Dave sopesó las palabras de Minerva. Por supuesto que tenía razón, y ya había hecho un trabajo minucioso en cuanto a buscar en los lugares en los que Amaris debía haber estado, si de veras había llevado al hospital a alguien que se le apareció frente a su auto.
Al no hallar rastro de ella en ninguna de las imágenes de seguridad de los hospitales que habían visitado, ni en los estacionamientos, Dave le pidió un favor a un contacto que tenía en el sistema de administración de tráfico.
Ben se dirigía a revisar las imágenes de seguridad mientras él estaba sentado aquí con Minerva, analizando cuál sería el próximo paso de ellos. Dave quería salir a buscarla, pero si ella lograba escapar y regresar a casa, no quería que la primera cara que viera fuera la de otra persona.
Con solo pensar en esa posibilidad, su lobo emitió un gruñido posesivo, un sonido sordo en su pecho que no pudo evitar.
Minerva le lanzó una mirada astuta, y sus labios mostraron una sonrisita.
'¿Romeo, estás bien?'
Dave asintió secamente, un poco avergonzado por la familiaridad con la que ella se dirigía a él. Pero tratando de no ofenderla.
'Sí, lo siento. No estoy completamente seguro de por qué, pero parece que mi lobo se liberó de algo que lo ataba dentro de mí'. Se encogió de hombros a modo de disculpa. 'Sus reacciones pueden ser un poco impredecibles…', continuó, sin querer decir que todo el mundo decía que su lobo bordeaba peligrosamente lo salvaje.
'Interesante'. Minerva sonrió con un brillo en los ojos.
'Me alegra que te parezca tan fascinante…'. Dave gruñó con sarcasmo.
Él simplemente no lograba desembarazarse de la sensación de que ella, de alguna manera, se estaba burlando de él, y eso lo irritaba mucho.
Minerva exhaló un suspiro histriónico y sonrió mientras se levantaba del sofá y comenzaba a examinar los libros colocados en la pared.
'Sabes, cuanto más lo pienso, más seguro estoy de que, de algún modo, su madrastra y su hermanastra están involucradas en esto, especialmente después del veredicto del juicio', comentó Dave de repente al tiempo que, enojado, miraba la pared.
Minerva estuvo un rato sin hablar y se giró para mirarlo de nuevo. Sacó un libro del estante y hojeo las páginas con cuidado.
'Honestamente, tuve la misma idea. Pero no sé qué sucedió allí. Amaris me iba a poner al tanto de todo hoy, ¿y ahora? Bueno… aquí estamos'. Minerva respondió sin levantar la vista de las líneas del texto.
Dave la miró detenidamente, echó a un lado la discreción y le contó los pequeños detalles que recordaba del juicio. Cuando terminó, el rostro de Minerva parecía haber sido tocado por todo tipo de emociones.
'Espera… así que me tomo, literalmente, una semana más o menos con mi papá para investigar un poco y ponerme al día, y esa estúpida aprovecha la oportunidad para salirse con lo más ridículo…'. Minerva casi explota antes de hacer una pausa a mitad de la frase. Respiró profundo al paso que cerraba los ojos y exhalaba lentamente.
'¿Sabes qué?'. Continuó mientras sus ojos se abrían y se entrecerraban un poco. 'Ya no sé por qué me sorprende, es imposible subestimar la estupidez de ella. Sin embargo, estoy de acuerdo contigo. No me sorprendería saber que de alguna manera ellas están involucradas…'.
Minerva fue interrumpida por un golpe en la puerta y Ben entró casi inmediatamente después. Intentó lanzarle una mirada de desaprobación mientras se dirigía hacia Dave, pero Minerva arruinó su intención al lanzarle un beso con la mano y dirigirle una sonrisita.
Dave se sonrojó intensamente y se autoimpuso mantenerse serio mientras tomaba la memoria USB que Ben, ceñudo, le entregó.
'Ejem… Esta es la grabación del área donde se vio por última vez el vehículo de Amaris. Supuse que querrías verla para luego decidir lo que vas a hacer'
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