Lin Xinyan estaba atónita, no porque mandara a confeccionar el vestido, sino porque estaba hecho con seda de té.
—Me preguntaba de dónde obtuvo una tela como esta -inquirió ella al regresar el vestido a la caja.
-¿Te gusta? -preguntó Bai Yinning adrede.
La verdad era que le había mostrado dicha tela frente a Lin Xinyan puesto que cada diseñador de moda amaría un material de calidad y creía que ella no sería la excepción. Si bien ella estaba muy interesada, no lo expresó y continuó masajeando su tobillo.
Bai Yinning la recorrió con la mirada, admirando su blanquecina piel, incluso en sus piernas; sus tobillos se veían bastante delicados, mientras que sus talones eran de un rosa pálido. Él entonces no pudo evitar en cómo las piernas con mejor aspecto se les denominaban «delgadas y delicadas» durante la antigüedad. En cuanto Lin Xinyan sintió que alguien observaba sus piernas, enseguida las cubrió con la sábana; en ese momento, Bai Yinning desvió su vista un poco, avergonzado al cometer tal error.
-Conozco a un artesano que crea esta tela...
—¿En serio? —Lin Xinyan abrió sus ojos de par en par, interrumpiéndolo antes de que pudiera terminar su oración -. ¿Dónde está? Me encantaría conocerlo.
Bai Yinning rio al notar su interés tan genuino.
-Ponte el vestido; después del evento, puedo presentártelo. —Entonces, empujó su silla mientras le daba instrucciones a la persona que lo había acompañado —: La dejo en tus manos.
-No te preocupes.
La maquinista sostenía una bolsa de cosméticos y ya había evaluado a Lin Xinyan; al ser una mujer tan atractiva, sería sencillo maquillarla para que sobresaliera, incluso ya tenía en mente varias versiones de lo que haría.
Por su parte, Lin Xinyan no estaba acostumbrada a usar mucho maquillaje y, de hecho, casi no lo usaba a menos que fuera a un evento.
—En realidad, Liu puede ayudarme con el maquillaje, no tenías que contratar a una maquinista.
—Es muy importante para mí -dijo él sonriente—. Me gustaría que mi acompañante fuera la mujer más hermosa en todo el lugar.
Lin Xinyan quería decirle que debería conseguirse a una artista si buscaba a una mujer hermosa, pero le había prometido por adelantado que ¡ría, aunque no fuera por completo su voluntad; además, le presentaría al artesano que haría seda de té para ella. Así, se levantó de la cama y se sentó frente al tocador, esperando a que la maquinista empezara.
-No me gusta usar mucho maquillaje. —Si bien estaba dispuesta a «entregarse» a la maquinista, todavía temía que la convirtiera en alguien irreconocible.
La maquinista no se molestó por el recordatorio y, con una sonrisa, dijo:
—No te preocupes. No todos se ven bien con ese tipo de maquillaje y, aunque es bueno, depende del porte de esa persona en particular. -Al ser una persona tan extrovertida, Lin Xinyan se relajó bastante-. He diseñado el maquillaje de muchos y algunos han dejado impresiones memorables en otros, pero ningún cliente me ha provocado tantos pensamientos al conocerlo. — Entonces, vio a Lin Xinyan y dijo-: Tú eres la primera.
Lin Xinyan no estaba contenta por su cumplido, sino que sentía cierta melancolía dado que extrañaba a sus hijos; nunca se había separado por tanto tiempo de ellos desde el momento en que nacieron.
-Puedo ver que eres infeliz. ¿Es por las piernas del Sr. Bai...? -Lin Xinyan alzó la mirada-, A pesar que está discapacitado, es muy guapo y muy capaz, varias mujeres sueñan con que algún día les haga caso.
-Es cierto, muy cierto. -Liu interrumpió a la maquinista antes que terminara de hablar y agregó—: Demasiadas mujeres sueñan con casarse con él porque es un hombre increíble. -Lin Xinyan volteó a verla y hasta la maquinista pudo descifrar sus sentimientos, era demasiado obvio para todos. De repente, Liu se dio cuenta de que se había emocionado de más y explicó—: Alguna vez la hija del alcalde del condado lo perseguía sin descanso, pero el señor también la rechazó. Él te trata muy bien ahora, pero me parece que eres infeliz.
Lin Xinyan ya no quería explicarse ante Liu; aunque sabía bien que no tenía malas intenciones, era impresionable y no creería en su explicación, pues creía que el señor era el mejor. Tal vez en su mente todas parecían mujeres inferiores a su inalcanzable señor, nunca en viceversa.
La maquinista sonrió sin decir nada más. «Si esta chiquilla no sabe cómo ocultar sus sentimientos en absoluto, encaja como una criada aquí; si trabajara en oficinas con afines políticos, la hubieran despedido muchas veces porque no sabe adaptarse a su entorno.»
Cuando la maquinista peinaba el cabello de Lin Xinyan, vio de cerca su rostro en el espejo; si bien no era atractiva a primera vista, era el tipo de chica que se veía mejor entre más la viera; además, tenía unos rasgos faciales hermosos.
Entonces usó una plancha rizadora para enchinar el cabello negro de Lin Xinyan, trenzó dos pequeños mechones sobre sus orejas y los puso detrás de las mismas, dejando también un flequillo cubriendo de manera casual su frente. Lin Xinyan tenía una piel blanquecina y casi no necesitaba polvo; aun así, la maquinista aplicó un poco para complementar su apariencia.
—Vamos, el señor está esperando afuera. —Liu la sostuvo para ayudarla a caminar.
Como su pierna aún no estaba recuperada del todo, no se forzó a caminar y se sostuvo del brazo de Liu. Bai Yinning estaba en una llamada en la sala cuando escuchó el sonido de sus tacones, así que se volteó para ver a Lin Xinyan vestida de forma exquisita; entonces, su mano apretó el teléfono de repente, por lo que contuvo su estupefacción para responderle a la persona del otro lado de la línea.
-Estaré ahí pronto. -Después, colgó la llamada y se dirigió a Lin Xinyan—: Vámonos.
Lin Xinyan soltó a Liu para caminar hacia él y sostuvo las agarraderas de la silla de rudas.
—Te ayudaré —le dijo.
-No podría pedir algo mejor. -Bai Yinning le dedicó una mirada ladina, pues quería decirle que se veía espléndida, pero se contuvo.
Al salir, el conductor metió a Bai Yinning al auto, el cual estaba renovado de una manera especial ya que estaba equipado con una rampa automática que se extendía hasta el piso; esto hacía conveniente empujar su silla al interior. Una vez que acomodó la silla, bajó para ayudar a Lin Xinyan a entrar al auto.
-¿A qué tipo de evento te estoy acompañando? ¿A dónde iremos? —preguntó ella en cuanto se sentó, pues quería asegurarse que no cometería ningún error debido a que no sabía nada.
-El banquete anual del Grupo Bai, organizado en uno de nuestros hoteles. —Se volteó para verla mientras hablaba y añadió-: El gerente me dijo que llegó gente de la ciudad B, tal vez los conozcas.
Las manos de Lin Xinyan se cerraron sin que se diera cuenta.
-Aunque nací en la ciudad B, no me crie allí; no creo coincidir con nadie, en particular porque no conozco a mucha gente.
Si bien eso fue lo que dijo, no podía esperar a ir. Quizás Zong Jinghao, quien la estaba buscando, estaría allí.
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