El despertar del Dragón romance Capítulo 155

Al día siguiente, en Compañía Sentimientos Químicos, Santiago había reunido a todos los del departamento de ventas para una reunión corporativa. Sin embargo, Jaime aún no había llegado.

—¿Qué pasa con Jaime? ¿Por qué no ha llegado al trabajo? —Santiago echó un rápido vistazo a su alrededor y preguntó.

Dirigía su pregunta a Hilda porque sabía que era probable que ella supiera la razón de la llegada tardía de Jaime.

Sin embargo, Hilda no tenía ni idea de dónde estaba Jaime. Se estaba poniendo nerviosa, ya que pensaba que podría haberle ocurrido algo malo.

«¿Y si se metió en problemas anoche? Quizá me mintió para que no me preocupara por él».

—Jaime debería llegar pronto —soltó Hilda mientras sacaba su móvil para llamar a Jaime.

—Haré un registro de esto. Solo lleva unos días aquí, ¡y ya llega tarde al trabajo! —dijo Santiago con frialdad.

Santiago aprovechó al máximo la situación porque estaba deseando poder despedirlo.

—Señor Cano, tal vez se haya dado cuenta de que fue demasiado engreído al prometer el contrato con Corporación Químicos Cósmicos. Por lo tanto, ¡le da demasiada vergüenza mostrar su cara aquí! —se burló Lidia mientras reía de forma siniestra.

—¡Puede ser! —Santiago asintió.

Los demás empezaron a burlarse también de Jaime. Sabían que era una tarea difícil conseguir el contrato. Como Santiago y María habían fracasado en conseguirlo después de hacer varios intentos, era muy poco probable que un vendedor insignificante como Jaime pudiera hacerlo.

—¡No es eso! Jaime estará aquí. —Hilda saltó en defensa de Jaime.

—Ya es muy tarde. Apuesto a que está demasiado avergonzado para venir. —Lidia soltó una risita.

—¡Además de hablar mucho, Jaime no sirve para nada más! —añadió María.

—Hay reglas en esta empresa. No hay forma de evitarlas. La cantidad está establecida en la política de la empresa —Santiago sonrió.

—Lo que sea. No me importa. —A Jaime no le molestaba en absoluto la sanción.

Al ver eso, Santiago se enfureció. Entonces, gritó:

—¿Recuerdas lo que dijiste ayer, Jaime? Si no consigues el contrato con Corporación Químicos Cósmicos para hoy, ¡tendrás que dimitir!

—De acuerdo. Lo que tú digas —respondió Jaime con indiferencia mientras tomaba asiento.

Santiago estaba muy irritado por la actitud de Jaime. Sin embargo, su humor mejoró cuando la idea de que Jaime dimitiera se le pasó por la cabeza.

—Jaime, Yolanda me dijo que uno de nuestros excompañeros trabaja en Corporación Químicos Cósmicos. Quizá pueda hablar bien de ti. De hecho, esa persona es un administrador en la empresa. Creo que podría ser útil para tu tarea —dijo Hilda.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El despertar del Dragón