Enamorándome de ti romance Capítulo 182

La puerta de la habitación de Lin Xinyan estaba cerrada. Después de dibujar por un largo tiempo, se sintió cansada y se recostó en la mesa para descansar; sin embargo, se quedó dormida sin saberlo.

Bai Yinning empujó su silla hacia Lin Xinyan con suavidad, solo para llegar a la cama y descubrir que estaba dormida. Tomó algunos de sus dibujos en la mesa para echarles un vistazo y se dio cuenta que los dibujos eran delicados y meticulosos en los detalles; aunque podía reconocer que eran solo eran bocetos, sus diseños podían demostrar sus ¡deas a todos con claridad, demostrando que era muy buena en ello. Él la miró y pensó: «¿Es una diseñadora de modas?»

—Señor, es una diseñadora de modas. —Liu entró a la habitación a echar un vistazo cuando lo vio sosteniendo los dibujos de Lin Xinyan.

De hecho, ella estaba diciendo la verdad cuando dijo que era una diseñadora de modas; de no ser así, no sería capaz de hacer esos impresionantes bocetos con tanta naturalidad. El rostro de Bai Yinning se ensombreció, tal vez porque fue muy ruidosa al hablar, por lo que Liu de inmediato bajó la cabeza y apretó los labios de mala gana; no quería despertar a Lin Xinyan a propósito, solo le explicó por instinto cuando lo vio sosteniendo los dibujos.

-Liu, no seas tan impetuosa la próxima vez.

-Lo entiendo —dijo Liu con la cabeza agachada.

-Hmm. —Al escuchar a alguien hablando mientras ella dormía, Lin Xinyan frunció el ceño por un momento antes de abrir poco a poco los ojos.

—Lamento interrumpir tu sueño. -Bai Yinning miraba a la mujer con ojos cansados que acababa de despertar.

Tan pronto como Lin Xinyan quería frotarse los ojos, se dio cuenta que uno de sus brazos estaba entumecido después de dormir sobre él por algo de tiempo y siseó de dolor.

-¿Qué sucede? ¿Tu brazo está entumecido? -Bai Yinning estiró su mano y dijo—: ¿Es este brazo? Déjame frotarlo por ti.

De pronto, Lin Xinyan retiró la mano que él tocó y la sacudió sin parar.

-Está bien, está bien, puedo hacerlo yo misma.

Ella se frotó el brazo con intensidad mientras hablaba para que el entumecimiento pudiera disminuir pronto. Con calma, Bai Yinning retiró su mano, no estaba molesto porque Lin Xinyan se resistía a él.

-¿Te gusta? -preguntó.

¿Eh? Pronto, Lin Xinyan entendió que se refería al acuario y asintió con indiferencia.

-Es un acuario exótico.

Bai Yinning bajó los dibujos cuando retiró su mano y dijo:

—Si puede hacerte sonreír, está cumpliendo su función.

Bajando la cabeza, Lin Xinyan fingió no escucharlo y ordenó sus dibujos.

-Perdona mis malos dibujos.

-Para nada. Dibujas muy bien, así que debes ser una famosa diseñadora de modas, ¿cierto? -Sonaba muy seguro, aunque estaba haciendo una pregunta.

—No. —Lin Xinyan no quería revelarle mucho de ella, ya que no sabía nada de este hombre amable. No podía ser un ordinario después de todo, ya que era el señor del lugar.

—Confío en mis presentimientos. —Bai Yinning estaba seguro de sí mismo.

Lin Xinyan volteó sus dibujos y los puso sobre la mesa, aparentando que no quería seguir hablando más de esto. Bai Yinning era muy observador y no siguió preguntándole.

—¿Estás aburrida porque te quedas en casa todo el tiempo? -dijo, cambiando el tema.

—No en realidad —dijo Lin Xinyan, sacudiendo la cabeza.

-¿Quieres que te lleve conmigo para mostrarte el lugar? -propuso el siempre sonriente Bai Yinning.

Al principio, Lin Xinyan quería rehusarse, pero aceptó cuando pensó que también podía salir y conocer los alrededores.

—Pero mis piernas...

Era difícil para Lin Xinyan tomar una decisión. Le era difícil caminar ahora por su pierna lastimada, no quería actuar como una lisiada y deseaba recuperarse pronto para irse a casa.

-Te ayudaré. -Bai Yinning estiró su brazo.

—Déjeme ayudarla. —De inmediato, Liu se acercó a ayudar a Lin Xinyan ya que temía que ella en verdad tomara a Bai Yinning del brazo y explicó-: Como puedo caminar, sería más conveniente para la señorita Lin.

Sin duda alguna, Lin Xinyan entendió las intenciones de Liu en las que no esperaba verla tener contacto físico con Bai Yinning.

-Deja que Liu me ayude —dijo tomando el brazo de Liu, dispuesta a hacerle el favor.

