El Heredero romance Capítulo 74

-¡No traje ningún regalo!-

Diego no pudo evitar sonreír con amargura.

Originalmente quería comprar algo, pero Yoana rechazó su idea y dijo que ella compraría el regalo para ofrecerlo de parte de los dos.

Por eso Diego llegó con las manos vacías.

Solo vino para asistr a una fiesta de cumpleaños para hacer feliz a Concepción. ¡No se había esperado que Zaloa iba buscarle problemas!

-¿Qué? ¿No trajiste un regalo? ¡Pensé que el novio de Yoana también sacaría un regalo valioso!-

-¿No habían dicho que el novio de Yoana es un rico? En teoría debería ser conocedor de las costumbres. Mira que esta es su primera visita, ¡pero vino con las manos vacías!-

-¡No es comparable con el novio de Zaloa, Nazario!-

Muchos familiares y amigos empezaron a murmurar en un lado.

El sonido de sus comentarios no eran bajos, de modo que todos los presentes podían escucharlo.

Así que, en ese momento, Concepción se sintió un poco avergonzada.

No era del tipo a la que le gustaban los regalos, pero las personas mayores consideraban muy importante el quedar bien delante de la gente.

De manera que su actitud hacia Diego no era tan cariñosa como con Nazario.

Solo dijo secamente que no pasaba nada, y dejó que Diego se sentara a un lado.

Luego preguntó sutilmente, -Diego, dicen que las condiciones de tu familia son bastante buenas, ¿qué tipo de negocio hacéis?-

-¡Pues, un poco de todo!-

Dijo Diego a la ligera.

Aunque Diego estaba diciendo la verdad, a los ojos de Concepción y de todos, había una sensación de falta de respeto.

¿Un poco de todo?

¿Qué tipo de industria era eso?

¿Incluso respondía con tan poca seriedad?

Yoana sonrió apresuradamente y dijo, -Abuela, es la primera vez que viene, ¡haces tantas preguntas que le vas a asustar!-

-Bien, bien, ¡no le haré más preguntas!-

Concepción detuvo la conversación.

Después de todo, Yoana era la que más adoraba.

-Jum, ¿le asusta tantas preguntas? ¿O es que desde un principio tiene miedo de que le hagan esas preguntas? Yoana, deja las cosas claras, ¿a qué se dedica la familia Diego? ¡Creo que tú lo sabes mejor que nadie!-

Zaloa dijo en tono peculiar.

Lo más insoportable para ella era que todo lo que Yoana diga o haga frente a su abuela era correcto.

La abuela siempre la mimaba.

En cambio, siendo también sus nietos, cuando se equivocaban un poco, les caían una buena bronca.

Entonces Zaloa no pudo soportarlo más. Aunque al principio no había pensado pelearse totalmente con Yoana.

“¡Hoy esperaré a ver a dónde puede llegar tu orgullo, Yoana!”.

Efectivamente, esa frase llamó la atención de Concepción.

Recordando la actitud de su nuera Berta hacía un momento.

Concepción frunció el ceño y preguntó, -Yoana, ¿me estás ocultando algo? ¿A qué se dedican exactamente la familia de Diego?-

El rostro de Yoana se tensó.

Al mismo tiempo, miró a su hermano menor Gilberto.

Zaloa se había enterado de algunas cosas, seguro que su hermano Gilberto había participado en eso.

Tal como pensaba, Gilberto temía enfrentarse a la mirada de su hermana.

-Abuela, yo no…-

Dijo Yoana nerviosa.

-Ja, ja, ¿te da vergüenza decirlo? Está bien, ¡lo diré por ti hoy! Abuela, ¿sabes quién es este Diego?-

-En el pasado era un pobre muy conocido en la Universidad JL. Se ganaba la vida haciendo recados a la gente… Sí era cierto que este Diego consiguió algo de dinero después. Fue porque tuvo suerte y ganó la lotería. Pero ¿sabes qué pasó luego? Diego…-

Zaloa había recopilado esa información de alguna parte.

Por eso era bastante hábil contándolo.

Relató todos los acontecimientos vergonzosos del pasado de Diego como si lo hubiera visto con sus propios ojos.

Incluido el despilfarro después de ganar la lotería.

Incluso lo dijo en público.

-¿Qué? ¡¿Entonces Yoana encontró a alguien así para ser su novio?!-

-Encima dijo que es rico. Creo que este chico engañó deliberadamente a Yoana, por eso se inventó su propia identidad, ¿verdad?-

En ese momento, quería expresar su enojo y al mismo tiempo tenía que dejar que Adriana contara lo que sabía.

-Sí, por supuesto que lo conozco, Ricardo, ¿recuerdas lo que te conté hace unos días? Hace algún tiempo, un chico raro fue a nuestra tienda de BMW 4S para escoger el auto. Nada más entrar me dijo que quería el coche más caro, luego le recomendé todos los autos más caros que teníamos, pero entonces dijo que esos autos son demasiado baratos, que no podía comprarlos, ¡y encima se fue de nuestra tienda con una expresión de angustia!-

-Por supuesto que lo recuerdo, ¿por qué lo dices? No me digas que ese extraño idiota es…-

Ricardo estaba realmente desconcertado.

Adriana asintió con la cabeza, -Sí, era él. Recuerdo que llevaba ropa de pobre en ese momento, pero ahora está vestido así que casi no pude reconocerlo.-

En ese momento, todos volvieron a mirar a Diego con cara de esperar un buen espectáculo.

-¡Pero a qué tipo se ha buscado de novio Yoana!-

-¡Parece todo un loco!-

Yoana dijo ansiosamente, -¡No digáis tonterías, Diego no es así!-

Estaba al borde de un ataque de nervios, ¿qué estaba pasando? Se había imaginado que era algo bastante simple, solo quería que Diego fingiera ser su novio para hacer feliz a la abuela.

Y para poder compararse con Zaloa.

Ya que Diego los había hecho quedar como perdedores ayer.

Sin embargo, Yoana no se había esperado que su prima fuera tan despiadada, ¡de hecho fue a investigar a Diego!

Además, tampoco se había esperado que la nueva novia de su primo Ricardo podría conocer a Diego.

Encima describió a Diego como un tonto.

Se podría decir que todo ese asunto se estaba encaminando hacia la dirección opuesta a la que Yoana suponía.

-¿Que Diego no es así? Yoana, soy la novia de tu hermano y no te voy a mentir. Pero si no me crees, pregúntale a tu novio Diego, ¿es cierto lo que pasó en la tienda de BMW 4S ese día?-

Dijo Adriana.

Diego había estado escuchando en silencio en un costado, incluso había reconocido también a esa mujer llamada Adriana.

Después de todo, solo se había visto con Adriana una vez. Además, llevaba un uniforme negro ese día. Y durante la presentación de los autos, no paraba de llamar a otros clientes, dejándole de lado. Por lo que no hubo mucha interacción.

Diego todavía recordaba que Adriana le había maldecido cuando estaba saliendo de la tienda.

En ese momento, lo ignoró.

¿Pero Diego debería refutarla? ¿Pero cómo? Al fin y al cabo, lo que había dicho era verdad.

Entonces, bajo la observación de todos, Diego asintió con la cabeza, -Todo lo que ha dicho es verdad. Es cierto que ese día me fui con una expresión de angustia porque no encontré un auto muy caro en la tienda de BMW 4S, ¡es que los autos allí eran realmente demasiado baratos!-

Dijo Diego a la ligera.

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