Ella respondió la llamada.
-Soy yo.
-Sí.
Lin Xinyan bajó la mirada y caminó hacia la sala. No dijo nada y espero para poder hablar con él.
-Estoy fuera de tu casa, ¿estás libre? Quiero verte —dijo He Ruize después de un momento de silencio.
Lin Xinyan murmuró con voz baja en respuesta, terminó la llamada, se quitó el delantal y tocó la puerta de Lin Xichen.
-Xichen, arreglaré unos asuntos abajo. Tu abuela regresará pronto, así que no salgas de casa.
Lin Xichen asintió en la puerta y miró hacia abajo donde se encontraban He Ruize y Zhuang Zijin conversando.
-Está bien —respondió al escuchar la voz de Lin Xinyan.
Lin Xinyan se cambió los zapatos antes de bajar las escaleras.
En el parque, He Ruize estaba hablando con Zhuang Zijin; él quería cargar a Lin Ruixi, pero ella no se lo permitió.
-La niña es un poco insolente.
Zhuang Zijin nunca antes lo había rechazado; esta vez, él percibió el notable distanciamiento. Después de que ella se enterara que su madre había hablado con Lin Xinyan y que le dijera que no podían estar juntos, ella ya no se sentía tan apegada a He Ruize. Después de todo, antes ella lo trataba como su yerno, pero ahora no podía aparentar que estaba entusiasmada y tampoco podía permitir que los niños se acercaran demasiado a él.
—Tía, ¿hice algo malo? —preguntó él.
-No, no. -Zhuang Zijin sacudió la mano tratando de explicar-: Es solo que la niña ha estado fastidiosa estos días y no quiero que se ponga a llorar.
-Yo la vi crecer, no soy un desconocido para ella, así que no se preocupe, no va a llorar si la abrazo.
-Ruize. -Lin Xinyan salió deprisa-. Mamá, está haciendo frío, mejor entren a la casa.
-Está bien. -Después de despedirse de He Ruize, Zhuang Zijin se apresuró a irse con la niña en sus brazos.
-¿Ya cenaste? -preguntó Lin Xinyan.
He Ruize le mostró una leve sonrisa.
-Aún no, ¿me vas a preparar algo para cenar?
—Claro.
Ambos se miraron y sonrieron.
—Vamos a dar un paseo.
—Está bien.
Era evidente que algo había cambiado en su relación, pues ya no eran tan cercanos como solían ser.
-Ya lo sabes. -He Ruize miró el camino frente a él-. Solo quiero decir que me acabo de enterar, pero, ¿tú me crees?
-No lo sé. -Lin Xinyan le dio una respuesta ambigua.
—Aún no me crees. —He Ruize sonrió con amargura.
«Lo sabía.» Cuando Lin Xinyan supo la verdad, ella cambió su actitud hacia él.
-Si He Ruilin y yo estuviéramos en peligro, ¿a quién salvarías? -Lin Xinyan de pronto se detuvo y miró a He Ruize.
—Qué pregunta tan ridicula, ¿no es así? Pensarías primero en He Ruilin y luego en mí.
-¿Por qué estás tan segura? -He Ruize la miró.
-Hay demasiados tipos de amistad en este mundo, pero la sangre es más densa que el agua y por eso la familia es lo más importante. Ella es tu hermana. Si puedes ignorar la vida de tu hermana, ¿entonces te convertirías en un ser tan despiadado? ¿Quién se atrevería a enamorarse de ti?
He Ruize no dijo nada y solo la miró en silencio. Sus palabras no estaban equivocadas. Entre He Ruilin y ella, él elegiría primero a su hermana; aunque no se debía a los lazos familiares, sino que era porque él se sentía responsable por lo que le había sucedido a ella. Ellos la habían perdido aquel año debido a su negligencia.
—Esto no significa que mi amor por ti haya disminuido.
-¿Puedes acompañarme por un solo trago? ¿O serás así de distante conmigo desde ahora? -He Ruize observó su rostro.
La miró a los ojos y quería que ella también lo viera; si eso lo hacía irse, ella diría que sí.
—Está bien.
—Conozco un lugar que está cerca. —He Ruize la tomó de la mano.
Era casi como si él la hubiera arrastrado; después que ambos entraron en el auto, He Ruize le entregó una botella de agua.
-Toma, tus labios se ven secos.
Él encendió el motor mientras ella se tocó los labios, pues parecían bien y no tenía sed, así que la botella permaneció en sus manos sin tocarla. El auto andaba a la perfección en el camino. He Ruize se giró para verla.
-No bebiste el agua que te di. ¿Te da miedo que esté envenenada?
—¿De qué estás hablando? Solo no tengo sed. —Lin Xinyan abrió la botella y la bebió, sabía a agua mineral común y corriente, así que le puso de nuevo la tapa-. ¿Ya estás feliz?
He Ruize no respondió, parecía concentrado en el camino; si se le miraba con atención, podían verse las venas azules palpitando en sus sienes. De pronto el auto se detuvo fuera de un club privado. Él salió del auto y le abrió la puerta.
-Puedo bajarme yo sola.
He Ruize la tomó de la mano; ella quería alejarlo, pero él la sostuvo con fuerza.
—Solo por esta vez, déjame sostener tu mano una vez más como tu novio; después de esta noche, estaré de acuerdo si quieres tratarme como tu hermano. Si es lo que quieres.
-¿De qué estás hablando? ¿Por qué parece como si ya no quisieras seguir en contacto conmigo? -Lin Xinyan se percató de que He Ruize actuaba algo raro el día de hoy; sin embargo, no podía pensar en una razón para eso.
He Ruize sonrió.
Él estaba siendo muy dominante con ella; en definitiva, ella podría dejar se relacionarse con él si seguía actuando de esta manera después de hoy. A diferencia de lo que él había dicho, ella no sentía nada por él incluso si fuera su novia.
De ser así, ¿entonces por qué ella nunca podría olvidarse del primer hombre con el que había estado? Su corazón dio un vuelco cuando pensó en el primer novio de Lin Xinyan y sostuvo su mano con fuerza.
Él no tenía la culpa.
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