Enamorándome de ti romance Capítulo 160

Al llegar al hospital, enviaron a «Lin Xinyan» a la sala de revisión. Zong Jinghao estaba sentado en una banca en el pasillo y miraba la puerta de aquella habitación de vez en cuando. Pronto, la puerta se abrió y «Lin Xinyan» salió con la ayuda de una enfermera. Zong Jinghao se puso de pie y caminó hacia a ella; mientras se acercaba para darle soporte, miró al doctor que iba atrás de ellas.

-¿Cómo está? -le preguntó.

El doctor se quitó el cubrebocas y respondió:

-No es nada serio, está un poco débil, pero quizás sea porque estuvo en shock. Solo tiene un esguince menor en el tobillo, pero no tiene ningún tendón o hueso lesionado. Estará bien después de que repose por un par de días.

«Lin Xinyan» tomó esa oportunidad para recargarse sobre los brazos de Zong Jinghao.

-Estoy bien, no te preocupes -dijo con voz tímida.

De pronto, Zong Jinghao frunció el ceño y bajó la mirada para verla. «Su voz es...»

-Ah, cuando la furgoneta se incendió, comencé a asfixiarme, por lo que mi voz se volvió ronca —explicó «Lin Xinyan» mientras agarraba el brazo de Zong Jinghao—. Vamos, hay que ir a casa, extraño a Xichen y a Ruixi.

Zong Jinghao no se movió, puesto que sentía que algo andaba mal. Se sintió así desde el momento en que Shen Peichuan encontró a «Lin Xinyan» con éxito, pero no podía descifrar qué era lo que no cuadraba.

En pocas palabras, sentía que hago había cambiado en «Lin Xinyan».

-¿Se asfixió con el humo? -preguntó el doctor.

La mano de «Lin Xinyan» comenzó a temblar un poco, pues como sabía que el doctor no era alguien a quien pudiera sobornar, temía que dijera algo inconveniente para ella y no supo cómo contestar.

—Si sufrió de asfixia por el humo denso, puede causar que su voz cambie, pero se recuperará después de un tiempo.

—El doctor no notó nada extraño en esa mujer.

Zong Jinghao, al estar muy cerca de ella, pudo percibir su nerviosismo momentáneo. «¿Por qué está nerviosa? ¿Qué le causa nerviosismo? ¿Por qué habría de ocultar que se lastimó la garganta?»

-Gracias, doctor.

«Lin Xinyan» suspiró aliviada. «¡Uf! Creo que Zong Jinghao ya no tendrá dudas acerca de mi voz después de escuchar lo que dijo el doctor.» Después de todo, pudo cambiar su aspecto físico gracias a la cirugía plástica, pero sería complicado cambiar su voz.

-No hay problema, ese es mi trabajo. Debemos hacer lo mejor para tratar a la paciente que trajo el señor Zong.

Mucho del equipo médico avanzado que había en ese hospital había sido financiado por Wanyue, lo cual tenía asombrado a Zong Jinghao. Había muchas personas ricas, pero no muchas de ellas estaban dispuestas a contribuir a la sociedad sin esperar algo a cambio. El fmanciamiento de Wanyue les ayudó a ahorrar mucho dinero en la compra del equipo médico; por ende, se redujeron muchas cuotas en el tratamiento de los pacientes y ayudaron a muchas familias pobres que no podían pagar las consultas médicas cuando padecían alguna enfermedad.

«Lin Xinyan» pudo ver el respeto que sentía ese doctor por Zong Jinghao, lo cual era una señal de que la estaba tomando en serio y eso la hizo sentir muy bien. Así, tomó la iniciativa y agarró la mano de Zong Jinghao.

-Jinghao, vamos a casa.

Él estaba absorto en sus pensamientos y recobró los sentidos solo cuando escucho la voz de «Lin Xinyan».

—¿Puedes caminar? -preguntó el, mirándole los pies.

-Todavía me duele un poco. -«Lin Xinyan» aprovechó la oportunidad para comportarse de manera coqueta al estar entre sus brazos—, ¿Me cargas? Como soy delgada, no peso mucho.

