevó a su bebé, una niña — Todos han entendido que hay una gran probabilidad que Bianca sea esa hija.
Darío llega malherido en ese momento, quiere ver cómo está Aurora y planear rápidamente una búsqueda en el bosque para ir contra Víctor.
— No podemos hacerlo, tenemos una búsqueda más urgente y que debe empezar ya — Romeo ha ordenado que todos los lobos inicien la búsqueda de Bianca, quizás está cerca pues la discusión con Lucius solo fue hace un par de horas.
— ¡¿que pasa contigo Romeo?!, Hemos esperado esto por años, yo lo he esperado, ese bastardo tiene que decirme dónde está mi hija, necesito verla — Darío siente una terrible rabia e impotencia, pues creo que Romeo no le quiere ayudar, que se sentó en el asiento más cómodo y que no le importa el dolor de su amigo.
— Bianca es la prioridad, debemos buscarla y tú lo harás también — Romeo toma los brazos de su amigo.
— ¡No me importa Bianca!¡Quiero a Víctor muerto!— grita sacando la rabia de su pecho y al frustración de su corazón.
— Hay una posibilidad grande que Bianca sea tu hija — Romeo tiene que decirle sin más, Darío estaba perdiendo la razón por el dolor.
Darío abre los ojos, niega con la cabeza, no puede ser cierto
— Dime que no estás jugando conmigo.
Romeo le explica lo que sucedió, Lucius se acerca, se disculpa con Darío, sus ojos están llenos de lágrimas, pero está situación no cambia en nada el dolor del engaño.
Bianca decidió ir a el único hogar que conoce, su casa bajo el subterráneo, recoge algunas cosas para seguir su camino hasta un lugar que siempre fue su opción de refugio, El convento de las ancianas de la luna.
Quiere recluirse y olvidar, pero al entrar ve a Víctor malherido aplicándose cremas en la cara para el dolor, su rostro está rojo e hinchado, y la mitad de su cuerpo parece descomponerse.
—¡Ayúdame hija!— exclama al verla y pide clemencia — Si no lo haces voy a morir — El lobo se siente mal, sus pies tiemblan y no soporta el dolor.
— La diosa Luna me perdonará, pero ojalá muera, usted no merece vivir y mucho menos llamarse mi padre— Bianca lo deja solo, espera que las ratas y la pudrición sean necesarias para que Víctor pague sus errores.
Lucius ayuda con la búsqueda de Bianca, siente que la rabia y el enojo lo ciegan, pero no le desea mal y si ella es la tan añorada hija perdida de Darío, que la encuentre.
— ¡Bianca!— grita en medio del bosque.
*** Pasan seis meses ***
Aurora aún tiene secuelas de las quemaduras de aquel ácido, pero para ellas esas cicatrices son una marca de victoria.
Sabe que aún le duelen, que su piel está resentida con los rayos del sol o el agua fría, pero imagina que este dolor se multiplica en Víctor y siente alivio, imagina que el lobo está muriendo lentamente o murió con dolor y siente paz.
Quizás no es el deseo más claro de un lobo, quizás no debería pensar en algo tan ruin, pero es imposible que su alma no se llene de regocijo al imaginar que Víctor paga las consecuencias de sus malas decisiones.
Romeo ha tenido que enfrentarse con Parker, este siente que es una ofensa que el haya decidido cancelar el Matrimonio usando una estrategia para el amañada.
— El concejo decidio que la liberación de mi hijo en su petición es válida, estaba casi moribundos, creí morir, consideria ese deseo — Romeo sabía que esto pasaría, Parker era incitado por María Antonia.
— No lo voy a permitir, mi hija debe ser la esposa de tu hijo — Repite el lobo enojado, que promete hacer lo imposible para lograr su objetivo.
Dario busca desesperadamente a Bianca, necesita encontrar a su hija, decirle que la ama y que ella es lo más importante para el.
Laura lo apoya, ella sabe que Darío no va a perder la oportunidad de estar junto a el recuerdo de su primer amor.
—¿Puedes entender esta nueva etapa? Necesito cuidar de mi hija, ella es lo más importante para mí — Darío besa las manos de Laura, la ama, quiere estar con ella pero no es ahora.
— Nuestro parece que se encuentra a destiempo, pero después de 18 años de amarte, te voy a esperar — Laura lo besa, la loba rompió su compromiso, algo que no le gusto a Marco pero no podía hacer nada, Romeo le dio su apoyo a Laura.
Marco quiso convencerla de regresar con el, deseaba darle una familia
— No tengo nada en particular, como esposa preparada para ti, debo adaptarme a lo que tú quieras — explica la loba con una sonrisa pensando que las cucarachas de su madre en su cabeza son la mejor respuesta.
Lucius ve que Darío llega después de uno de sus múltiples recorridos.
—¿Alguna noticia?— pregunta con los ojos llenos de esperanza.
Darío niega con la cabeza, solo quiere llegar a casa con su prometida Laura, descansar un poco y seguir buscando.
Cuando Lucius termina de platicar con Darío, se acerca a Juliana
— Perdon por no presentarte con Darío, pero está muy cansado.
— No lo quiero conocer, no sé cómo son las cosas aquí, pero cuando me elijas como reina no puede suceder eso— Juliana siente desagradó a la amabilidad de Lucius con Darío.
— ¿Porque lo dices?— frunce el ceño.
— Tu eres el futuro Alfa no deberías hablar con campesinos — La educación que recibió Juliana es mucho más clasista y elitista, su madre y padre le metieron en la cabeza que ella era superior que al casarse y ser reina tendría a todos a su disposición.
— Darío es como un tío para mi, es el beta de mi padre — Lucius engruesa la voz, este intentonde acercamiento ha sido fallido, el jamás se metiera con alguien que tiene ideas absurdas en su cabeza y mucho menos la nombraría su Luna, su compañera, su reina.
— Debería pedirle que se vista acorde a un Beta, espero que elijas a mi hermano para ese cargo — Juliana habla del futuro.
— Los dos no nos vamos a casar — declara tajante Lucius enojado de sus actitud.
Ella lo alcanza, le pide perdón si lo hizo sentir incómoda
— compre estas cadenas para los dos, en el convento sur de las lobas de la luna, es lo que quiero para nosotros — Ella le entrega una cadena con un dije de un corazón roto.
Al tocar aquella cadena, Lucius siente algo en su pecho, es un calor que emana aquella cadena, sabe que ella impregnó su esencia.
—¿Donde la compraste?— cuestiona emocionado como si le hubiera dado la mejor noticia de su vida.
— En el convento de las lobas de la luna del sur — repite Juliana sin entender la emoción de su amado.
Lucius corre y busca a Darío
— La encontré, creo que la encontré —.
Los dos lobos parten de inmediato sin decir nada más.
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