Después de que Zong Jinghao se fuera ese día, no regresó en una semana. Lin Xinyan volvió lento a un estado de homeóstasis. Fue al trabajo como siempre.
-Escuché que el señor Zong fue al país A para acompañar a la señorita Bai. -Durante la pausa de la comida, todos se juntaron para chismear.
-El Sr. Zong ya ha aceptado la identidad de la Srta. Bai como su novia. Es normal que vaya a verla, pero... — Mirando al pequeño espejo, la mujer jugueteó con su largo cabello, se miró en el espejo y sonrió con suavidad con sus rojos labios, pensando que la mujer en el reflejo era un encanto.
Todos parecían acostumbrados a su narcisismo y no pensaban en su comportamiento. Solo era que su oración sin terminar despertó la curiosidad de todos, mientras se juntaban a su alrededor.
—¿Pero qué?
La mujer los miró a todos por el rabillo del ojo.
-Si el señor Zong en verdad la quiere, ¿aun así le pediría que fuera al país A? Con tantas personas en la empresa, ¿por qué debe enviarla ahí?
Todos pensaron que era razonable, pero algunos no estuvieron de acuerdo.
—Sí, como dices, el Sr. Zong no quiere a la Srta. Bai, ¿cómo explicas que no ha venido a la empresa por una semana por acompañarla? Todos saben que esto nunca ha sucedido antes.
Ambas cosas tenían sentido. Hubo una disputa por las diferentes opiniones. Por lo tanto, había quienes decían que Zong Jinghao amaba a Bai Zhuwei, mientras que otros decían que no la amaba; ambos bandos se aferraban a su postura.
-Disculpe, Srta. Lin, ¿cree que el Sr. Zong ama a la Srta. Bai? -Un colega tiró de Lin Xinyan, que estaba sentada en su asiento en silencio-. ¿Por qué está siendo tan asocial?
Lin Xinyan sonrió con amargura en su corazón. «¿Acaso no es gracioso discutir si mi esposo ama a otra mujer o no?»
—¿Por qué no habla? -El colega sacudió a Lin Xinyan antes de hablar.
—No lo sé. Acabo de unirme a la empresa, así que no tengo muy clara su relación; creo que a él le gusta. ¿Por qué habría reconocido que es su novia si no fuera así?
Después de un par de segundos en silencio, parecía que lo que había dicho era razonable también. Si Zong Jinghao no amaba a Bai Zhuwei, ¿por qué la reconocería?
—Ya veo. Yo sé que el señor Zong ama a la señorita Bai.
No dejaron de chismear, así que Lin Xinyan fue a la cafetería para evitarlos; después que la pausa de la comida terminara y todos regresaran a trabajar, solo entonces Lin Xinyan pudo regresar a trabajar. Zong Jinghao tampoco regresó ese día. Después de escuchar el chisme de sus colegas de la empresa, Lin Xinyan solo quería disfrutar de algo de tranquilidad.
Sin esperarlo, cuando regresó a casa, la señora Yu también molesta.
—¿Por qué no ha regresado el señor después de tanto tiempo?
Lin Xinyan sintió un dolor de cabeza y frotó su frente. Así que la señora Yu pensó que no se sentía bien y se acercó a preguntar:
-¿Estás enferma?
-No. -Un Xinyan sacudió la cabeza.
-Entonces...
—Hmm... —De pronto sintió un olor a pescado, frunció el ceño y miró a la señora Yu—. ¿Compró pescado?
La señora Yu asintió y señaló al fresco producto sobre la mesa.
-Acabo de regresar del supermercado y cocinaré pescado para usted esta noche.
Antes de que pudiera terminar de hablar, Lin Xinyan ya había cubierto su boca y corrido al baño, arqueándose. La señora Yu se apresuró a seguirla y se quedó de pie en la puerta, mirando a Lin Xinyan.
—¿E-Estás embarazada?
Aunque Lin Xinyan y Zong Jinghao habían estado durmiendo por separado, durmieron en la misma habitación la noche en la que se casaron. ¿Qué tal si ella se había embarazado en esa única ocasión?
-Vamos al hospital. -La señora Yu estaba un poco emocionada.
Al tener un bebé, cualquier amante tenía que hacerse a un lado.
-Estoy bien. Tengo el estómago revuelto.
-También necesitamos ir al hospital. -La señora Yu estaba decidida, pues solo confiaba en el doctor.
-Señora Yu. -Lin Xinyan luchó, pero ella no la dejó ir.
-Es por su bien. Apresúrese y cambíese los zapatos. -La señora Yu llevó a Lin Xinyan hacia la puerta.
—Este es el matrimonio que arregló la señora para usted cuando estaba viva. -Zong Jinghao dejó de caminar por un corto instante antes de continuar subiendo las escaleras-, ¿Tampoco le importa que la señorita esté embarazada?
La puerta de la habitación se cerró con golpe fuerte. Zong Jinghao estaba expresando su descontento en silencio. «El bebé de Lin Xinyan no es mío, ¡no lo es!»
Si lo fuera, tal vez no estuviera tan enojado, pero su bebé estaba muerto. Muerto.
La señora Yu estaba sorprendida porque era raro que él se enojara en casa.
Lin Xinyan apenas durmió esa noche, mientras se sentada en la cabecera de la cama, con la maleta empacada en la mesa junto a ella. No tenía muchas cosas con ella, aparte de algunas piezas de ropa y artículos de necesidades básicos. Al amanecer, se cambió de ropa y salió de la habitación, mientras que Zong Jinghao también se levantó y bajó las escaleras bien vestido. Era una imagen por completo diferente al día anterior. Su alto y delgado físico estaba envuelto en un traje recto y entallado que lo hacía lucir como un príncipe azul salido de un cuento de hadas, se veía demasiado noble, apuesto y encantador.
Sus ojos se cruzaron con calma en el aire.
-Es temprano y la oficina de Asuntos Civiles tal vez no está abierta aún. —Lin Xinyan habló primero mientras veía el reloj—. Tengo algo que hacer, así que voy a salir ahora, estaré de regreso a las nueve. ¿Tienes tiempo?
Necesitaba salir a buscar un lugar para quedarse. Zong Jinghao de pronto mencionó el divorcio, así que ella no tuvo tiempo de prepararse. Fue negligente en este asunto ya que debió haber buscado una salida para ella primero.
—Ve a la Oficina de Asuntos Civiles, dejaré que Cuan Jing se haga cargo. -Zong Jinghao bajó las escaleras.
Al terminar de hablar, caminó hacia la puerta. Lin Xinyan sonrió con desprecio.
«¿Cómo puedo olvidarme que fue Cuan Jing quien me llevó a solicitar el certificado de matrimonio? Zong Jinghao no se presentó. ¿Así que por qué ¡ría en persona cuando nos divorciamos?»
Parecía que estaban destinados a casarse, considerando que habían estado comprometidos desde la infancia. Sin embargo, ahora ese corto matrimonio lo dejaba como una
broma.
Lin Xinyan respiró hondo, pues era hora de terminar. Zong Jinghao se sentó en la mesa para desayunar en tanto ella se acercó y se sentó frente a él.
-¿Está bien la señorita Bai?
Él tomó la decisión después de ir a verla.
«¿Tal vez planea casarse con ella? Pero esa mujer está conspirando, ¿no se da cuenta?»
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