El Heredero romance Capítulo 78

¡Celipe!

Después de que Diego volvió a hacer zum en la pantalla, la persona que se mostraba en la foto era Celipe de la familia Hierro.

Porque por mucho que Celipe se tapara, la mueca que hacía su boca no podía engañar a Diego.

En aquel entonces, se podría decir que Celipe era la causa directa de la ruptura entre Diego y Zeltia.

Además, primero en la fiesta de cumpleaños de Blanca y luego en el KTV Imperador fue apuntado por ese Celipe, y con rabia, llamó a Juan para pedirle que le diera una lección a Celipe.

Pero como su hermana se enteró del asunto, al final no le dieron una lección, sino que arruinaron a la familia Hierro.

Finalmente, se llevaron a Celipe en la entrada de Finca Fuente.

Desde entonces la familia Hierro se quedó arruinado, entregaron el restaurante Estrella que ahora era administrado por la familia Abaroa.

Se podría decir que Celipe se convirtió en un pobre de la noche a la mañana.

Además, no sabía lo que había pasado y todo se convirtió así.

Pero ahora… ¿Por qué Celipe secuestró a Yoana?

Diego se sorprendió.

¿Era simplemente por secuestrar? ¿Para chantajear una suma de dinero?

Observando esa situación, no le pareció convincente esa idea.

Obviamente, le dijo algo a Yoana para convencerla de subirse a su auto.

Diego también notó un detalle más.

Durante la comunicación con Yoana, los ojos de Celipe miraban constantemente en la dirección por donde se fue Diego.

Como si le preocupara que regresara de repente.

Entonces, ¿ese Celipe lo había premeditado todo? ¿Era un secuestro que apuntaba a Diego?

Si después de lo que pasó, Celipe se enteró de que la destrucción de su familia fue por culpa de Diego, entonces tendría sentido que tomara represalias contra él.

De cualquier manera, Diego estaba casi completamente seguro de que Yoana ahora mismo estaba en un peligro, ¡en un peligro muy grande!

Diego estaba pensando en las contramedidas que podía tomar.

En ese momento sonó su móvil.

Era de un número desconocido.

De inmediato, Diego cogió la llamada.

-Je, je, Diego, oh, no, debería llamarte señor Diego, ¿te acuerdas de mí?-

Una voz indiferente y orgullosa llegó del teléfono.

-¡Celipe, eres tú de verdad!-

Cuando Diego escuchó la voz, la reconoció al instante.

-Sí, no me había esperado que un señor opulento como tú se acordara de mí. Ja, ja, ¡qué dramático todo! Diego, antes todos pensaban que eres un pobre, pero en realidad eres un joven rico, además eres el dueño de Calle Comercial JL. Pensaba que mi padre era poderoso, ¡pero solo es alguien que trabaja para ti! Si no fuera porque cuando quise tomar represalias contra Juan, escuché a escondidas que te estaba llamando mi padre, en mi vida me hubiera imaginado que tú eres el que arruinó a mi familia con una simple orden!-

-Pero señor Diego, si es tan rico, ¿por qué tiene que tomarse las cosas tan a pecho? Sí, le dije a Germán que ligara con tu novia. Me equivoqué, pero tú, ¡arruinaste a mi familia y me dejaste sin nada! ¡Eres muy cruel!-

Diego dijo a la ligera, -De hecho, sentí que fui un poco cruel al principio, pero ahora, ¡ya no siento que soy cruel!-

-Celipe, de todos modos, este es yn asunto entre tú y yo. Yoana es inocente. ¡Suéltala! ¡Iré a buscarte! ¡Aceptaré todas tus condiciones, sean cuales sean!-

-Jum, Diego, ¡veo que hablas con un tono muy arrogante! Sí, es cierto que vine por ti. Al principio había pensado morir contigo en un accidente de coche, ¡pero luego pensé que sería demasiado aburrido! Ja, ja, además, ahora mismo tengo una hermosura a mi lado. ¡Si me la tiro, ya valdría la pena! Diego, ella es tu novia, vamos, escucha su voz.-

-¡Diego, no vengas, es un loco!-

-¡No vengas! Mmm…-

Llegó la voz llorosa de Yoana.

Diego estaba muy nervioso.

Aunque solo eran novios falsos, Yoana había salido con él de la fiesta.

Además, Celipe secuestró a Yoana para tomar represalias contra él.

De todas formas, todo era su culpa.

-Diego, si quieres salvar a tu novia, ven a verme al Restaurante Inacabado del sur. No intentes contactar con la policía o con Juan. Es inútil. ¡Si vienen, tu novia y yo moriremos juntos! ¡Te doy una hora para que vengas a verme!-

Sonó un pitido.

Celipe terminó de hablar y colgó.

Diego estaba un poco pálido.

Al parecer era como lo había deducido, su identidad fue descubierta, lo que atrajo la atención de Celipe, y luego él, que ya estaba mentalmente enfermo, le apuntó a Diego para tomar venganza.

Sin duda, ese tipo podría hacer cualquier cosa ahora.

Sin embargo, simplemente con la fuerza de Diego no era suficiente.

En cuanto a ese asunto, todavía tenía que buscar a Juan y pedirle que pensara en una solución.

A continuación, Diego llamó directamente para hablar del asunto, y Juan, naturalmente, se lo tomó muy en serio.

Flavio también miró a Diego con frialdad.

Enseguida dijo, -Quizás ya se ha gastado casi todo su dinero y está desesperado por encontrar un trabajo, ja, ja, dejarle de lado, ¡sigamos hablando de este Reventón!-

Dicho eso, todos rodearon el Lamborghini Reventón que acababa de ser reparado y empezaron a comentarlo con detenimiento.

Sin embargo, Diego estaba nervioso y preocupado por Yoana en ese momento, no tenía tiempo de interesarse por ellos.

Y menos tiempo tenía para prestar atención a su cinismo.

¡Bip, bip!

Dos pitidos.

Diego quitó de un empujón a Jazmín que estaba al lado de la puerta del auto y se subió directamente al auto.

Después arrancar el coche, salió de la tienda 4S como un cohete.

Flavio se quedó atónito, Jazmín que estaba a punto de maldecir también se quedó boquiabierta.

En resumen, los seis estaban allí de pie estúpidamente.

¿Ese Diego acababa de llevarse el coche? ¿Ese es el auto de Diego?

¡¡¡Qué!!!

¡¡¡Imposible!!!

Jazmín sintió como si la habían abofeteado en público, -¡Mirar, ese hombre robó el auto!-

Gritó Jazmín.

-Órdenes de inmediato. Hoy nuestra tienda se cerrará. Todos los empleados que tengan una antigüedad de menos de cinco años podrán cogerse vacaciones y ahora mismo tenemos que despejar el lugar de inmediato. ¡Más tarde, varios subordinados importantes del señor Diego vendrán aquí!-

Karlos no se molestó en prestarles atención a Jazmín, Flavio y los demás, solo se molestó en dar órdenes a la secretaria con prisa.

La secretaria fue a hacerlo de inmediato.

Y Flavio y los demás aún estaban allí de pie como unos ignorantes.

Se escuchó un ruido.

De repente, desde el exterior de la entrada vinieron ruidos de frenazos de emergencia.

Más de una docena de Rolls-Royce Phantom se detuvieron en la puerta de la tienda 4S.

Luego, Juan salió del auto y trotó directamente a la tienda…

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Heredero