Zong Jinghao miró dentro del auto. Sabía que era probable que Lin Xinyan estuviera ahí también, pero el corazón de Su Zhan ardía en deseos de cotillear.
«¿Zong Jinghao le prestó su auto a alguien más?»
-¿Es hombre o mujer? -Su Zhan se acercó a Zong Jinghao y le parpadeó—. ¿No estás cortejando a tu ex esposa? ¿Por qué vuelves a cambiar tu gusto por las mujeres?
-¡Quítate de mi camino! -Zong Jinghao lo miró de reojo.
Shen Peichuan sonrió.
-Te lo mereces. Seguirás siendo igual de infantil aun cuando cumplas ochenta años.
-Tú eres el que es infantil. -Su Zhan dio un paso adelante, se lanzó a su espalda y puso los brazos alrededor de su cuello-. Oye, ¿has visto a su ex esposa?
Shen Peichuan asintió con honestidad.
-Sí.
Zong Jinghao se casó hace seis años. De hecho, era un matrimonio secreto y no era el matrimonio que Zong Jinghao quería. Por consiguiente, nunca le presentó a Lin Xinyan; además, en aquel tiempo Shen Peichuan estaba muy ocupado, pues acababan de promoverlo. Zong Jinghao se divorció poco tiempo después, por lo que no tuvo oportunidad de verla. Si Guan Jing no le hubiera pedido ayuda, Chuan no habría tenido oportunidad de conocerla; escuchó de él que Zong Jinghao parecía querer de nuevo a su ex esposa y entendió el porqué. Tal vez era por el niño. Conoció a Lin Xichen, quien tenía cinco o seis años, así que el tiempo también coincidía.
Al entrar a Villa Juxian, había pabellones que rodeaban el lugar y el sinuoso pasillo estaba decorado con faroles rojos que llegaban hasta el vestíbulo. Una vez que entraron, los recibió la recepcionista.
-¿Usted es el señor Su?
-Sí. -Como él había hecho la reservación, era normal que registrara su nombre.
—Síganme, por favor. —La recepcionista caminó delante de ellos y los llevó a la habitación privada.
La habitación era muy espaciosa y las mesas junto con las sillas estaban hechas de sándalo de la más alta calidad; además, tenían meticulosos tallados con diferentes patrones. Cada parte de la habitación transmitía un ambiente de belleza tradicional. Las habitaciones privadas aquí eran diferentes a las exteriores. No eran individuales, sino que eran como largos pasillos que estaban separados por biombos, los cuales a su vez, tenían diferentes patrones.
La recepcionista les llevó el menú a cada uno de ellos, pero Su Zhan se ofreció a pedirlos.
-Ya que soy experto en comer, yo ordenaré los platillos.
Shen Peichuan se rio, a lo que Su Zhan le entornó los ojos.
-Eres un abogado con un alto nivel de educación. ¿Por qué no puedes hablar de una manera más civilizada?
-En el trabajo me mantengo serio todo el tiempo y, aun así, ¿no se me permite relajarme en mi espacio privado? ¿Quién de ustedes se siente más cansado que yo?
-Cállate ya. -Shen Peichuan no se molestó en hablarle.
Su Zhan estableció un bufete de abogados, por lo que todos los casos se asignaban a los abogados de la firma, así que había pasado mucho tiempo desde que no ponía un pie en la corte. ¿Cómo podía tener todavía la cara de decir que estaba cansado?
Su Zhan aclaró la garganta.
-Por favor, habla de una forma más civilizada. ¿Qué no ves que hay alguien aquí? —Le guiñó el ojo a Shen Peichuan a propósito para llamar la atención de la recepcionista.
-Estás loco. —Shen Peichuan no le dio importancia.
Zong Jinghao parecía estar muy callado. Estaba sentado entre los dos, pero para él era como si no existieran. Tenía el celular en la mano mientras frotaba sus dedos de un lado a otro de la pantalla, pues quería llamarle a Lin Xinyan para preguntarle si estaba ahí también para cenar juntos; no obstante, cambió de parecer cuando vio a los dos hombres sentados a ambos lados.