Tras ver a Liu, Bai Yinning no dijo nada y empujó su silla de ruedas hacia la puerta; después, se dio la vuelta para mirar a Lin Xinyan.

-Puedes visitar mi estudio primero.

Ya que su habitación y estudio estaban en la planta baja a solo un par de pasos de la habitación de Lin Xinyan, empujó la puerta y se dirigió primero a la habitación. Cuando Liu ayudó a Lin Xinyan a entrar a la habitación, Bai Yinning le dio instrucciones.

—Ayúdala a sentarse en la silla y puedes irte.

Liu deseaba quedarse, pero parecía que Bai Yinning quería que se fuera. No se atrevía a desobedecerlo, aunque se mostró reacia a hacerlo. No tuvo otra opción que ayudar a Lin Xinyan a sentarse y dejar la habitación. Antes de cerrar la puerta, miró a Lin Xinyan, quien deseaba decirle que no tenía que preocuparse sobre nada ya que ella no tenía sentimientos por Bai Yinning; esperaba que pudiera tranquilizarla, pero ya que él estaba frente a ella, no podía decirlo en voz alta, así que se mordió la lengua.

Una vez que la puerta del estudio estaba cerrada, Bai Yinning empujó la silla desde la parte frontal del escritorio y preguntó casualmente:

-¿Estudiaste dibujo?

-No en verdad. Fui a la facultad de diseño de modas y dibujar era una obligación, así que es una de mis habilidades básicas —respondió Lin Xinyan con soltura.

Pero dentro de su corazón, estaba aún más alerta de él. Era tan listo como para romper el hielo entre ellos con facilidad.

-¿Te gusta leer? -dijo Bai Yinning riendo.

-A veces. —Ella rara vez pasaba su tiempo libre leyendo, incluso los libros que leía a veces estaba relacionados a diseño de modas.

—Amo leer —dijo Bai Yinning con honestidad—. Ya que no podía caminar y no tenía muchos amigos, los libros eran los únicos que me hacían compañía.

Aunque podía ocultar muy bien sus sentimientos, Lin Xinyan todavía podía sentir el aire de decepción y melancolía a su alrededor. Nadie podía estar despreocupado del todo sobre el hecho de que él o ella no podía caminar.

-Esta es la primera vez que cenamos juntos.

Aunque Lin Xinyan sonrió, pensaba pasa sí misma: «En verdad no nos conocemos el uno al otro y no hemos conocidos por mucho tiempo de todas maneras.»

Liu puso los platos y de vez en cuando miraba a Lin Xinyan. Como era muy guapa, no era de extrañar que el señor la tratara bien.

—Liu, ¿preparaste el caldo de huesos como te lo pedí? — Bai Yinning estaba poniendo lento una servilleta en su regazo.

-Iré por el caldo ahora -dijo Liu con respeto.

-Escuché que es bueno para la parte del cuerpo correspondiente al corte de carne que comemos; si bien no estoy seguro si es cierto, deberías comer más —dijo Bai Yinning.

-Eres muy considerado -Lin Xinyan respondió con moderación.

De alguna manera, mostraba que Bai Yinning era demasiado hospitalario; él se rio y la evaluó con cuidado al hablar.

-A nadie le gusta una mujer demasiado inteligente.

—En verdad me preocupa que alguien sienta algo por mí ahora, ya que mis dos hijos podrían estar reacios a aceptarlo —dijo Lin Xinyan con una sonrisa cuando vio que Liu se acercaba.

Bai Yinning estaba sorprendido. «¿Ya tenía hijos? Pero se veía joven.»

Liu estaba aún más sorprendida que Bai Yinning. «Ella... tiene hijos. En ese caso, era imposible que estuviera con el señor.» Sintiéndose emocionada, caminó rápido y por accidente derramó un poco de sopa; como no se dio cuenta, se deslizó sobre ella y derramó todo el tazón de sopa caliente sobre Lin Xinyan.

-Con cuidado.

Justo antes de que la sopa cayera sobre Lin Xinyan, Bai Yinning empujó su silla de ruedas y se movió con rapidez hacia ella para tomarla en sus brazos, evitando así la sopa caliente que se derramó en su espalda. Él gritó, tal vez porque la sopa estaba demasiado caliente.

—¡Señor! —gritó Liu conmocionada.

Lin Xinyan volvió en sí cuando gritó Liu, miró a Bai Yinning y preguntó:

—¿Estás bien?

Bai Yinning miró hacia arriba y le sonrió.

—Estoy bien.

Pero Lin Xinyan podía percibir que no estaba bien, ya que su voz era mucho más baja que antes y solo fingía estar calmado.

—Liu, ve por un doctor.

-Está bien. Haré una llamada ahora.

-¿Te preocupas por mí? -Bai Yinning todavía la sostenía en sus brazos y sus ojos brillaban en ese momento.

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