DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 9

CAPITULO 8

Romeo la cargo en sus brazos, se dió cuenta de lo que sucedía, la llevo hasta la cama y llamo de inmediato a Darío que era hijo del curandero de la manada.

Apretó sus heridas, no eran muy profundas pero si alarmantes.

—¿Porque hizo esto Aurora?— Le cuestiono de inmediato mientras le daba un apretón.

Aurora estaba pálida y desmayada, el padre de Dario de inmediato empezó a coser las heridas para evitar que perdiera más sangre.

Además de aplicar algunas compresas.

—¿Cómo está?— Romeo en verdad estaba preocupado, se sentía culpable por su falta de palabra.

— Perdió mucha sangre, lo mejor es que esté en absoluto reposo, es una loba fuerte pero delicada y necesita cuidados un par de días — el padre de Dario escribio en una hoja algunas indicaciones, se las entregó a su hijo para que alguna sirvienta se encargará del cuidado.

Romeo le arrebato la hoja de las manos de Dario, dejándole claro que el se encargaria personalmente del cuidado de Aurora.

— Les pido discreción, no quiero que nadie se entere de lo que pasó — lo que había hecho Aurora era rechazado por cualquier lobo, y de enterarse solo le traería más problemas a la joven para adaptarse

El padre de Dario le juro lealtad y silencio, el había Sido gran amigo de su padre como hoy Darío lo era suyo.

Romeo se quedó todo el día pendiente de la recuperación de Aurora, siguiendo las instrucciones del medico, cuando le dió fiebre colocó paños fríos en su cabeza.

Se sentía responsable de lo sucedido, y a la vez de ella, se quedó mirando los labios carnosos de la joven, era tan distinta a Florencia.

Ella emanaba fuego pero Aurora brindaba una sensación de delicadeza y paz.

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Victor le había creído la mentira a su esposa, lamento no recordar lo que parecía una noche mágica y única.

— Solo espero que las próximas noches nunca olvide nuestra magia — la beso y Florencia respondió a ese beso, pero se sentía asqueada.

Victor era un lobo fuerte, bien parecido, pero Florencia sentía que era demasiado correcto, en ese mismo momento la llevo a la cama.

Le quitó la ropa con sutileza, era insípido y estaba lejos de ser tan buen amante como Romeo, el mismo que le hacía aullar a la luz de la luna hasta que su cuerpo parecía entrar en colapso por el deseo.

Victor solo buscaba su propio placer, entraba y salía de ella

— Dime qué te gusta — le pedía mientras aceleraba sus movimientos de cadera.

Florencia era una gran actriz, fingia que le encantaba, aullaba a gritos pero en realidad, Victor no llenaba sus expectativas.

Se derramó en ella y el gruño cayendo en su pecho.

—¿Te viniste conmigo verdad?— pregunto esperando que ella estuviera viviendo al máximo lo mismo que el.

— Fue mágico — mintió Florencia mientras alzaba los ojos hacia arriba, sabiendo que era ridículo que sintiera pasión por el.

Decidió tomar un baño de agua caliente en la tina, y con sus manos en su intimidad terminar el trabajo que no acabo su esposo.

La imagen de Romeo rodeando con agresividad su cuerpo, la manera en la que jalaba su cabello y le ordenaba seguir sus instrucciones, fueron la escena que condimento en su cabeza el movimiento de sus manos hasta que llegó al climax que Victor no lograría.

— Soy tuya Romeo... — susurro con sus labios mientras se hundía en el agua jabonosa que ponía su cuerpo aún más suave, y su cuerpo temblaba pensando en el, el efecto de un verdadero Alfa macho.

****

Aurora abrió los ojos, sabía que había cometido una locura, pero la desesperación del Momento le hizo tomar la decisión equivocada.

Vio que Romeo sentado en una silla de madera, con sus dos brazos sobre la cama, durmiendo a sus pies.

No podia creer que ese lobo cruel del que le habían contado Historias horrorosas se hubiese quedado a su lado cuidandola.

Intento levantarse pero un fuerte mareo le hizo regresar a la almohada, movimiento que despertó a Romeo.

—¿Estás bien?— cuestiono, mientras tomaba su mano con fuerza.

— Fui una estúpida, y lo se, lamento lo que pasó — Aurora agachó la cabeza, se debía avergonzado pero no supo procesar sus emociones en un momento de tensión.

Florencia llega en la noche al lugar, como lo hacía con su padre duerme a Victor con unas gotas y escapa.

El deseo que tiene dentro de su pecho por una noche con Romeo la hace sentir aún más deseosa pero para su sorpresa quien está alli es Darío.

— ¿Que haces aquí ? Llama de inmediato a tu amo, no voy a hablar con un lobo inferior — dice algo grosera.

Darío se da cuenta de la gran diferencia de las dos hermanas, y porque Aurora es una loba que debe ser enaltecida.

— Romeo me envió para decirte que el no regresará a sus encuentros, pues ha decidido cumplir con su palabra de esposo ante Aurora — le aclara el Lobo.

Florencia hace un pequeño berrinche pero Darío la ignora, ya cumplió con dar la noticia.

Ella decide regresar a casa, tiene miedo que Aurora le quite lo que desea, no siente que su hermana sea rival para competir con ella, es la única verdad que se repite.

Aurora observa las estrellas, Romeo se acerca para que tome su último medicamento del día, ella hace un gesto de asco como niña pequeña.

—¿Porque miras tanto las estrellas?— pregunta Romeo.

— Porque la Diosa Luna cuenta historias a través de su luz — Aurora le señala algunas estrellas y le cuenta la historia de los dos enamorados separados.

Romeo sonrió, no deja de mirar el rostro tierno de Aurora, y decide darle un beso.

Ella se quedó congelada, no sabe cómo responder ante este gesto, es dulce y suave, Romeo sigue siendo el dueño de sus labios.

—¡Papás!¿Cuando la manada me reconocerá como su hijo?— pregunta Manolo que se acerca corriendo interrumpiendo el momento mientras se sienta en las piernas de Aurora.

—¿Disculpa?— Aurora abre los ojos sin entender.

Romeo la toma de la mano y la lleva aparte, le cuenta la promesa que le hizo a Manolo.

— No eres parte de esa promesa, no tienes que ser la madre de un niño huérfano — le aclara Romeo que no es su obligación.

— Si quiero, si deseo ser la madre de Manolo, es la promesa de mi Alfa, de mi esposo y de mi lobo compañero —

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