Enamorándome de ti romance Capítulo 164

Zong Jinghao se quedó mirando a «Lin Xinyan».

-¿Qué es lo que quieres? -le dijo con calma.

«Lin Xinyan» se sorprendió. A pesar de que el hombre se veía calmado, su forma de hablar le provocaba un escalofrío en la columna.

—No... no lo hizo a propósito —dijo ella enseguida-. No importa.

—Gracias. Le doy mi sincero agradecimiento por ser tan amable.

El mesero le agradeció en repetidas ocasiones y empujó el carrito de comida para salir de la habitación. Antes de cerrar la puerta, miro a la mujer y se mostró malhumorado con ella. Era claro que era como un perro que tiene el respaldo de su poderoso amo. «¿Quién la conocería si no estuviera con Zong Jinghao?»

«Lin Xinyan» se acercó a él y trató de tomarlo de los

brazos.

—Jinghao...

-¿No tienes hambre? Hay que comer. -Zong Jinghao la evitó.

Las manos de «Lin Xinyan» se quedaron en el aire. Era obvio que Zong Jinghao evitaba que ella estuviera cerca de él, pero hacía un momento le había prometido que tendrían hijos.

-Jinghao, ¿estás molesto? -«Lin Xinyan» trató de sondearlo de manera cautelosa.

Zong Jinghao la miró y abrió la silla.

—No, comamos —respondió él con calma. «Lin Xinyan» se sintió aliviada al ver que no estaba enojado, se relajó y se sentó en silencio a comer; Zong Jinghao le ofreció algunos vegetales—. Come más.

«Lin Xinyan» se sonrojó, pues era un poco tímida. «En apariencia, Zong Jinghao trata bastante bien a Lin

Xinyan.» Se sentía feliz. Para asegurarse de que todo saliera bien, no había comido ni dormido bien, pero ahora estaba aliviada por haber logrado estar con él. Como en ese momento estaba de buen humor, tenía el apetito para disfrutar de los alimentos, por lo que comió bastante.

-Tómate tu tiempo -dijo Zong Jinghao, dándole un vaso con agua.

«Lin Xinyan» se sintió dichosa de vivir con él y se sentó a su lado. No estaba segura si se sentía alegre porque Zong Jinghao le había dado el vaso con agua, pero le dio varios sorbos. Más tarde, lo dejó de lado, y se hizo la simpática para pedirle a Zong Jinghao con amabilidad:

-¿Podrías quedarte aquí hoy para acompañarme?

Él respondió de manera afirmativa y con calma. «Lin Xinyan» estaba tan emocionada, que olvidó que tenía un esguince en el tobillo, pues de pronto, saltó de su silla y, como se movió demasiado, se golpeó por accidente en el estómago contra la esquina de la mesa.

-Duele —dijo mientras fruncía el ceño por el dolor.

Estaba mirando a Zong Jinghao, esperando a que él la reconfortara.

En ese momento, el teléfono de él comenzó a sonar; cuando lo sacó, supo que esa llamada provenía de la villa, pero no lo contestó de inmediato y le pidió a «Lin Xinyan» que regresara a descansar a su habitación. No obstante, ella estaba reacia a volver, y trató de agarrar el teléfono de Zong Jinghao.

-¿Quién es? -preguntó ella.

-Es una llamada de la empresa. ¿Qué pasa? ¿Quieres interferir en mis negocios? -le respondió con un tono frío e imponente.

«Lin Xinyan» no quería molestarlo, así que solo hizo un puchero.

-No. Solo regresaré a mi habitación.

Entonces, se fue cojeando a la habitación, pero su sonrisa desapareció por completo en cuanto se cerró la puerta. «¿Por qué Zong Jinghao tiene un humor tan voluble? Un momento la trata bien y al siguiente pierde la paciecia. ¿Será que de verdad ama a Lin Xinyan?» «Lin Xinyan» estaba perpleja, pues no sabía qué tipo de hombre era él.

En la sala de estar, Zong Jinghao cerró la puerta de la habitación y tomó la llamada solo cuando estuvo de pie junto a la ventana. A través del teléfono, se escuchó la voz de Lin Xichen.

—¿En dónde está mi mami? —preguntó el niño, cuestionando de inmediato.

El médico llevó algunas herramientas pequeñas, pues Shen Peichuan le había explicado la situación. Así, revisó la nariz de «Lin Xinyan» con una lámpara y se percató de que había algunas sustancias transparentes; después, procedió a revisar sus mejillas, frente, ojos y órganos sensoriales.

-Tiene algo de relleno en la nariz, también se sometió a una cirugía de levantamiento de ojos, cirugía ortognática, cirugía de enderezamiento dental y muchas más. Básicamente, tuvo cirugías plásticas en todo el rostro...

—¿Cuánto tiempo se necesitaría para llevar a cabo todo ese proceso? -preguntó Shen Peichuan de manera solemne.

—Debió haber necesitado, por lo menos, de tres a cuatro años para tener un aspecto natural; de otro modo, su rostro se vería rígido. No obstante, la persona que le hizo la cirugía plástica era habilidosa, puesto que casi no tiene defectos. Nadie se daría cuenta de que tuvo cirugías sin examinarla de manera meticulosa.

-Gracias. Espero que este asunto quede entre nosotros — le dijo Shen Peichuan en tanto tomaba un montón de dinero y lo acompañaba a la puerta.

-Entendido. Le aseguro que no me buscaré problemas.

Una vez que el cirujano recibió el dinero, se dio la vuelta y se fue.

Shen Peichuan se volvió y miró al hombre que estaba sentado en el sillón, quien estaba haciendo una llamada telefónica y parecía que le estaba pidiendo a Guan Jing que fuera a la villa. Después de que cerró la puerta, se sentó frente a él y abrió la boca para decirle algo en cuanto vio que colgó el teléfono.

-Se sometió a cirugía. —Zong Jinghao no estaba para nada sorprendido porque ya esperaba algo así—. Le pregunté al cirujano y me dijo que para someterse a una cirugía como la de ella, una mujer requiere por lo menos tres o cuatro años para tener un aspecto natural... -dijo Shen Peichuan de manera solemne—. Me temo que no es un asunto simple. ¿Quién es esta mujer? ¿Cómo pudo esconderse por tanto tiempo para ser la impostora de la señorita Lin?

Zong Jinghao lo había meditado y sabía que varias personas mantenían rencores arraigados contra Lin Xinyan. Shen Xiuqing estaba muerta, He Ruilin estaba en la cárcel y la única persona que restaba era la hija de Shen Xiuqing, quien había desaparecido hacía seis años. Por tanto, debido a que había estado ausente por todos esos años, tuvo el tiempo suficiente; además, ella siempre le había tenido rencor a Lin Xinyan, por lo que tenía razones para hacer algo así. Zong Jinghao parecía saber la identidad de la mujer que se había hecho la cirugía plástica.

-¿Sabes quién es? -preguntó Shen Peichuan después de acercarse a él.

-Solo estoy suponiendo, solo estaremos seguros después de que lo investiguemos.

—Entonces, ¿qué planeas hacer? ¿Cómo deberíamos lidiar con esa mujer?

Shen Peichuan pensó que todo ese incidente era una locura y también pensó que He Ruilin estaba loca, pero nunca pasó por su mente que habría una persona más loca que ella. Las mujeres eran complicadas. Shen Peichuan se estremeció, pues sentía que las mujeres eran un tipo de creaturas terroríficas.

Zong Jinghao sonrió con un aspecto bastante sanguinario y siniestro. «¿Cómo podría esa mujer merecer tener el rostro de Lin Xinyan?»

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