Zong Jinghao no sintió nada hacia el repentino coqueteo de la mujer. Antes, siempre que estaba cerca de Lin Xinyan o cuando tenían cualquier tipo de contacto físico, él se excitaba. No obstante, ahora que ella estaba tan proactiva, él no sentía nada en absoluto; por tanto, miró a «Lin Xinyan» tratando de buscar algo que alimentara sus sospechas, pero el rostro de esa mujer le demostraba que en realidad era «Lin Xinyan» ya que tenía la misma nariz, la misma boca, los mismos ojos...

—¿Qué sucede? ¿Tengo algo en el rostro? —«Lin Xinyan» estiró su mano, se tocó el rostro y preguntó con cautela-: ¿Qué pasa contigo?

-Nada -respondió él, negando con la cabeza.

Luego, se inclinó y la cargó; ella envolvió sus brazos alrededor del cuello de Zong Jinghao y admiró su fuerte y frío rostro. Sus gruesas cejas eran varoniles, su nariz recta se veía como la de una noble estatua, y sus labios finos y fruncidos indicaban reticencia y determinación. Todo en él era perfecto a un nivel increíble. «Lin Xinyan» estaba perdida en la magnificencia de ese hombre.

Cuando Zong Jinghao la metió en el auto, «Lin Xinyan» todavía lo estaba mirando; él frunció el ceño, porque de algún modo, no le gustaba que ella lo mirara así. Así, la puso en el asiento del auto usando un poco más de fuerza. «Lin Xinyan» volvió en sí.

-Me lastimaste -dijo ella con un tono coqueto.

Era evidente que ella se estaba comportando de una manera provocadora y ambigua, pero Zong Jinghao no sintió nada. «Todo es tan extraño.» Él observó a «Lin Xinyan» con palabras de consuelo rondando la punta de su lengua, pero no dijo nada; en cambio, subió al auto en silencio y comenzó a conducir.

—¿Vamos a casa? —preguntó «Lin Xinyan».

«¿A casa?» Zong Jinghao se volvió para mirarla.

—¿Qué pasa? -Ella le sonrió.

-Nada.

-Vamos -respondió él con una sonrisa, pero no contestó en realidad; luego, la ayudó a bajar del auto.

—¿Por qué estás viviendo aquí y no en casa? —preguntó «Lin Xinyan».

—Cuando desapareciste, le dije a tu madre que estábamos en un viaje de negocios, así que nos quedaremos aquí un par de días antes de regresar allá.

-Ah.

Cuando llegaron a su habitación, él abrió la puerta y la ayudó a entrar.

—Deberías ir a descansar temprano.

—¿No te vas a quedar conmigo? —«Lin Xinyan» estaba decepcionada.

«¿Qué no ama mucho a Lin Xinyan? ¿No debería quedarse con ella sabiendo que está enferma?»

—Tengo algo que hacer.

Su tono y su expresión eran indiferentes en extremo, no había en ellos ningún rastro del impulso o entusiasmo que por lo general sentía cuando estaba con Lin Xinyan. «Lin Xinyan» no se atrevía a comportarse demasiado empalagosa por miedo a que él se diera cuenta de que algo andaba mal.

-Vuelve pronto, ¿sí?

-Bueno, ve a descansar temprano.

Después de decir esto, Zong Jinghao se dio la vuelta y se fue. Se comportó tan indiferente, que hizo que «Lin Xinyan» pensara que no amaba a la verdadera Lin Xinyan.

Zong Jinghao bajó las escaleras, miró hacia atrás para asegurarse de que no había nada inusual y luego, sacó su teléfono y llamó a Shen Peichuan. Pronto, la llamada se conectó.

—¿En dónde estás?

—En casa.

Shen Peichuan dio un tiempo para regresar a casa, tomar un baño y cambiarse la ropa después de haber trabajado toda la noche. Tras colgar el teléfono, Zong Jinghao subió al auto y condujo hacia la casa de Shen Peichuan.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Enamorándome de ti