Enamorándome de ti romance Capítulo 158

Era una secuencia de mensajes de texto que intercambiaron aquellas dos mujeres, en los cuales también había fotos que He Ruilin le mandó a Lin Xinyan. El primer texto fue enviado en el momento del show de LEO, en el cual se leía:

«¿Quieres saber quién era el hombre de hace seis años?»

Zong Jinghao tenía la mano un poco temblorosa, pues recordó que en ese momento, Lin Xinyan se había ido al segundo piso a llorar sola. «¿Acaso fue porque recibió este mensaje?»

El segundo texto fue recibido por la noche, alrededor de la hora en la que él había ido a recogerla. Recordó también que ella recibió un mensaje de texto cuando estaba en el auto, tenía una mirada extraña en el rostro e incluso le mintió diciéndole que había sido Qin Ya quien le mandó aquel mensaje. Zong Jinghao navegó a través de los mensajes.

«Vendiste tu cuerpo y te embarazaste por accidente, pero ni siquiera sabes quién es el padre, ¿verdad?» «¿Quién eres? ¿Qué quieres? ¿Cómo sabes sobre esto?»

A lo que la persona en cuestión respondió:

«Si quieres verme, puedes contactarme. Escuché que hoy es la apertura de tu nueva tienda. Felicidades. Tus hijos son muy lindos, se parecen a ti y a su padre.»

Después de leer esos mensajes, Zong Jinghao supo la razón por la cual Lin Xinyan se había ido tan pronto. Sabía que quizás había supuesto que era una trampa y aun así cayó directo en ella. He Ruilin la conocía bien y sabía que sus hijos le importaban mucho, por lo que sacó ese tema a colación; entonces, Lin Xinyan no pudo mantener la compostura.

Las manos de Zong Jinghao seguían temblorosas, así que Shen Peichuan no se atrevió a decir nada y caminó a un lado para hacer una llamada.

-Envíen a más personas para ampliar el alcance de la búsqueda y así encontrar la furgoneta lo más rápido

posible.

-Sí, señor.

Luego, Shen Peichuan colgó la llamada y se dio la vuelta para mirar a Zong Jinghao.

El cielo se esclarecía cada vez más y las luces neón ya no titilaban, la concurrida calle estaba envuelta en una sombría atmósfera mientras Shen Peichuan se acercó a paso lento.

-¿Quieres regresar primero tú? Ya envié a más personal para que ayuden a encontrarla. No te has ido en toda la noche, temo que las personas que están en tu casa estén preocupadas. -Shen Peichuan creyó que era inapropiado decir que habían estado buscándola toda la noche y que él debía regresar primero; por esa razón, decidió decirle con tacto—: Los niños también están en casa y no han visto a su madre en toda la noche. ¿Crees que se porten mal?

Al pensar en Lin Ruixi y Lin Xichen, Zong Jinghao se inclinó, pues sintió que le faltaba el aire, como si tuviera una roca en el pecho que le impidiera respirar.

-Jinghao... -Shen Peichuan estaba preocupado.

Zong Jinghao levantó la mano, indicándole que no hablara y no levantó la mirada.

—Lamento causarte problemas -dijo con una voz profunda.

-No es ningún problema. Somos mejores amigos, haré lo que esté en mis manos para encontrarla lo más pronto posible.

Zong Jinghao apagó la pantalla del teléfono y lo puso en su bolsillo antes de darse la vuelta para entrar en el auto.

Lin Xichen era un niño atento y sensible; por lo tanto, debía estar preocupado de que Lin Xinyan no hubiera regresado en toda la noche. Por esta razón, Zong Jinghao debía volver primero para asegurarse de que los niños estuvieran bien.

En ese momento, la calle estaba muy silenciosa, mientras que los restaurantes de desayuno que estaban a un lado de la carretera ya habían abierto sus puertas al público. El aire matinal era ligero y tenía un toque de frialdad.

Cuando el auto estuvo a punto de llegar a la villa, Zong Jinghao se dio la vuelta para ir al hotel. Allí, tomó una ducha, se puso ropa limpia y se refrescó antes de regresar a la casa. Al llegar, miró la hora, eran las cuatro y media de la mañana.

Pensó que todos debían estar durmiendo, así que caminó despacio por el patio y abrió la alta y pesada puerta. La casa estaba en silencio y tenía una tenue iluminación. Cuando entró y estuvo a punto de abrir la puerta del dormitorio para ver cómo estaban los niños, se dio cuenta de que había una pequeña figura que yacía en el sofá; cuando se acercó, vio que era Lin Xichen que estaba acurrucado allí sin nada que lo cubriera. Zong Jinghao se inclinó para tratar de cargarlo, pero el niño se despertó tan pronto como él lo tocó.

-¿En dónde está mi mami? -preguntó Lin Xichen en cuanto se despertó.

No había abierto los ojos y su voz sonaba suave, pero ronca al mismo tiempo. La manzana de Adán de Zong

Jinghao subía y bajaba en su garganta, al igual que su corazón lo hacía en su pecho.

—...Lo que pasa es que aceptó una solicitud para un diseño y el cliente lo requirió en calidad de urgente, así que se quedó a trabajar horas extra en la tienda. Yo me quedé con ella toda la noche. Ahora está durmiendo allá, pero me pidió que viniera a verlos a ustedes.

-Sí.

Como si nada estuviera sucediendo, Zong Jinghao puso una expresión de extrema calma para que ella no sospechara.

-Estoy sorprendida. —Hasta ese momento, Zhuang Zijin no había entendido cómo era que ese hombre era el padre de sus nietos-. En aquel entonces, mi hijo y yo tuvimos un severo accidente automovilístico. Después, Yan consiguió una suma de dinero y me salvó la vida. Como mi hijo no recibió el tratamiento a tiempo, murió en ese accidente...

»Más tarde me enteré de cómo fue que Xinyan adquirió el dinero. Ella me dijo que había investigado y que el hombre con el que pasó aquella noche era un local. No me gustaría que haya malentendidos. ¿Quiere reconfirmar la...?

—No —interrumpió Zong Jinghao con un tono firme—. No hay necesidad de hacerlo. Es cierto, esos niños son mis

hijos.

Ahora, Zong Jinghao tuvo claro porqué Lin Xinyan pidió dinero en ese momento. Resultaba ser que...

-Lamento hacer que ella sola cuidara de los niños por tanto tiempo -dijo él con la cabeza agachada.

-Yo también la convencí, pues se embarazó antes de casarse y, para una mujer, eso es muy... —respondió Zhuang Zijin con lágrimas en los ojos, se sentía confundida y no sabía cómo describirlo—. Incluso la obligué a abortar, pero ella no quiso escucharme; como no logré persuadirla, lo único que pude hacer fue aceptarlo. Le fallé como madre por hacerla sufrir conmigo...

Entonces, se cubrió la boca y se sofocó, al mismo tiempo que sus hombros se agitaban.

-¿Qué hará al respecto?

Ella no sabía qué era lo que Zong Jinghao sentía por su hija y tampoco sabía si le gustaba o si tenía otras intenciones. A pesar de que los niños eran hijos de ese hombre, ella aún tenía la esperanza de que Lin Xinyan fuera feliz y que le gustara al hombre que quisiera vivir con ella. Solo así sería dichosa, pues si estaban juntos solo por el bien de los niños, era posible que fueran infelices.

—Van los crio y también están acostumbrados a vivir con ella...

—¿Qué está tratando de decir? —Zong Jinghao levantó la mirada.

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