Enamorándome de ti romance Capítulo 62

Zong Qifeng se volvió a sentar en el sofá y llamó al señor Feng.

-Ve y averigua si algo le sucedió en esta ocasión que fue al extranjero.

La cancelación del compromiso sin razón lo hizo dudar si había algo más. Yuxiu se estiró y sostuvo la mano de Zong Jinghao

-Es seguro que estará molesto una vez que se entere que lo investigas. La relación entre él y nosotros ya es tensa. ¿Por qué no hablas con él otra vez?

—Es cierto. -El señor Feng estuvo de acuerdo—. También conoce el carácter del joven.

—Con ese carácter, ¿puedo tener en verdad una buena charla con él? -dijo Zong Qifeng con frialdad y un rostro ensombrecido; la tensión en su cara desapareció, pero su actitud fue firme-. Puedo dejar que haga lo que quiera en otras cosas, pero no esta vez.

Esto era sobre el futuro de la familia Zong. Yuxiu todavía quería intentar persuadirlo, pero antes la interrumpió Zong Qifeng.

—No es necesario que me convenzas, ya me decidí al respecto. —Luego, miró al señor Feng—. Hágalo.

-Hmm. -El señor Feng miró con duda a Yuxiu.

—Solo hazlo —Yuxiu suspiró—. Padre e hijo tienen el mismo carácter, nadie puede convencerlos.

El señor Feng solo pudo hacer lo que Zong Qifeng ordenara. Zong Jinghao, que acababa de dejar la mansión, fue detenido por He Ruilin.

—Hao...

Zong Jinghao actuó como si no la hubiera visto y caminó directo hacia el auto. He Ruilin lo siguió y lo tomó del brazo.

-He estado contigo por tantos años, ¿cómo puedes terminar todo después de que cometí una equivocación?

Zong Jinghao dejó de caminar. Como si fuera muy de pronto, He Ruilin no se detuvo y chocó contra él; fijó su maníaca mirada en el rostro con el que había estado obsesionada por tanto tiempo. Zong Jinghao bajó la mirada para ver a esa mujer que lo había acompañado por tanto tiempo. Alguna vez pensó que, aunque era una mujer manipuladora y no tan pura como aparentaba en la superficie, se entregó a él.

Él debería hacerse responsable de ella sin importar qué, porque aún si no había amor, había responsabilidad. Pero en el momento en el que vio a Lin Xinyan, se dio cuenta que su tranquilo corazón todavía podía agitarse, encenderse en llamas por una mujer y que su corazón aún latía. No sabía lo que era, pero sabía que era seguro que se arrepentiría si se casaba sin más.

Zong Jinghao estiró su mano para acariciar su mejilla y dijo con suavidad:

—¿En verdad solo cometiste una equivocación?

Muchas veces fingió ignorarla y no quería involucrarse, pero no significaba que lo supiera. He Ruilin se congeló.

«¿Q-Qué es lo que sabe?»

Lo pensó con cuidado. Habían pasado muchos años y era poco probable que lo averiguara; ahora ella tenía a su hermano ayudándola, en definitiva, él no se enteraría de nada. Si se enojaba y la regañaba, tal vez todavía había una posibilidad de hacerlo cambiar de opinión, pero estaba tranquilo y entre más lo estaba, más mostraba que estaba decidido.

He Ruilin entró en pánico y tomó el brazo de Zong Jinghao con fuerza.

-Hao, te amo. ¿No sabes cómo me siento después de tantos años?

-Pero yo no te amo. -Zong Jinghao se rio entre dientes con autodesprecio.

He Ruilin sacudió su cabeza con desesperación y gruñó fuera de control.

—No, no, tú me amas, me tratas bien...

—¡Eso no es amor!

Era solo una responsabilidad con la que había cargado por lo sucedido esa noche, forzándose a enamorarse de ella, pero no pudo después de tantos años.

—Te pagaré por todo lo que te debo, pero seguro que no con un matrimonio.

Levantó los dedos de He Ruilin, sin evidentes ganas de continuar hablando al respecto. Pero He Ruilin no estaba dispuesta a dejarlo ir.

Le sirvió a su hijo un tazón de sopa de costilla de cerdo. Lin Ruixi no estaba feliz, ya que hizo un mohín mientras miraba a Lin Xinyan.

—Mami es injusta y solo ama a Xichen, no a mí.

-Esta niña es tan pequeña, pero sí que sabe cómo quejarse. -Zhuang Zijin sonrió con suavidad.

Lin Xichen le llevó el tazón de sopa a su hermana.

—Está bien. Quédatelo tú.

Lin Ruixi era fácil de tratar y no era rencorosa, así que sonrió al ver que le daban el tazón de sopa. Después de la cena, Lin Xinyan fue a lavar los trastes, mientras que Zhuang Zijin bañaba a Lin Ruixi. En ese momento, Lin Xichen sacó su tableta y recordó que el hombre había dicho ser Zong Jinghao, cuando grabaron sus declaraciones en la estación de policía, así que trató de buscar el nombre en Baidu.

Poco después, en la pantalla se mostró todo sobre Zong Jinghao. Era originario de la ciudad B y presidente del Grupo Wanyue en el país Z. Con 185 centímetros de altura, un peso de 62 kilogramos y cumplía los 32 ese año; a los 22, tomó el cargo de presidente del Grupo. Durante ese periodo, había aparecido una y otra vez en los primeros lugares de la lista de hombres más ricos del país y era el hombre rico más joven en China.

La sección marital mostraba que era soltero y solo había reconocido a una mujer como su novia, que era He Ruilin. Lin Xichen hizo una mueca. «No esperaba que este tipo fuera tan rico. ¿Cree que puede hacer lo que quiera solo porque es rico? ¿Cree que puede molestar a mami porque es rico?»

Apretó los puños con fuerza, jurando que le enseñaría una lección al molesto hombre. Lin Xichen bajó su tableta, tomó el teléfono y estaba por llamar a su maestro cuando Lin Xinyan salió de la cocina.

-Ya es tarde. ¿Por qué no tomas un baño y vas a la cama? ¿A quién estas llamando? -preguntó, al ver que su hijo iba a hacer una llamada.

Lin Xichen no sabía que decir. No podía mentir porque se sonrojaba cuando mentía y no sabía cómo responder en ese momento. Lin Xinyan sintió que algo estaba mal, así que se acercó para verlo y encontró sin advertencia alguna en el sofá la tableta con la información de Zong Jinghao

en ella.

Entonces frunció el ceño, era demasiado tarde para que Lin Xichen lo ocultara, así que solo pudo ver con impotencia a Lin Xinyan tomarla.

~¿Por qué haces esto? -Lin Xinyan miró a su hijo.

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