Donovan Bristol
—¡Dayana Cuidado! —escuche ese grito del otro lado de la línea y luego un disparo que provoca que mi corazón se acelere.
—¡Dayana! —Grito, pero no recibo respuesta, se escucha ruido del otro lado y luego la llamada se corta.
—Señor Bristol ¿está todo bien? —la reunión está en medio de un receso y todo me miran sorprendido, Alexandro se acerca.
—¿Qué sucede? —interroga.
—Creo que ha pasado algo malo, escuche a Asher gritarle a Dayana que tenga cuidado y la llamada se cortó, —lo miro alarmado.
—¿Sabes dónde están? —Asiento—. Vamos, —la reunión la damos por concluida y abandonamos el edificio, me remuevo incómodo en el auto y no puedo evitar sufrir un ataque de ansiedad.
Lloro de preocupación y siento que me asfixio, Alexandro me habla y trata de hacerme regresar.
—No quiero que les pase algo, es mi culpa, —susurro, niega y toma mi rostro.
—Hermano, —me concentro en despejar mi mente—. Nada de esto es tu culpa, tranquilo, —susurra—. Dayana y tu bebé te necesitan fuerte, no te desmorones ahora, —pide, suspiro y asiento.
Desde que auto se estaciona logramos ver una ambulancia y del centro comercial sale una camilla. Bajo rápido del auto haciendo a un lado a las personas, Dayana es lo único que llega a mi cabeza y cuando estoy frente a los paramédicos un jadeo escapa de mi boca al ver de quien está malherido.
Dayana Berlusconi
Todo pasó excesivamente rápido, Asher se atravesó justo en el momento en que el arma fue disparada evitando que sea yo la herida, me arrodillo frente al chico llevando mi mano al lugar afectado tratando de evitar que se desangre.
—Por favor, resiste, —sollozo, la gente comienza a pilarse a nuestro alrededor, no sé quién disparo y si los de seguridad llegaron a capturar a la persona que intento matarme—. No cierres los ojos, Asher, —pido.
—No- me dejes, —susurra, niego.
—Estoy contigo, nada te pasará, —acaricio su mejilla, no sé en qué momento llegaron los paramédicos y me alejaron de su lado, no perdí detalle de lo que hacían. La herida la cubrieron con un vendaje y verificaron que la bala entro y salió para luego subirlo a una camilla.
—Señora Berlusconi, —es Jean—¿Se encuentra bien? —interroga, niego, me siento perdida y termino perdiendo las fuerzas, me sujeta antes que me desplome en el suelo y sin poder evitarlo pierdo el conocimiento.
(…)
Los ruidos de una máquina de esas que monitorean las frecuencias cardiacas me sacan de mi inconsciencia trayéndome devuelta a la realidad, me obligo a abrir los ojos, pero lo vuelvo a cerrar, ya que la luz me pega con fuerza.
—Señor debe calmarse, —escucho ruido del otro lado—. Si no se tranquiliza, no le vamos a permitir entrar, —anuncia.
—Es mi esposa la que se encuentra allí dentro, —reprocha la voz de Donovan—. Necesito verla ahora mismo, —anuncia.
—La vera, pero debe calmarse, —pide, se escucha silencio del otro lado y luego la puerta es abierta, giro mi rostro hacia esta por donde ingresa una doctora y detrás de ella mi esposo, se acerca y me observa preocupado.
—¿Estás bien? —cuestiona.
—Me duele la cabeza, —le digo.
—Es normal, recibiste una fuerte conmoción, pero tú y el bebé se encuentran bien, me alegra verte despierta y los dejo solo, —se retira, me recuerdo de Asher y una fuerte preocupación se instala en mi pecho.
—Asher, —susurro.
—Él está bien, le salvaste la vida evitando que perdiera más sangre de lo normal, —comenta.
—Me salvo, se interpuso entre esa bala y yo, —mis ojos se nublan y no puedo evitar sollozar.
—Shh… tranquila, —acaricia mi mejilla y se encarga de eliminar las lágrimas de ellas.
—Alexandro debe odiarme.
—Está muy agradecido contigo, —susurra. Toco mi vientre y le pido que se recueste a mi lado, me hace caso y me acurruco contra su cuerpo para terminar dormida recibiendo sus caricias.
Alexandro Bianchini
Cuando vi a Asher en esa camilla, mi corazón bombardeo todo mi torrente sanguíneo a máxima velocidad, no tenía cabeza para pensar en otra cosa que no sea en el pequeño, Donovan me pidió que me fuera con los de la ambulancia mientras él busca a Dayana. Al llegar al hospital, me privaron el acceso a el área donde lo estaban llevando, me senté en la sala de espera donde dure varias horas esperando noticias del chico.
