Enamorándome de ti romance Capítulo 123

Él debía mostrarse frágil por un momento en una oscura noche con nadie más y frente a esta mujer.

Algunas personas decían que quien no había experimentado algo, nunca podría simpatizar con aquellos que sí. Ella creía eso. Si ella nunca hubiera sido abandonada por su padre, no podría comprender cómo se sentía él en ese momento. Tal vez se sentían empáticos el uno con el otro porque habían experimentado lo mismo.

Lin Xinyan se estiró y le dio unas palmaditas en la espalda. Sin muchas palabras, lo consoló en silencio. Zong Jinghao no era una persona sensible y nunca mostraría su lado frágil si no fuera Lin Xinyan quien estuviera con él en ese momento.

—¿Volvemos? -Su voz salió con debilidad desde el cuello de Lin Xinyan.

-Dije que regresaría por ropa. Si no voy por ella, me temo que X¡ lo pensaría demasiado ya que es un niño susceptible. -Lin Xinyan pensó en su hijo y su tono se volvió más solemne-. De ahora en adelante, no pongas en peligro la seguridad de Xi. Es en serio.

—Sí. —En verdad no pensó en qué hacer si sucedía un accidente.

Una vez que Zong Jinghao se calmó, encendió el auto y condujo; no le tomó mucho tiempo para llegar a la residencia de Lin Xinyan. Luego, salió del auto y siguió a Zong Jinghao.

-¿También vas a subir? —Lin Xinyan se dio la vuelta y lo miró.

-Quiero echar un vistazo a tu residencia. -Él no había estado ahí antes.

Lin Xinyan caminó frente a él. Cuando llegaron a la puerta, sacó sus llaves. El lugar no era muy grande, pero la decoración creó una cálida atmósfera y se sentía muy hogareño.

Lin Xinyan fue primero a la habitación de Lin Xichen por su ropa para después dirigirse a su propia habitación por la ropa de Lin Ruixi. Cuando estaba empacando la ropa, Zong Jinghao caminó con libertad por la casa. Ese lugar no era muy grande, pero los niños lo habían mantenido limpio y en orden. En el armario de un lado, había una foto de Lin Xichen y Lin Ruixi; él estiró la mano y tomó la foto, cuyo fondo era un campo de césped. Los niños se veían un poco mayores de dos años de edad y estaban jugando con burbujas.

—La tomaron cuando acababan de aprender a caminar -dijo con una sonrisa al ver la foto en su mano-. Aunque X¡ es muy listo, comenzó a caminar a la edad de año y medio, pudo caminar con firmeza cuando tenía más de dos años.

Le brillaban los ojos cuando hablaba de sus hijos y todo su cuerpo rebosaba de un brillo de amor maternal. Era cálido y gentil. Zong Jinghao bajó la foto. «Una sonrisa como esa solo podía verse cuando estaba frente a sus hijos, ¿cierto?»

—Por favor, toma asiento. Iré por allá. —La habitación de Zhuang Zijin estaba en la siguiente puerta, tenía que ir y limpiarla.

Zong Jinghao hizo un ligero zumbido. Después que Lin Xinyan se fuera, se sentó en la cama. Tal vez porque ella cuidaba de sus hijos, que la cama tenía sábanas de caricatura que estaban muy limpias y ordenadas. El cajón de la mesita de noche estaba medio abierto y había un libro rosa en él; cuando abrió el cajón, vio que el libro era en realidad un álbum fotográfico. Él estiró su mano, sacó el álbum y lo abrió.

Una foto mostraba a un muy pequeño bebé envuelto en una colcha rosa y vestía un pequeño gorro rosa; tenía un rostro suave y delicado, lucía muy lindo. Continuó cambiando la página. Esa página contenía fotos que fueron tomadas cuando Lin Xichen era un niño. De manera similar, estaba envuelto en una pequeña colcha azul y vestía un gorro azul pequeño. Él también tenía mejillas rosadas justo como su hermana. La foto parecía haber sido tomada poco después de que naciera porque se veía muy pequeño.

