Zhuang Zijin estaba lavando las verduras, pero se detuvo al escuchar la pregunta que su hija le hizo.
—¿Por qué de repente piensas en eso?
Lin Xinyan bajó la cabeza.
-Solo quería saber. Al fin y al cabo, cuando nos comprometieron yo solo tenía dos años. ¿Por qué ustedes...?
-No recuerdo bien el pasado. -Zhuang Zijin no parecía querer hablar de eso; ella colocó las verduras lavadas en el cajón del refrigerador y miró la expresión de su hija—.
Dime, ¿qué pasó?
Lin Xinyan pudo ver que su madre no quería hablar del tema, así que ella no insistió, sino que en lugar de eso, tomó la oportunidad para preguntar:
-La señora William quiere abrir una sucursal y que yo sea la persona a cargo...
—Esas son buenas noticias —respondió Zhuang Zijin e hizo a Lin Xinyan a un lado—. Yo corto las verduras.
Lin Xinyan se movió hacia un lado y se inclinó sobre la estufa.
-La sucursal estará en...
-¿Qué?
Antes de que Lin Xinyan pudiera terminar la frase, Zhuang Zijin la interrumpió, pues también conocía la regla de LEO acerca de que no habría otras sucursales. «¿Por qué la señora William quiere abrir sucursales ahora?» Zhuang Zijin frunció el ceño, pues le parecía que los eventos recientes habían sido atípicos; ella bajó el cuchillo, se limpió las manos en el delantal y agarró a su hija por el brazo.
-Dime la verdad, ¿esto tiene algo que ver con él?
Lin Xinyan no podía ocultarle eso. Si regresaba a ese país, su madre lo sabría tarde o temprano.
-Sí -admitió Lin Xinyan.
—¿En qué estabas pensando? —Zhuang Zijin estaba furiosa mientras la veía. «¿Cómo pudo haberse olvidado de eso?»—. Dime, ¿en qué situación estabas? Cuando estabas pasando por los peores momentos de tu vida, ¿en dónde estaba él? De no haber sido por el doctor He, no estarías aquí ahora. ¿Cómo es que no puedes darte cuenta quién es el bueno y quién es el malo?
Lin Xinyan volteó la cabeza. Eso era verdad. Ella no quería volver, en parte por su pasado y en parte por Zong Jinghao. Ella era consciente de que aquello era un trato, y aun así, se sintió triste cuando él mencionó el divorcio. El accidente había sucedido después y eso hizo que se sintiera todavía más cansada, tanto en el aspecto físico como en el mental. Esa era la razón por la cual no quería regresar a aquel lugar en donde todo había pasado.
—La señora William está decidida. Si no regreso, puedo perder mi trabajo.
Lin Xinyan era el único sostén de su familia, por eso, ese trabajo era importante para ella. Zhuang Zijin tomó de nuevo el cuchillo y comenzó a cortar la papa en rebanadas y estuvo en silencio por un momento antes de responder: -No es que no puedas volver. -Lin Xinyan se sorprendió de que su madre la dejara ir-. Pero tengo una condición.
Lin Xinyan suspiró, puesto que sabía que no sería tan fácil que Zhuang Zijin lo aceptara.
-Si me prometes que te vas a casar con el doctor He, te dejaré ir -le dijo.
En comparación con Zong Jinghao, tenía una mejor impresión de He Ruize, ya que él siempre había ayudado a Lin Xinyan.
—Mamá...
-No pienso discutir esto. Si quieres aventarte al precipicio, yo no voy a ser la que te empuje. Eres mi hija y yo solo quiero lo mejor para ti. ¿Qué tiene de malo el doctor He? Es atractivo y es capaz, y lo que es más importante, le gustas. ¿Cuántos hombres podrían esperar seis años...? -Zhuang Zijin miró a su hija—. ¿Tu corazón es de piedra? ¿Qué no puedes ver cuánto se esfuerza?
Era cierto. He Ruize era asombroso y en los momentos más difíciles de Lin Xinyan, él estuvo con ella, la ayudó con su familia y la cuidó. Ella lo sabía.
-Yo...
-Si le hubiera molestado que estabas embarazada, ¿te habría esperado tanto tiempo?
Zhuang Zijin estaba preocupada de que a He Ruize le molestara el embarazo de su hija; no obstante, sus acciones habían cambiado aquellos pensamientos. Si le hubiera molestado, no se habría quedado a su lado por tanto tiempo.
-Xichen -Lin Xinyan llamó a su hijo.
—Mami, volvamos, quiero ver cómo es tu ciudad natal. —
Lin Xichen parpadeó y la miró con ojos optimistas.
Lin Xinyan se acercó a él y lo abrazó con fuerza, sintió que tenía la garganta hecha un nudo y no se atrevió a hablar. Zhuang Zijin tampoco tuvo el valor de decir nada más, pero se mantuvo con una actitud firme.
-Piensa en lo que te dije.
-Abuela, si a mi mami no le gusta ese hombre, ¿por qué quieres que estén juntos? -Había una expresión madura en los ojos de Lin Xichen—. Mi mami necesita a alguien más adecuado.
Zhuang Zijin resopló teniendo una sonrisa en su rostro. «¿Qué sabe este niño si solo tiene cinco años?»
—Dime, ¿quién crees que sea adecuado para mami?
-No te lo diré -dijo Lin Xichen levantando la cabeza.
Él todavía estaba buscando al indicado. Eso era lo que le había preguntado a su maestro, quien le dijo que su madre tenía que buscar a un hombre que fuera más guapo y más rico que su ex esposo y que, de ese modo, ella podría hacer que ese desalmado se arrepintiera.
«¡Que sepa que el que salió perdiendo es él por abandonar a mami!» Lin Xichen ya sabía que Zong Jinghao estaba en el país Z y por esa razón, él quería volver allí.
Su maestro de había dicho que ganaría la batalla si conocía bien al enemigo.
No solo quería buscar un mejor candidato para su madre, sino que también quería vengarse de ese despiadado hombre. He Ruize no encajaba con sus requisitos ideales. Era cierto que era mejor que una persona promedio, pero estaba muy por detrás de Zong Jinghao.
Su madre no podía casarse con un hombre peor que él, ¡debía casarse con alguien todavía mejor!
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