Me encargué de llamar a su madre que llego muy desesperada y me toco calmarla, Azucena se ve devastada y tuve que ser fuerte por ella. Cuando le medico salió, nos dio la noticia de que la bala entro y salió sin peligrar ningún órgano, ya que fue en su hombro, suspire enseguida y la primera en ir a su habitación fue su madre, me hubiera gustado entrar de primero, pero debo darle prioridad a ella que no tardo mucho tiempo en salir.
—¿Cómo está? —cuestiono.
—Dormido, ve con él, —pide.
—Alexandro, —me giro encontrando a Donovan.
—¿Qué sucedió con Dayana? —pregunto.
—Se desmayó y ahora la están atendiendo, —comenta angustiado.
—Gracias a ella Asher está vivo, —me mira sin entender—. Le hizo compresión en la herida evitando que se desangre, —explico.
—Jean me anuncio que si no hubiera sido por Asher, se encontrara muerta o malherida ahora mismo, —eso me sorprende—El disparo era para Dayana, pero este arriesgo su vida para salvarla.
—¿Quién fue? —cuestiono.
—No tengo ese dato todavía, pero desde que reciba la información me encargaré de informarte, —asiento y me retiro a la habitación de Asher, ya no aguanto otro minuto más sin verlo.
Ingreso y me sorprende encontrarlo despierto.
—Pequeño, —me acerco a él.
—¿Ella está bien? —es lo primero que pregunta.
—La están chequeando, ya que se desmayó, —murmuro.
—Fue todo tan rápido, —se nota conmocionado.
—Le salvaste la vida.
—Esa mujer, salió de la nada y pude ver sus intenciones de disparar a tiempo, —eso me sorprende.
—¿En serio?
—No dejaba de mirarte, —reprocho, me siento en la orilla de su cama.
—No hay motivos para estar celoso, —comenta.
—Es algo que no puedo evitar, me molesta mucho, —hago una mueca, toma mi mano y besa mis nudillos.
—Somos novios, ya te dije que soy solo tuyo, —me recuerda.
—Lo siento, bebé, pero mi deber es proteger lo que es mío, —beso su frente—Descansa otro rato más, —pido, me hace un lado y no puedo evitar reír, ya que estaremos incómodo, pero me recuesto con cuidado de no lastimarlo y acaricio su cabello hasta que queda dormido.
(…)
Dos días en el hospital y al fin le dan el alta a Asher, no pude permitir que se fuera a su casa y me toco irme con este a la de su madre, Azucena no le molesta que me quede y eso me alegra.
—Si necesitas cualquier cosa Alexandro, no dudes en avisarme, —murmura.
—Gracias por permitirme quedar, —niega.
—No hay problema, —me entrega una toalla, camino hasta la habitación donde esta Asher y dejo mi bolso donde traje algunas ropas, no pretendo durar más de lo normal.
—¿Crees que entremos en esa cama? —interrogo.
—No sé, pero supongo dormiremos apretados, —comenta.
—Eso no importa, con tal de tener pegado a mí me es suficiente, —sonríe.
—El baño está al frente por si deseas tomar una ducha, —asiento, me desnudo frente a este sin perder de vista como me observa, muerde su labio inferior y niego.
—¿Me haces compañía? —me envuelvo en la toalla, se pone de pie y juntos entramos al baño, es pequeño, pero no tanto como para estar incómodos, me encargo de quitarle la ropa con cuidado de no lastimarle su herida.
Entramos a la ducha, tomó su cintura y lo pego a mi cuerpo.
—Alex, —suspiro, me agacho para besar sus labios y muerdo el inferior cuando su mano agarra mi polla.
—Deja eso pequeño, no quiero calentarme y luego hacerte chillar, no me conviene que mi suegra escuche a su hijo decirle papi a otro, —me muerde en la mandíbula y aprieta su agarre—. Diablos Asher, estoy hablando en serio, —reprocho.
—Es que quiero, —me mira apenado, niego.
—Solo nos ducharemos, —beso su frente.
—¿Y esto? —sonrió por su preocupación de complacerme.
—Ya se calmará, —tomó la esponja para lavar su cuerpo y luego lo dejo hacer lo mismo con el mío.
El calor se calma y mi amigo termina aprendiendo que hay momentos en los que no debe levantarse para que el pequeño se siente, me río por mis pensamientos, nos terminamos de duchar y regresamos a la habitación. Por primera vez duermo en ropa interior, pero todo esto es para evitar bochornosas escenas donde entre su madre y me vea las pelotas otra vez, Asher termino dormido en poco tiempo.
Mañana será un nuevo día y espero todo el asunto de Emily se resuelva, esa mujer está loca y creo que la mandaran a un sanatorio para enfermos mentales para esperar que muestre mejoría y así poder enjuiciarla, sé que Donovan no va a descansar hasta que ella este detrás de unas rejas y que hará todo para proteger a su esposa embarazada, es un hombre capaz de perder su humanidad por personas que les importan e igual haría lo mismo en su lugar porque el amor te hace hacer cosas que nunca creíste ser capaz de lograr, suspiro y con ese pensamiento me quedo dormido.
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