El Heredero romance Capítulo 73

-¡Un anillo de esmeralda!-

-Este señor Caro ha tenido mucha devoción filial por su parte, ¡porque el valor de esta pieza es de al menos 10 mil euros!-

Todos estallaron en admiración.

Regalar una joya de 10 mil euros en el cumpleaños de la abuela de su novia era un gesto con mucha democión filial.

-¡Bien, bien. Zaloa, vamos, dile a Nazario que se siente.-

Tomado el anillo, Concepción estaba tan feliz que no podía dejar de sonreír, ¡lo adoraba!

Luego miró a Nazario, quien le había caído muy bien.

Incluso el padre de Zaloa sintió que ganó más honor.

Cabía mencionar que no era una demostración de piedad filial de esa familia el hecho de que habían venido todos para felicitar a Concepción.

Eso solo era en parte.

La otra parte era que Concepción todavía tenía en mano los recursos que dejó su marido cuando se murió. Así que, estaba al mando para decidir quién de los tres hijos y las dos hijas podía conseguirlo.

Por eso, el cumpleaños de Concepción siempre se había celebrado a lo grandioso.

-Abuela, esta es mi novia Yolando Gil, también te deseamos felicidades…-

Dijo Gilberto, que en ese momento estaba sonriendo para ofrecer su obsequio.

Concepción naturalmente rio con más felicidad en la cara.

A continuación, era un joven de veinticinco o veintiséis años.

Vistiendo un traje azul y con un peinado engominado hacia atrás.

Era todo caballeresco, tenía pinta de ser un personaje exitoso.

Se llamaba Ricardo Chavez, primo de Yoana y hermano de Zaloa.

Su aparición también llamó la atención de todos.

Porque Ricardo ya tenía una carrera profesional madura, era el más capacitado y el que había conseguido más logros entre los hijos y los nietos de la familia.

También era el futuro heredero de la familia Chavez.

-¡Abuela, te deseo felicidad interminable y años de vida inagotables!-

-Por cierto, abuela, ¡esta es mi nueva novia, Adriana Soler!-

Presentó Ricardo.

-¡Bien, bien, realmente me disteis una gran sorpresa hoy! Tengo que echarle un buen vistazo a la futura esposa de mi nieto. Adriana, ¿a qué te dedicas?-

Adriana dijo, -Abuela, estoy trabajando en la tienda de BMW 4S, ¡y gracias a Ricardo ahora soy la subgerente!-

-¡Eso es genial! ¿Conociste a Ricardo en una venta?-

Ricardo asintió con la cabeza y dijo, -Sí, abuela, fui a comprar un automóvil deportivo BMW hace algún tiempo, por eso conocí a Adriana.-

-¡Bien, Adriana, vente a mi lado!-

La abuela hizo una seña.

-¡Ricardo, Adriana, venga sentaros!-

Zaloa también saludó con una sonrisa.

Hoy, los hermanos de su familia realmente eran el punto de atención.

Como la generación de los hijos ya habían terminado de felicitar, y ahora que los nietos casi también habían terminado, la fiesta de cumpleaños estaba a punto de comenzar oficialmente.

Sin embargo, la protagonista de hoy, Concepción, aún se sentía inconclusa.

Como si estuviera esperando a alguien.

Si ese alguien no venía a felicitarla, parecía que esa fiesta de cumpleaños era aburrida.

¿Quién era ese alguien?

¡Evidentemente era Yoana, su nieta favorita!

-Pablo, ¿dónde está mi nieta Yoana?-

Preguntó Concepción en ese momento.

El padre de Yoana, Pablo, y la madre, Berta, naturalmente estaban allí.

Hacía algún tiempo, Pablo estuvo a punto de arruinar su empresa por mala gestión.

Para ser honesta, Concepción estaba muy furiosa en ese momento.

Pero inesperadamente, en un abrir y cerrar de ojos, esa crisis fue resuelta por la inversión del señor Diego de Ciudad JL.

De modo que los problemas de la empresa se resolvieron fácilmente, incluso los negocios mejoraron mucho más.

Eso volvió a hacer feliz a Concepción.

Y adoraba a Yoana aún más.

Tan pronto como salió ese comentario, los rostros de Zaloa y Ricardo se pusieron un poco feos.

Pero solo podían mostrar envidia para sus adentros.

-¡Yoana dijo que estaba esperando a un amigo y que llegará pronto!-

-¿Sí? ¿Acaso Yoana se ha echado novio?-

-Al parecer sí…-

Pablo respondió descuidadamente.

Porque Yoana le había avisado de que hoy traerá a su novio.

Porque Pablo, Berta, Gilberto y Zaloa le miraron con extrema hostilidad.

Al escuchar lo que dijo Yoana, estaba a punto de hablar.

-¡Esperad!-

En ese momento, se escuchó una orden en tono frío.

Era Zaloa.

La última vez, Yoana y Diego le hicieron quedar mal a ella y a Nazario delante de Vicente.

Había sido humillada frente a Yoana.

Ese odio directamente hizo que Zaloa no pudiera conciliar sueño por la noche durante este período de tiempo.

Tenía mucha curiosidad por saber quién era ese Diego.

Después de ir a su escuela para averiguarlo, resultó que Diego no era ningún rico, solo le había tocado la lotería.

¡En el pasado, era solo un plebeyo sin dinero ni poder!

Además, fue abandonado por su novia.

Realmente conoció a Yoana cuando estaba aprendiendo a conducir, pero no había ninguna razón para que a Yoana le gustara ese tipo.

En cuanto a por qué Vicente lo conocía.

Ja, ja. Recordando el tema le pareció muy divertido, aunque no era difícil de adivinar.

Porque desde que ese Diego ganó la lotería, había estado despilfarrando, primero se compró un bolso de 45 mil euros, luego se fue a varios hoteles de Calle Comercial JL para gastar más dinero.

Tal vez el señor Vicente le conoció en esas ocasiones y pensó que era un tipo increíble.

¡No solo el señor Vicente pensaba que Diego era increíble! ¡Había más gente que se habían creído que Diego era alguien poderoso!

Al ver a Yoana atreverse a traer a ese Diego, Zaloa dijo con cara fría.

-Yoana, Diego, ya que estáis aquí, ¿no deberías darle un regalo a la abuela?-

-¡Por supuesto que lo daré!-

Dijo Yoana con frialdad.

-Lo que tú regalas es tuyo. Se lo estoy preguntando a Diego, ya que es tu novio. Además, ¿no me dijiste que Diego es un rico? Y mucho mejor que mi Nazario, así que todos queremos ver el regalo de Diego.-

-Así es, esta es la primera vez que viene, ¿no deberíamos traer un regalo?-

-¿Quién es? Parece que es de alguna familia poderosa.-

El grupo de familiares y amigos de repente se aglomeraron en esa zona.

Querían ver los regalos de cumpleaños que traían los novios de las nietas de Concepción…

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