Enamorándome de ti romance Capítulo 168

Estuvo acostada en la cama durante mucho tiempo y se quedó dormida sin darse cuenta. Cuando todavía estaba durmiendo, sintió que había una persona abrazándola por detrás, besándola en el cuello y llamándola por su nombre cerca de su oído.

—Van.

Al principio Lin Xinyan pensó que era un sueño, pero el susurro la despertó de repente, así que enseguida abrió los ojos, se dio la vuelta y vio a He Ruize que seguía mirándola de forma obsesiva y ferviente. Sin pensarlo dos veces, echó la colcha hacia atrás y se levantó de la cama, se dirigió descalza hacia la esquina de la pared donde se detuvo solo cuando ya no pudo retroceder.

He Ruize miró fijo a Lin Xinyan aturdido por un rato.

-¿Por qué estás nerviosa? -le preguntó.

-No, no estaba nerviosa —dijo desestimándolo y fingiendo estar tranquila-. Es solo que como estaba durmiendo

profundo, de repente alguien... y yo... Me sorprendiste.

-Soy yo, no hay ningún tipo malo aquí, así que ven a la cama y duerme -dijo con suavidad mientras movía su mano hacia ella y con la parte superior de su cuerpo desnuda.

Lin Xinyan no se movió ni respondió, podía oír cómo tragaba aire en su garganta seca. Siempre estaba nerviosa cuando tenía que enfrentarse a He Ruize, como si la sangre de todo su cuerpo hirviera de miedo y el sudor bajaba con suavidad desde la espalda hasta la cintura. Por su parte, He Ruize la miraba fijo y, en un intento de descubrir o indagar algo, le preguntó:

-¿Qué pasa? ¿Me tienes miedo?

Lin Xinyan negó con la cabeza y dijo:

—No. —Se volteó para mirar hacia el balcón y se dio cuenta de que había caído la noche y solo estaba encendida la luz de la casa, entonces dijo-: Ya dormí bastante durante la tarde, ya no tengo sueño. Puedes irte a la cama.

He Ruize echó la colcha hacia atrás, se levantó de la cama y se dirigió hacia ella. Lin Xinyan estaba nerviosa gritó para sus adentros. «No vengas aquí, no vengas.»

-Quiero dormir contigo —le dijo, agarrando su delgada cintura.

-Pero no tengo sueño. -Lin Xinyan estaba nerviosa porque, juzgando su expresión, ya sabía lo que He Ruize quería y cuanto más lo sabía, más asustada estaba.

-Yo tampoco puedo dormir, así que podemos hacer algo interesante. —La cara de Lin Xinyan estaba un poco roja ya que acababa de despertarse; él la miró fijo con sus ojos ardientes y dijo—: Como somos pareja, no deberías rechazar mi petición.

En ese momento, He Ruize no se portó tan bien como la noche anterior, así que la tomó en sus brazos y la abrazó con fuerza, la besó de forma salvaje.

—Yan, hoy te deseo, no te permito que me rechaces -dijo.

—No quiero, no quiero —replicó ella, apartándolo con fuerza-. Suéltame ahora.

—¿Por qué no quieres? —He Ruize la agarró por las manos que se retorcían y la miró con ferocidad.

Temblorosa, Lin Xinyan solo pudo inventar una excusa.

—Todavía tengo el estómago revuelto, no me siento bien — dijo después de pensarlo bastante tiempo.

—¡Eso es una excusa! —He Ruize la interrumpió con dureza -. ¿Será que no perdiste la memoria después de todo?

—No sé de qué estás hablando.

Lin Xinyan sacudió la cabeza de forma frenética y trató de zafarse para escapar de él, pero como los hombres son más fuertes físicamente que las mujeres, no pudo soltarse. He Ruize se rio con una voz áspera y dijo de forma siniestra:

-¿No lo sabes? Entonces te lo diré -He Ruize soltó una risa áspera y habló de forma siniestra-. No has olvidado nada, sino que solo lo has fingido para que no te ponga la inyección. Todo el tiempo has estado pensando en escaparte de aquí, ¿no es así?

Lin Xinyan no quería oír ni una palabra más de él, le daba asco, por lo que corrió con desesperación hacia la pared. He Ruize quería detenerla, pero de repente tenía suficiente fuerza para conseguir empujarlo. ¡Pas! Se golpeó la cabeza contra la pared y todo quedó en silencio. Ella quería abrir los ojos, pero los párpados le pesaban demasiado; un líquido caliente le caía por la frente y se sentía un poco desvanecida.

«¿Voy a morir?», pensó para sí misma.

En realidad no quería separarse de sus hijos, ya que no había hecho ningún tipo de arreglo para ellos. Si moría, ¿los acosarían? No tienen padre y ahora incluso ella los abandonaría. Era muy doloroso y odiaba separarse de ellos.

La oscuridad frente a sus ojos cayó sobre ella y la inundó por completo. Al perder toda su conciencia, se desplomó y cayó como un derrumbe en una colina.

-Van... -He Ruize se apresuró a sostener el cuerpo que se desplomó, cuyo rostro estaba cubierto de sangre y no parecía tan elegante como antes; He Ruize le limpió la sangre de la cara con frenesí y le dijo-: Van, Van, no me asustes, no te mueras. Yo... no te forzaré más, pero despierta.

Ella no respondió y su cuerpo se sentía como carne sin huesos que yacía con suavidad en sus brazos. Las manos de Ruize estaban cubiertas de sangre mientras la sacudía.

-Despierta, despierta. ¡Lin Xinyan, despierta! —Pero aun así, nadie respondió. He Ruize tomó el edredón para envolver su cuerpo, la llevó abajo a toda prisa y gritó—: ¡Señora Hua, señora Hua...!

La señora Hua, que acababa de acostarse en su cama, se levantó en cuanto oyó los gritos de He Ruize y se sorprendió cuando lo vio cargando a Lin Xinyan mientras ella sangraba.

-¿Qué le pasó? -Pero pronto pudo adivinar cuando se dio cuenta de que He Ruize estaba casi desnudo.

He Ruize le dijo que Lin Xinyan era su novia, pero ella sintió que el amor de He Ruize por ella era bastante perverso. No amaba a Lin Xinyan, sino que quería poseerla. Si la amara de verdad, nunca la mantendría cautiva ni restringiría su libertad. «¿No debería un hombre darle a una mujer felicidad y alegría si de verdad la ama?» Además, pudo ver que Lin Xinyan no lo amaba.

-Vaya y vístase, yo cuidaré de la señorita Lin.

He Ruize entró en pánico y se olvidó de vestirse. No podía ir al hospital sin ropa.

-Cuida de ella. -Colocó con cuidado a Lin Xinyan en el sofá, se dio la vuelta y subió las escaleras a toda prisa.