Después de haber ordenado, Su Zhan le entregó el menú a la recepcionista y le ordenó:
—Date prisa.
-Sí.
Ahí servían rápido la comida, pues todo se servía a los treinta minutos de haber sido ordenado. Su Zhan abrió la botella de vino y lo sirvió en las copas.
-Es muy aburrido que solo nos reunamos nosotros tres siempre.
~¿A quién más quieres invitar? ¿A Fei?
-No hables de algo que no debería mencionarse. -Su
Zhan los miró fijo enseguida.
-¿Aún no lo superas? -Shen Peichuan sonrió.
Liu Feifei era el primer amor de Su Zhan y salieron durante los días de universidad. Su Zhan la quería mucho, pero terminaron tiempo después. Hasta ahora, seguía sin querer revelar el motivo por el cual se habían separado. Lo único que sabían era que la mujer se había convertido en un tema tabú para él y no dejaba que otros hablaran de ella; después de Fei, nunca se ha vuelto a enamorar de nuevo y a pesar de que estar rodeado por muchas mujeres, nunca tuvo algo serio con ellas. Solo buscaba divertirse.
—¿Qué piensan que es más importante, el amor o el sexo? -Su Zhan tomó un sorbo de vino y su picor lo hizo fruncir el ceño—. Maravilloso.
-Esta pregunta debería estar dirigida a ti, tú eres el más experimentado. —Shen Peichuan bebió también.
Su Zhan levantó la barbilla de Zong Jinghao.
-Deberíamos preguntarle a él. ¿Qué no intimaron él y Bai Zhuwei debido a que no pudo tener control sobre sí mismo en ese momento?
A causa de lo que pasó esa noche, tuvo que hacerse responsable y tener una relación romántica con ella. Luego, rompió con ella porque lo engañó una vez. ¿Esto era algo sentimental o despiadado? Zong Jinghao lo miró.
-Me alegra que esté satisfecha, le aseguro que este viaje no la decepcionará. -Qin Ya sirvió una copa de vino para la señora William.
-Dejaré de beber, ya estoy llena y es hora de regresar.
A pesar de que la señora William gozaba de una buena salud, su edad ya era avanzada y tenía poca energía.
-Deberíamos irnos juntas.
Ellen también se sintió cansada dado que bajó del avión y se fue directo a la tienda sin haber descansado. Por consiguiente, ahora se sentía cansada y necesitaba reposar.
-Pediré que las lleven al hotel -dijo Lin Xinyan al ponerse de pie.
—No, no. —Ellen agitó la mano en su dirección—. Es hora de que te vayas y veas a tus hijos. Has estado ocupada todo el día en la tienda.
-Entonces, les prestaré mi auto. -Qin Ya le dio las llaves.
Ellen tomó las llaves, ayudó a la señora William y se fue. Lin Xinyan se frotó el rostro.
-Iré a pagar la cuenta.
Qin Ya la siguió.
-Srta. Lin, parece que está de mal humor.
—¿En serio? —lo negó.
-Sí. Estuvo muy contenta todo el día, pero vi que su expresión cambió durante la cena.
-Estoy feliz. -Lin Xinyan soltó una risita, pues se sentía muy feliz ahora que la tienda estaba a punto de abrir. Qin Ya sonrió y la expresión de Lin Xinyan cambió—, ¿En serio mi expresión mostró que estoy disgustada?
Qin Ya asintió con seriedad.
«Pensándolo bien, ¿por qué me enojé de repente?» ¿Fue porque supo que Zong Jinghao tuvo sexo con He Ruilin o porque sí la quiso antes? No lo sabía, pero se sentía disgustada. Lin Xinyan tomó una profunda bocanada de aire para animarse y se dirigió a la recepción para pagar.
—Fue una habitación privada, el costo total es de 5800.
Lin Xinyan sacó su tarjeta de crédito y se la entregó a la recepcionlsta. De pronto, se vio envuelta por una enorme sombra negra, la cual entregó primero su tarjeta de crédito.
-Cargúelo a esta tarjeta en lugar de esa.
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