Lin Xinyan frunció el ceño. «¿Por qué me tiene en sus brazos cuando contesta la llamada de Bai Zhuwei? ¿Para que pueda presenciar sus palabras bonitas?» Ella estaba de mal humor sin explicación y luchó con fuerza. Entre más luchaba ella, más fuerte la sostenía Zong Jinghao.
-No te muevas -dijo él en voz baja.
Cuando Lin Xinyan todavía quería moverse, Zong Jinghao puso sus labios en su oído y le advirtió.
-Quédate quiera. Contestaré la llamada.
Lin Xinyan no se atrevió a seguir moviéndose y se calmó gracias a su profunda y suave voz. Una sonrisa se dibujó en las comisuras de la boca de Zong Jinghao, como si estuviera satisfecho con el silencio de Lin Xinyan.
Mientras tanto, su pulgar rozó sin advertencia la piel de su cintura a través de la tela.
Cuando contestó la llamada, se escuchó la ansiosa voz de un hombre.
-Señor Zong, la señorita Bai tuvo un accidente automovilístico y se encuentra en el hospital ahora.
«¿Qué? ¿Bai Zhuwei tuvo un accidente automovilístico?» Lin Xinyan también podía oírlo; se volteó a ver a Zong Jinghao, que estaba viéndola, era obvio que estaba sorprendida por las noticias.
-¿Cuándo sucedió?
-Hace una hora.
Zong Jinghao soltó a Lin Xinyan, se puso de pie y tomó su abrigo; después de dar algunos pasos, recordó que Lin Xinyan estaba ahí.
-Iré hacia allá —dijo mirándola.
-Adelante. —Lin Xinyan también lo estaba viendo.
Esa era su novia y la mujer que le gustaba. Ahora que ella estaba en peligro, él debía ir; él parecía querer decir algo al fruncir los labios, pero no le dijo nada. Se puso su abrigo y se alejó mientras hacía una llamada.
—Consígueme un boleto para el país A, el siguiente vuelo.
Al verlo irse, Lin Xinyan sonrío con amargura. «Este es el camino original, donde estoy sola y ellos juntos. Soy la redundante. Es obvio que son un par de amantes que se aman el uno al otro, pero yo sabotee su relación.»
—¿A dónde va el señor con tanta prisa? —La señora Yu entró y preguntó.
Él al fin había regresado a casa temprano, ¿acaso no deberían quedarse más tiempo juntos para formar lazos? ¿En verdad está ocupado con el trabajo? La señora Yu no lo entendía para nada y estaba muy molesta.
«¿No tenía él suficiente dinero? ¿No era su matrimonio importante?»
-La Srta. Bai tuvo un accidente automovilístico, va hacia allá a verla. -Frunciendo los labios, Lin Xinyan sonrió.
El rostro de la señora Yu se ensombreció, solo habían sido un par de días tranquilos y aun así esta mujer sale a crea problemas de nuevo.
-Debería buscar un doctor si tiene un accidente. El señor no es un doctor, ¿cómo podría tratarla? -La señora Yu estaba inconforme, con un aspecto evidente de molestia.
Caminando, Lin Xinyan quitó las hojas del hombro de la señora Yu y miró al trabajador que estaba podando las plantas cerca de ahí.
-¿No puede ver que soy la redundante aquí, señora Yu? Es su amor verdadero.
«¿Eh? ¿La amante es el amor verdadero del señor?» La señora Yu estaba exasperada. «¿Cómo puede decir que otra mujer es el amor verdadero de su esposo? ¿Ha perdido la cabeza?».
-Usted es la esposa que la señora encontró para él, usted es la legítima; ella no es nada. -La señora Yu miró a Lin Xinyan con amargura—. ¿Cómo puede dejarlo ir con ella así? ¿Puede luchar?
Sonriendo con amargura en su corazón, Lin Xinyan extendió la mano para sostener a la encantadora anciana. Lin Xinyan sabía que lo estaba diciendo por su propio bien y quería lo mejor para ella y Zong Jinghao, pero ella no conocía la relación entre ellos dos.
-Señora Yu, eres tan buena conmigo. ¿Qué debo hacer si me rehúso a marcharme?
La señora Yu levantó la cabeza y miró a Lin Xinyan.
-¿A dónde va?
Era justo como el viejo dicho chino que dice que debes seguir a tu esposo sin importar si es o no buen hombre. Una vez que se había casado con Zong Jinghao, pertenecía a la familia Zong. ¿A dónde debería ir? En la opinión de la señora Yu, la chica elegida por la mismísima señora era la verdadera esposa de Zong Jinghao y ella no reconocería a ninguna otra mujer. En diez días, se cumpliría un mes de su matrimonio con él, así que tendría que irse para entonces.
—Quiero tomar un paseo afuera. —Lin Xinyan tomó a la señora Yu del brazo.
-Está bien, iré contigo. -La señora Yu estaba familiarizada con los alrededores y también podía hablar con ella.
Después de la cena, Lin Xinyan regresó a su habitación, dio vueltas en la cama por un largo tiempo y después se quedó dormida poco a poco cuando estaba demasiado adormilada a mitad de la noche.
En el país A, Zong Jinghao se bajó del avión. Chen Hao, un miembro del personal que fue con Bai Zhuwei, esperó en la salida del aeropuerto; él vio a Zong Jinghao salir por la puerta y se apresuró a saludarlo.
Zong Jinghao caminó rápido para apoyarla.
-Estás lastimada. No te muevas.
Bai Zhuwei estaba en sus brazos.
-¿Cómo sabes que estoy herida?
De pie en la puerta, Chen Hao bajó la cabeza. Parecía que Bai Zhuwei acababa de entender y señaló a Chen Hao.
-¿Le dijiste a Hao?
-El doctor dijo que su vida estaba en peligro, así que me tomé la libertad de notificarle al señor Zong.
—¿Por qué eres tan entrometido? -Bai Zhuwei tomó la almohada y lo golpeó con ella con furia.
-Chen Hao, deberías irte primero —Zong Jinghao sostuvo a Bai Zhuwei, que estaba agitada, en sus brazos y le dio palmaditas en la espalda para tranquilizarla-. ¿Por qué me lo ocultaste?
Zong Jinghao muy complicado, Bai Zhuwei bajó la cabeza y las lágrimas cayeron lento por sus mejillas.
-¿Cómo lo dijo? Me enteré cuando tenía dos meses. En ese entonces, tú y la señorita Lin ya estaban casados. Al principio, pensé que cuando terminaran su relación te daría la sorpresa. No esperaba que...
Entonces, Bai Zhuwei rompió en llanto, mientras abrazaba a Zong Jinghao con fuerza.
-Nao, nuestro bebé ya no está. —Lloró sin consuelo—. Nao, es culpa mía por no poder proteger a nuestro bebé.
Había una mirada seria en el rostro de Zong Jinghao con algunas emociones inexplicables. Las emociones se agitaban en su corazón después de enterarse que antes había tenido un bebé. Todo hombre deseaba ser padre y esta mujer estaba embarazada de su bebé, pero él la envió ahí. Si él no la hubiera enviado, no habría tenido un
accidente automovilístico ni sufrido un aborto.
—No es tu culpa. -Cerró los ojos.
Era culpa suya. Estaba loco por intentar encontrar una inexplicable sensación de familiaridad en Lin Xinyan...
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