Lin Xinyan sacó fotos de ellos cada año, preservando las memorias de ellos de cuando aprendieron a caminar, cuando tuvieron sus primeros dientes, cuando hablaron por primera vez y la primera palabra que dijeron. Tomó

notas de todo eso con cuidado.

Después de un clic, una foto cayó del álbum y aterrizó en el suelo. Zong Jinghao la recogió; era una foto de Lin Xinyan y sus dos hijos. Ella estaba sentada en la alfombra y los niños estaban jugando con bloques de construcción; ella miraba a sus dos hijos y sonrió con afecto. Él sostuvo la foto en su mano y la miró de cerca por un momento. Cuando estaba por ponerla de vuelta en el álbum, se dio cuenta con la luz que había algo escrito en la parte de atrás de la foto. Por eso, la volteó y vio un párrafo escrito con tinta negra en la parte trasera de la foto.

«Mis preciosos bebés, lamento no darles una familia completa. Solo tienen a mami y a la abuela en su hogar, pero los amaré mucho. Gracias por venir a mi melancólico mundo, al cual trajeron luz. Ya no estoy sola ni tengo miedo.»

Cuando estaba absorto viendo a la hermosa caligrafía, escuchó un ruido. Entonces puso la fotografía de vuelta en donde estaba y cerró el álbum. Lin Xinyan sostenía una bolsa en su mano y asomó la cabeza desde la puerta.

-Terminé.

Zong Jinghao se puso de pie y su alta figura de inmediato creó una sombra. La miró y preguntó:

-¿Terminaste de empacar?

-Sí. —Lin Xinyan asintió.

—Vámonos. —Lin Xinyan asintió. Zong Jinghao caminó hacia ella y se estiró para tomar la bolsa que traía en la mano-. Yo la llevo por ti.

-No tienes que hacerlo, no está pesada. —Solo había un poco de ropa y productos de primera necesidad en la bolsa.

-Dámela. -Él la tomó.

Lin Xinyan giró la cabeza para mirarlo, bajó sus parpados con lentitud y lo siguió sin decir nada. Después, le puso seguro a la puerta y salió de la residencia.

En la residencia de la familia He, la sirvienta salió a comprar la despensa y cuando regresó, las personas le aventaron huevos.

-Es su manera de hacer las cosas y es bien sabido en la industria. -He Ruixing era parte del círculo de negocios y era natural que hubiera escuchado cosas sobre como hacía la cosas Zong Jinghao dado que era decidido, atrevido y rotundo.

Cuando el auto se detuvo, He Wenhuai entró por la puerta furioso. Xia Zhenyu estaba por llamarlos y advertirles sobre las personas en la entrada para que entraran por la puerta trasera. Al verlos entrar, Xia Zhenyu bajó el teléfono y los saludó.

—¿Están bien?

—Estamos bien. Entramos por la puerta trasera. —He Ruixing suspiró-. Este asunto nos ha afectado demasiado. No cenaré en casa esta noche, saldré.

-¿A dónde irás? -Xia Zhenyu preguntó.

-Iré a hablar con él. -La voz de He Ruixing se atenuó con lentitud, pero no estaba seguro de sí mismo ni de qué hacer.

-Entonces dejaré que te hagas cargo de este asunto. -He Wenhuai estuvo fuera todo el día y se veía cansado.

Xia Zhenyu le ayudó a ir a la habitación. Al ver llegar a He Wenhuai, He Ruilin bajó desde el segundo piso.

-Hermano, iré contigo.

-¿Qué harás cuando estés ahí? -He Ruixing la miró con frialdad-. Es por ti que esto sucedió. Las cosas empeorarán si vas.

He Ruilin se había habituado que él le negara y no estaba molesta. En su lugar, bajó paso por paso en sus pantuflas mientras miraba a He Ruixing.

-Tengo algo en mis manos que lo hará estar dispuesto a hablar con nosotros, o incluso a rendirse.

-¿Qué es? -He Ruixing preguntó, dudoso.

He Ruilin había pensado con cuidado un plan y estaba segura de sí misma.

—Llévame y te lo mostraré. ¿Qué piensas?

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