Al ver a Zeltia trabajando de camarera en la finca, Diego se sorprendió de verdad.
Ya no era de extrañar que había desaparecido esos días. Así que vino hasta allí.
Pero más que nada, Diego se alegraba por Zeltia.
Era difícil explicarlo, aunque en ese momento Zeltia le tenía mucha hostilidad, lo importante era que ella no se había ido por el mal camino después de pasar por ese asunto, en cambio, se había buscado un trabajo.
Estaba trabajando correctamente para ganarse su salario.
En comparación con otros resultados, a Diego le hacía más ilusión que sea como ahora.
-Diego, ¿qué haces aquí? Este no es un lugar que puedes venir, ¡lárgate!-
Zeltia dijo con frialdad.
-¡Oye, Zeltia! ¿Conoces a este tipo?-
Varias camareras que estaban de pie allí con Zeltia se acercaron, parecían tener la misma edad de Diego.
Era evidente que eran como Zeltia, estaban cursando el tercer año en la universidad, y como las prácticas estaban por venir, entonces decidieron trabajar en la finca para sacar algo de pasta.
Principalmente era porque dijeron que en ese lugar se podía conocer a grandes magnates.
En ese momento, al ver a Diego, todas se quedaron en duda.
Ese tipo no se vestía como los señoritos ricos, por eso a primeras se preguntaron si había venido para enriquecer su experiencia.
Había una nueva norma ahora en la finca, y es que la gente que no sea cliente ni personal no podían ingresar en allí.
Zeltia hizo un resoplido y contestó, -Claro que le conozco, ¡es justamente el exnovio que les digo!-
Zeltia con una expresión de resentimiento miró a Diego.
-¿Qué? Zeltia, ¿este es el hombre despreciable que rompió contigo y se volvió vanidoso después de que ganó la lotería?-
-Joder, vaya pinta de desgraciado, ¿y le parece convertirse en el magnate después de ganar la lotería? En este mundo hay más ricos y talentosos que él, como el señor Modesto, que a pesar de tener tanta riqueza, tampoco no se convierte tan orgulloso, ¡no es tan tosco como este tipo!-
-Este tipo no es comparable con el señor Modesto. Zeltia, menos mal que has visto su verdadera faceta a tiempo y no le has entregado tu virginidad, que sino te ibas a arrepentir de una manera…-
Las guapas no se cortaban en criticar a Diego con desdén.
Quizás no tenían identidades nobles, pero eran empleadas de Finca Fuente, y en ese período de tiempo habían conocido a muchos magnates.
Tenían una visión y una ambición muy grande.
Así que no se guardaban nada tratando con ese plebeyo de Diego.
Diego suspiró con impotencia.
Justamente quería preguntar por qué no estaba Oskia.
¿Tal vez se había ido?
Pero en ese momento, bajo las críticas de las chicas ni pudo hablar.
Zeltia era capacidad de echar la culpa a otros, ¿no era ella quien le puso los cuernos a Diego?
No obstante, Diego ya no quería perder más tiempo discutiendo ese problema con Zeltia.
No importaba lo que Zeltia decía, ya se habían cortado.
Aunque Diego le tenía sentimientos complicados, tampoco se había planteado nunca volver con ella.
De ese modo, daba igual lo que ella decía.
-Diego, escucha, no seas tan creído solo porque te haya tocado la lotería. Me equivoqué, me equivoqué de verdad. Al principio del primer año de universidad no tenía muchas experiencias, así que tu fingimiento de tratarme bien me conmovió fácilmente y acepté ser tu novia. Ja, ja. Después salí con ese Germán porque pensé que era mejor que tú, y podía darme felicidad, ¿pero?-
-Yo no era más que una ignorante de la vida, mi visión del mundo no era nada hasta que vine a Finca Fuente, aquí encontré como un nuevo mundo. Ahora me importa un bledo que te haya tocado un millón, incluso si te tocara ahora cinco millones o diez millones, ¡solo pienso que eres un rico tosco!-
-Así que, no te creas que eres increíble, ¡a mis ojos solo eres un despreciable!-
Zeltia se había convertido más emocionada mientras hablaba esto.
Unos días antes, ella le pidió ayuda a Diego porque debía cien mil a Germán, a cambio propuso volver con él, además iba a darle su cuerpo y su corazón.
Sin embargo, fue rechazada por Diego.
Además, el plebeyo Diego que había sido dejado por ella de repente tenía dinero.
En cambio, estaba asustado por Zeltia.
Había pensado mal sobre ella, Diego creía que después de pasar por ese asunto, Zeltia dejaría de ser tan pedante.
No obstante, era todavía más presuntuosa que antes.
Así que ella vino a la finca para conseguir un novio adinerado.
Sinceramente, no se le pasó por la cabeza revelar su identidad incluso cuando escuchó las burlas de Zeltia y las camareras.
De esa manera podía dejar a Zeltia quedar bien.
Pero si las cosas iban por ese camino, Diego decidió dejar de ser discreto.
-¡Zeltia! Hay algo que te he estado ocultando durante mucho tiempo. Hoy he decido contártelo oficialmente-
Diego sonrió sutilmente.
-Ja, ¿contármelo? Diego, ¿qué tienes para contarme? ¿No querrás decirme que en realidad eres rico, y además un rico escondido? Ja, ja, ja. Si es así de verdad, ¡entonces realmente me voy a arrepentir!
Zeltia dijo con burla en su cara mientras rozaba con su cuerpo al señor Modesto que estaba a su lado.
-Así es, en realidad soy un rico. Supe de que soy un rico con bastante dinero tres días después de que me dejaste. Ja, ja…-
-Ja, ja, ja, ja…-
Zeltia directamente se rio a carcajadas.
-Diego, eres demasiado. Sé que tienes la autoestima muy alta, y odias que la gente te menosprecie, pero no me había esperado que ahora eres así de hipócrita. ¿Qué eres rico? ¡Si eres rico entonces yo soy hija de una familia opulenta!-
-Este despreciable de hombre prefiere ser un sinvergüenza para proteger su imagen. Mírale, ¿cómo se atreve a llamarse rico si solamente le ha tocado la lotería?-
-No sabéis lo que trama, quizás este despreciable ha visto que Zeltia ahora es tan hermosa y encima le gusta al señor Modesto, por eso se ha puesto envidioso y ha soltado eso de que es rico. Lo habrá dicho para que Zeltia vuelva con él, y después dejarla para vengarse. ¡Ese tipo de tácticas lo he visto mucho!-
-De verdad soy rico. Zeltia, ya no te quiero mentir ahora. No simplemente tengo algo de dinero, incluso el setenta por ciento de Calle Comercial JL está bajo mi nombre-
Diego sonrió amargamente.
Estaba diciendo la verdad, ¿por qué no le creían?
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